El Ministerio de Economía oficializó un incremento al 6,8% en el recargo que afecta a casi dos tercios de los usuarios de gas natural por redes (Imagen Ilustrativa Infobae)

El Ministerio de Economía oficializó un incremento al 6,8% en el recargo que afecta a casi dos tercios de los usuarios de gas natural por redes. Esta medida, que se aplicará desde agosto, tiene el objetivo de financiar los descuentos que reciben quienes habitan en zonas frías de Argentina. En algunas regiones, el porcentaje será aún más elevado.

Se trata del quinto aumento en lo que va del año. El recargo, que busca compensar el gasto en subsidios para cubrir el régimen especial, se formalizó mediante la Resolución 1253/2025 firmada por Luis Caputo.

El artículo 1 de la medida resumió: “Establécese que el recargo previsto en el artículo 75 de la ley 25.565 y sus modificatorias será equivalente al seis coma ochenta por ciento (6,80 %) sobre el precio de gas natural en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), por cada metro cúbico (m3) de nueve mil trescientas kilocalorías (9300 kcal) que ingrese al sistema de ductos en el Territorio Nacional, correspondiendo al Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS), organismo descentralizado actualmente en la órbita de la Secretaría de Energía dependiente del Ministerio de Economía, ajustar los procedimientos para su facturación en el ámbito de su competencia. El mismo porcentaje de recargo será aplicable a los volúmenes involucrados en el autoconsumo”.

Hasta julio, el recargo en las facturas finales era del 6,6% sobre el componente del gas (REUTERS)

Hasta julio, el recargo en las facturas finales era del 6,6% sobre el componente del gas (PIST). El incremento a 6,8% comenzará a regir en agosto, consolidando la secuencia de ajustes que arrancó en 5,44% a principios de año, escaló a 6% en abril, 6,2% en junio y 6,4% a inicios de julio, durante la crisis de abastecimiento, llegando a 6,6% sobre el cierre del mes pasado. Se trata del quinto incremento en siete meses, en un contexto de restricción fiscal.

El régimen de zona fría se creó para atenuar el impacto de las tarifas en regiones con inviernos más severos. El financiamiento del beneficio recae principalmente en un recargo adicional aplicado al resto de los usuarios residenciales. El aumento busca absorber el costo creciente del subsidio mientras se reduce la asistencia directa del Tesoro. La prioridad oficial es transformar el esquema en un sistema “autosustentable”, que traslade más carga a los hogares fuera de las zonas alcanzadas por el beneficio.

El Fondo Fiduciario para Subsidios de Consumos Residenciales de Gas, que sostiene estos descuentos, se amplió en 2021 tras un acuerdo político promovido por Máximo Kirchner, extendiéndose a más provincias y localidades, principalmente en el centro y norte del país. Esa expansión permitió que más de cuatro millones de hogares accedieran a rebajas de entre 30% y 50% en sus boletas de gas, generando un impacto fiscal que el Gobierno actual considera excesivo. Según la visión oficial, la extensión respondió a objetivos electorales y no a necesidades climáticas.

En este contexto, el Ministerio de Economía analiza alternativas para reformular o revertir parte de la ampliación. Argumenta que el esquema, tal como está, resulta inviable por la presión que implica un subsidio cruzado de esta magnitud. Funcionarios energéticos admiten que trabajan en un rediseño para focalizar el subsidio en los lugares con inviernos más rigurosos, aunque aún no hay definiciones ni plazos concretos de implementación.

Además, el Gobierno detectó a 137.842 usuarios del régimen de zona fría con más de un medidor que recibían el 50% de descuento. Ante esto, la Secretaría de Energía dispuso que solo el medidor principal mantenga el beneficio total y que los adicionales pasen a un descuento del 30%. El objetivo es limitar las filtraciones y optimizar el uso de los recursos.

En los primeros siete meses de 2025, el gasto en subsidios a las tarifas de luz y gas bajó más de USD 2.100 millones respecto del mismo período de 2024. Esta caída fue esencial para mantener el superávit fiscal, punto central del programa económico de Javier Milei. Hasta ahora, las subvenciones devengadas para el sector energético sumaron USD 1.842 millones, un descenso interanual del 54%, según la consultora Economía y Energía. Este recorte fue producto de la entrada en operación del Gasoducto Perito Moreno (antes Néstor Kirchner), la disminución de precios internacionales y el ajuste en los subsidios tarifarios.

La comparación con los seis años anteriores evidencia una diferencia marcada en la magnitud del ajuste. Entre enero y julio de 2019, el gasto en subsidios energéticos fue de USD 2.258 millones. En 2020 ascendió a USD 3.123 millones, en 2021 a USD 6.564 millones, en 2022 a USD 7.914 millones por el impacto de la guerra en Ucrania sobre los precios energéticos, en 2023 se ubicó en USD 6.564 millones y en 2024 cayó a USD 4.031 millones.