El banco JP Morgan recomendó esta semana “volver a comprometerse con el mercado local argentino”, y destacó el atractivo de losbonos en pesos, especialmente bonos ajustables por CER y tasa fija, ante el avance del programa económico y las señales de consolidación macroeconómica. Se trata de la entidad financiera de Wall Street que había decidido a fines de junio “tomarse un respiro” de los activos en pesos, justo antes de las tensiones cambiarias que tuvieron lugar las semanas siguientes.
Según el banco, uno de los principales factores que justifica la recomendación es que los activos en pesos reflejan todavía una prima de riesgo considerable frente a la estabilización lograda en otras variables. “El interés en bonos soberanos en pesos está creciendo”, aseguró el documento, y consideró que aún hay margen para una expansión mayor de posiciones en instrumentos indexados por inflación (CER) o con tasa fija, siempre dentro de estrategias de carry trade.
Además, señaló que los flujos hacia activos en pesos ya muestran una recuperación. En particular, identificó un retorno de las licitaciones primarias y un mejor clima para la deuda doméstica, luego de meses de tensiones por la incertidumbre política y cambiaria. “Se está viendo una recuperación de la participación en las licitaciones en pesos, lo cual es un signo positivo”, puntualizó.
JP Morgan interpretó que, tras la revisión del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y con una nueva meta de acumulación de reservas más realista, el plan de estabilización está mostrando resultados. “El cumplimiento del programa con el FMI mejora la visibilidad de corto plazo y respalda los activos en pesos”, agregó el informe.
En ese sentido, sostiene que las señales de consolidación fiscal, el control del financiamiento monetario y la apreciación del tipo de cambio real también aportan al optimismo respecto del mercado local. “El ajuste fiscal es consistente con una política monetaria contractiva y una menor necesidad de financiamiento del BCRA”, resume.
Uno de los puntos clave que destaca el informe es la relación entre el tipo de cambio y la tasa de interés. Señaló que el peso muestra una tendencia de apreciación real, favorecida por la menor inflación y la estabilización nominal del tipo de cambio. “Con la inflación convergiendo al 2% mensual y el dólar oficial en calma, el tipo de cambio real se sigue apreciando”, afirmó JP Morgan.
Esto, combinado con una política de tasas aún elevadas, genera condiciones propicias para el carry trade, mencionó el reporte a clientes. El banco observa que, si bien hay episodios de volatilidad, el mercado local comienza a ver rendimientos reales positivos y un mayor interés de los inversores institucionales.
Dentro del universo de instrumentos en pesos, JP Morgan sugiere un enfoque diversificado. Recomienda mantener posiciones en bonos ajustables por CER, que protegen contra inflación, pero también prestar atención a instrumentos a tasa fija si se consolida la baja inflacionaria. Respecto a los bonos dólar linked, el informe advierte que su atractivo ha disminuido por la reciente apreciación del peso, aunque siguen teniendo valor en escenarios de incertidumbre electoral.
En particular, identifica oportunidades en bonos a corto y mediano plazo del Tesoro nacional, que, según señala, se colocan a tasas competitivas y con buena recepción del mercado. Uno de los que mencionó en concreto fue un bono del Tesoro con vencimiento en diciembre de 2026.
JP Morgan proyecta que la dinámica positiva en los mercados domésticos podría consolidarse en la segunda parte del año, siempre que se mantenga la disciplina fiscal y el programa con el FMI no sufra sobresaltos. Advierte, sin embargo, que la sostenibilidad de ese regreso a la apuesta por activos en pesos depende en buena medida de que se evite un shock político o un deterioro de las condiciones externas. “Si la estabilidad nominal persiste y el Gobierno sigue mostrando señales de consolidación, los activos en pesos deberían seguir atrayendo interés”, indica el texto.
“Si bien no describiríamos al tipo de cambio real como infravalorado en los niveles actuales, el ajuste reciente ha sido significativo, mejorando la relación riesgo-recompensa para las operaciones de carry trade y potencialmente aliviando cierta presión marginal sobre la demanda de dólares para categorías como el turismo y el ahorro privado en el futuro”, fue una de las conclusiones del banco.
“Un riesgo potencial si la moneda alcanzara la banda superior y el BCRA tuviera que usar reservas para defenderla serían los bonos en moneda extranjera, la preocupación de los inversores por el agotamiento de las reservas y una prima de riesgo país más alta que se trasladaría también a los mercados locales, alimentando un círculo vicioso. Este no es nuestro escenario base, y creemos que el comportamiento reciente del mercado respalda nuestra tesis de que la banda superior sigue siendo un respaldo creíble”, cerró JP Morgan.