Esta es una semana de muchas emociones para Fabián Gianola, que acaba de contar que en noviembre se va a comprometer con su novia Florencia Elizabeth, y luego planearán una boda íntima para familiares y amigos. Pero además, el jueves hace su debut en calle Corrientes como director y autor de la comedia Los sospechosos del piso 10. La obra, que fue un éxito en Mar del Plata y que Gianola protagoniza junto a Matías Alé y Adriana Brodsky, se presentará en el teatro Multiescena, de jueves a domingos. LA NACIÓN charló con el actor, que dio detalles de su historia de amor con su novia, habló de flechazo, convivencia y proyectos en común.

-¿Cuándo se casan?

-En noviembre nos vamos a comprometer en un viaje que vamos a hacer, todavía no sabemos dónde. Y a partir de ahí vamos a poner fecha para la boda, que será en 2026. Va a ser algo de perfil muy bajo, para familia y amigos íntimos. No tenemos mucho más, no sabemos si va a haber vestido ni nada. Es más, mis hijos se enteraron por las noticias porque no se los conté.

-¿No hubo pedido formal?

-No, fue una situación entre nosotros. Tenemos ganas de avanzar y comprometernos, vivir juntos toda la vida. Y es algo que venimos charlando hace un tiempo, entre risas y chistes. Así tomamos las decisiones, con alegría y consensuando.

-¿Y hablaron de tener hijos?

-No. Ni la China (así llama en la intimidad a Florencia) ni yo queremos. El nuestro es un compromiso de amor. Y no pensábamos contar nada pero fuimos a ver La noche de la basura (en el teatro Metropolitan, con Rodolfo Ranni y Graciela Pal), que es una obra que escribió mi papá (Beto Gianola) y lo contamos casi sin darnos cuenta.

-¿Cómo nació esta historia de amor?

-Hace cuatro años que estamos juntos. Nos conocimos por Instagram. Nos seguíamos, ella me likeaba hasta que finalmente la invité al teatro. No pudo venir porque hacíamos la función en Luján y esa noche hubo una tormenta tremenda y se suspendió la función porque se cortó la luz. A la semana siguiente fuimos a comer algo y nos quedamos charlando hasta las 3 de la mañana. Al otro día me fui de gira al norte del país, así que en esos veinte días charlamos por videollamada; nos fuimos encontrando casa vez más, nos conocimos y cuando volví empezamos a salir, de a poquito. Como yo seguía de gira y ella vivía lejos y trabajaba mucho, nos veíamos pocas veces por semana, los martes y un poco los miércoles; la dejaba en la casa y me iba de gira. Y así fue hasta que en enero decidimos convivir.

-¡Un flechazo!

-Sí. Nos conocimos el 12 de agosto de 2021. Nos pusimos en pareja el Día de la primavera. Y los primeros días de enero de 2022 empezamos a vivir juntos. Y estamos muy bien. Enseguida ella empezó a trabajar en un club cerca de donde vivimos, y da clases de zumba, de GAP, de gimnasia localizada; además es mandataria y hace tramites de gestoría de autos y es productora y asesora de seguros. Trabaja un montón y fue ella quien aportó estos tres años en los que yo no pude trabajar. Aportó todo en la casa. Fuimos forjando nuestra relación con mucho amor, cada vez más unidos y con proyectos.

-Un amor que superó momentos muy difíciles. ¿Cómo te sostuvo en estos años en los que tuviste denuncias por acoso?

-Ella estuvo siempre a mi lado, confiando en mi, espalda con espalda. Fue una verdadera columna que me sostuvo. Ella y mi familia. Por fin se hizo justicia, se supo la verdad; seguimos adelante, volví a trabajar y Flor siempre está con una sonrisa a mi lado, y encima cocina muy bien (risas). Canta y es muy alegre.

-Fue un amor inesperado…

-Totalmente. No creí que iba a volver a enamorarme. Nunca pensé tampoco que iba a ser una persona tan joven…

-Que sea 36 años menos, ¿fue un problema para vos?

-No, porque estaba abierto a conocer a la persona que me tocara conocer. No tenía prejuicios, pero imaginaba que iba a ser alguien de mas edad. Pero nos pasó y bienvenido. Y además se lleva muy bien con mis hijos; Camila vive con su marido en Costa Rica y hace poco convivimos una semana y la pasamos muy bien. Ellas se hablan también sin que yo esté en el medio. Y lo mismo sucede con mi hijo Nico y su novia, porque también se llevan bárbaro, compartimos asados, salidas, cumpleaños. Y tiene buena relación con Vero, la mamá de mis hijos, que nos cuida a la gatita que trajo Flor cuando nos vamos de viaje. Hay una excelente relación que fluyó naturalmente desde el principio.

-Este verano volviste a trabajar después de ser sobreseído en las causas que tenías, ¿cómo fue ese regreso?

-No noté diferencias de las otras 27 temporadas que hice en Mar del Plata. Si, claro, tuve la alegría de volver a trabajar. Escribí Los sospechosos del piso 10 a pedido de Matías Alé en junio pasado y fue un exitazo. Recaudamos 150 millones de pesos en la temporada, algo impensado, y por eso desembarcamos en la calle Corrientes. Estamos muy felices y yo especialmente por la posibilidad que me dio Matías, de dirigirla y de protagonizarla junto a él y Adriana Brodsky. También están Lorena Paola, Martina Vignolo, Martín Coggi y Maxi Bruno. Estrenamos el jueves, en el Multiescena.

-¿Ya están terminados los temas judiciales?

-Los temas judiciales están terminados hace dos años. Ahora yo estoy demandando a la Asociación de Actores porque me suspendieron sin avisarme, sin mandarme un mail, una carta documento o un llamado por teléfono. Me enteré por televisión. No me dieron la posibilidad de hablar y explicarme con mis colegas. Y lo peor de todo es que cuando fui sobreseído, pedimos que levantaran la suspensión y nunca lo hicieron. Y fue hace dos años.