Tras una jornada llena de adrenalina y emociones en el estadio Tomás Adolfo Ducó, Flor Vigna vivió el día después de su victoria con una mezcla de alivio, gratitud y reflexión. La bailarina y cantante se impuso por decisión de los jueces ante Mica Viciconte en uno de los duelos más esperados de Párense de Manos III, un enfrentamiento que reavivó la histórica rivalidad nacida en la época de Combate y que volvió a colocarla en el centro de la escena.
Lejos de limitarse a celebrar el triunfo deportivo, Flor eligió usar sus redes sociales para abrir su costado más íntimo. Con una serie de posteos en Instagram (fotos, historias y un mensaje extenso) la artista compartió cómo transitó las horas posteriores a la pelea y agradeció especialmente a su comunidad, que la acompañó durante todo el proceso. “Somos BI Campeones otra vez”, escribió, y dejó en claro que el logro no fue individual.

Una de las imágenes que más impacto generó fue la que la mostró recostada en su cama, sonriente, con los dos cinturones de campeona apoyados sobre su cuerpo, en una postal que muchos asociaron con la clásica foto de Lionel Messi tras ganar el Mundial. Detrás de ella, una repisa repleta de premios y reconocimientos sintetizaba años de trabajo, disciplina y exposición mediática. La escena se viralizó rápidamente y cosechó miles de likes y comentarios de apoyo.
Pero el mensaje más fuerte llegó con sus palabras. “Agradecida por cada meta cumplida, pero sobre todo por las personas que me rodean”, escribió Flor, y profundizó: “Por quienes me acompañan hace años, me sostienen, me ponen límites cuando hace falta y me impulsan a buscar mi mejor versión en cada charla, en cada proceso”. Lejos del tono triunfalista, la artista puso el foco en el camino recorrido y en el sostén emocional que, según remarcó, fue clave para no bajar los brazos.

Ese agradecimiento no fue casual. Durante la noche de la pelea, apenas anunciado el fallo a su favor, Flor se quebró en el ring y lanzó una frase que resonó con fuerza: “No se burlen de mí”. Con lágrimas en los ojos, habló del peso de las críticas que recibe en redes sociales y de la dificultad de encajar en una sola etiqueta. Al día siguiente, retomó esa idea en Instagram y la desarrolló con mayor profundidad: “A veces me frustro porque siento que no encajo en ninguna etiqueta. No porque me crea distinta, sino porque sigo aprendiendo quién soy”.
En su reflexión, Vigna explicó que su búsqueda artística —que la lleva a alternar entre el baile, la música, la actuación y ahora el boxeo amateur— suele ser motivo de cuestionamientos. “Trato de escuchar al corazón y hacer lo mejor que puedo, siempre con disciplina y con garra. En cada cosa que intento dejo todo, aunque no siempre salga bien”, escribió. Y sumó, con honestidad: “Muchas veces me equivoco, a veces pierdo y otras gano, como hoy. A veces me siento incomprendida, pero sigo intentando”.

La respuesta del público no tardó en llegar. En los comentarios, colegas, figuras del espectáculo y seguidores le dejaron mensajes de aliento, destacando su perseverancia y celebrando el triunfo. “Nada de esto sería posible sin ustedes. Gracias por estar, por creer y por caminar conmigo. Gracias, gracias, gracias”, cerró Flor, visiblemente conmovida por el acompañamiento.
La pelea ante Viciconte, que se definió tras tres rounds intensos y parejos, fue mucho más que un resultado deportivo. Para Flor, significó la confirmación de que el esfuerzo vale la pena, incluso cuando el camino está lleno de dudas y críticas. Y en el día después, lejos del ring pero cerca de su gente, eligió compartir algo más que una victoria: una reflexión sincera sobre el proceso, la identidad y la importancia de no dejar de intentar.