La última gala de MasterChef Celebrity (Telefe) dejó mucho más que tensión culinaria y platos al límite del tiempo. En una noche atravesada por las “Olimpiadas”, las duplas y una invitada sorpresa, un intercambio inesperado entre Wanda Nara y Maxi López llamó la atención. El motivo no tuvo que ver con una receta fallida ni con una devolución picante, sino con un apodo que desató risas, incomodidad y un pedido directo de la conductora a su exmarido.
Todo comenzó cuando la animadora interrumpió la dinámica del programa para anunciar la presencia de una figura muy especial. “En esta noche de Olimpiadas y de duplas, les quiero presentar a mi dupla de la vida con ustedes… Zaira Nara”, dijo ante el aplauso generalizado del estudio. La llegada de la modelo generó un clima distendido, con saludos cruzados, bromas del jurado y comentarios espontáneos de los participantes. Entre ellos, el exdelantero, que no tardó en hacerse notar.
Desde la mesada que compartía con Ian Lucas, su dupla en la competencia, el exfutbolista lanzó comentarios elogiosos y chicanas livianas, mientras intentaba concentrarse en la preparación de la pavlova. “¡Facha!”, se le escuchó decir cuando Zaira se acercó a saludar al jurado, en un ida y vuelta que fue creciendo en confianza. Sin embargo, el momento que marcó el pulso de la escena llegó cuando Maxi decidió llamarla por un nombre que no pasó inadvertido: Tatiana.

“Hola, Zaira Tatiana”, dijo él, con naturalidad. La reacción no se hizo esperar. Wanda, atenta a cada gesto, intervino de inmediato: “¿Podés dejarle de decir Tatiana? Se llama Zaira”. El comentario, lanzado en tono firme pero sin perder el clima de humor del programa, generó risas.
Lejos de retroceder, el exjugador explicó que siempre se llamaron así. “Siempre le dije Tatú, Tatún”, justificó, mientras Zaira asentía y aclaraba que, desde hace años, él la llama de ese modo y ella a él por su segundo nombre, Gastón. “Y yo siempre le dije Gasti”, agregó la modelo, naturalizando el vínculo. Sin embargo, la presentadora insistió en su planteo y volvió a marcar una diferencia: “No, pero no le digas más”.
La tensión duró apenas unos segundos, pero fue suficiente para que el intercambio se volviera uno de los momentos más virales. Incluso, cuando Maxi remató la situación con una frase que no pasó desapercibida —“Tatiana hay una sola”—, las cámaras captaron las risas cómplices de las hermanas Nara y el gesto de silencio de la dupla en competencia. Esa frase se interpreta como un “palito” dirigido a la China Suárez, en el marco del conflicto mediático que involucra a Wanda y Mauro Icardi, aunque en el programa nadie lo explicitó.

Más allá del ida y vuelta puntual, la presencia de Zaira permitió que afloraran detalles del vínculo familiar que mantienen, incluso después de la separación. Más adelante, durante la devolución del jurado, Damián Betular preguntó sin rodeos si Maxi y Zaira habían vuelto a ser amigos. La respuesta sorprendió a varios: “Nunca dejamos de tener relación”, aseguró él. Y fue más allá al destacar el rol que la conductora tuvo en los momentos más difíciles: “Zaira siempre fue la mediadora, siempre estuvo. Yo estoy agradecido”.
La propia Zaira confirmó esa cercanía al contar que, en los momentos de mayor conflicto entre Wanda y Maxi, él iba a su casa. “Gran mediadora”, volvió a definirla el exfutbolista, en una frase que resumió años de vínculo familiar atravesado por tensiones, pero también por acuerdos y puentes tendidos.
Así, en una noche pensada para cocinar en equipo, el reality volvió a demostrar que, muchas veces, los momentos que más resuenan no salen de una olla ni de un horno, sino de vínculos que arrastran años de pasado y que, frente a millones de espectadores, siguen escribiendo nuevos capítulos.