La China y un último posteo muy sugerente...

¿Dónde estábamos? Ah sí, la última secuencia del triángulo de hierro mediático-viral que componen la China Suárez, Wanda Nara y Mauro Icardi (nada que ver con la trifecta Milei-Karina-Santiago Caputo, eso es Política Nacional, esto es Gran Escándalo Nacional) tenía dos destinos principales: Turquía y Buenos Aires…

Y como nuestro a trío protagónico a veces le gusta ser explícito y a veces enigmático, esta vez la China, como se verá, ha decidido hablar a través de su remera…

Desde su Instagram, la China mira a cámara, y aunque da toda la sensación de que está pensando algo que quiere decirnos, lo que calla con la boca la China lo grita con el estampado de su remera -blanca la remerita, cortita, manga corta, pancita al aire. DONT BE JAELOUS puede leerse sobre su pecho en un rojo Crónica TV.

Así que entre esa mirada sugestiva y el DONT BE JAELOUS, que significa NO SEAS CELOSOo CELOSA? la pregunta está servida: ¿a quién le habla la China? ¿A Icardi? ¿A Wanda? Por esta vez, al menos, la China no ha querido ser más explícita. Todo lo que vemos es la foto.

Rufina cumple años

Los acontecimientos previos a la remera mensajera tampoco ayudan mucho a despejar equis.

Más de 12 horas de vuelo, el cruce de un océano fue lo que la China tuvo que hacer para poder estar junto a su hija mayor, Rufina Cabré, en el día de su cumpleaños número 12. Hace una semana viajó junto a Mauro Icardi a Estambul para comenzar una nueva etapa en su relación, sin embargo, se quedó tan solo una semana junto a su novio y regresó al país para estar en este festejo.

«Amores de mi vida. Feliz nacimiento mi Rufita“, escribió en el pie del carrete en el que mostró la intimidad del festejo, donde estuvieron sus hermanos y dos amiguitas. La primera postal de esta publicación es de Eugenia y Rufina abrazadas en el cuarto de hotel, que reservaron para tener una experiencia lejos de las cámaras y la atención mediática que gira en torno a Suárez.

La China regresó al país para celebrar el cumpleaños de su hija Rufina, quien sopló 12 velitas

Pero, claro, no podía faltar un nuevo intercambio de dardos con Wanda Nara. En medio del vendaval digital, la China Suárez optó por un gris elegante: ni silencio absoluto, ni confrontación directa. Horas después de los tuits de la empresaria, compartió en sus historias de Instagram una imagen tomada en Estambul, junto a Icardi. Pero la foto en sí era apenas el marco de su mensaje: sobre una pared decorada con azulejos aparecía escrita una frase atribuida a Santa Teresa de Jesús“Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta: solo Dios basta”— seguida de un emoji de corazón. ¿Fue casual o una sutil respuesta? Las interpretaciones no tardaron en multiplicarse.

Los mensajes entre la China y Wanda vienen y van a velocidad redes sociales

Yendo apenas unos días hacia atrás, la China y Mauro se mostraban en plena escapada romántica en un yate para disfrutar de las maravillosas vistas que ofrece el Bósforo, o sea, el estrecho de Estambul que separa la parte europea de la parte asiática.

En menos de 48 horas, el posteo cosechó más de 22.000 comentarios y el porcentaje de hate recibido fue altísimo.

Lejos de dejar pasar la agresión, la actriz les respondió picantísima a algunos de los usuarios que la juzgaron como persona y criticaron su cuerpo.

La China y Mauro, Otra de sus viajes románticos por el Bosforo

“Cuando te llega el karma, te envejecés”, le escribió una seguidora a la China, en alusión al Wanda Gate y al final de la relación de pareja de Pampita con Vicuña, entre otras situaciones por las que la actriz supo ser noticia.

Sin filtros, Suárez le contestó en el mismo tono: “Vos que ya pasaste por eso, ¿cómo lo llevás?”. Acto seguido, la China se hizo eco de otro hostil comentario. “Un poco de tonificación constante con el deportista, ya que tenés esa facilidad, no te vendría mal”, le escribió otro usuario. “¿Sos personal trainer? Es verdad, soy flácida, pero estoy buena igual”, le respondió la actriz, con autoestima alta y amor propio.