Al frente de la versión teatral de Pretty Woman, Flor Peña encabeza uno de los éxitos del invierno en Calle Corrientes. Desde su estreno a finales de mayo, la obra inspirada en la película protagonizada por Julia Roberts se posicionó entre lo más alto de la cartelera porteña y nadie quiere perdérsela. Y esto alcanza tanto al público anónimo como a las grandes figuras.
El jueves por la noche, Guillermo Francella se acercó al Teatro Alvear para ver en vivo y en directo el fenómeno protagonizado por su histórica compañera. Juntos formaron una dupla imbatible a comienzos de los 2000, primero en Poné a Francella, y luego como el matrimonio Argento de Casados con hijos. El protagonista de El encargado asistió con su hija, Yoyi, saludó en los camarines a Flor y a Juan Ingaramo -su Richard Gere- y recibió una ovación de toda la sala cuando fue anunciada por la actriz desde el escenario.
“No solemos hacer esto, pero hay alguien a quien yo no solamente quiero mucho. Lo admiro mucho y sé que ustedes también”, señaló a modo de prólogo, antes de ponerle nombre al invitado: “Para mí, es muy emocionante que esté sentado ahí, porque soy yo esta que soy también gracias a él. Así que Guille Francella, te queremos”, continuó.
Desde el palco ubicado a la derecha de las tablas, el actor devolvió el saludo con besos en forma de gratitud, mientras su hija contemplaba esa admiración mutua con los aplausos que recibía su padre de toda la sala. “Un aplauso porque es el uno. Te amamos Guille, gracias”, pidió la actriz, pero no hacía falta. Desde las butacas, retumbaban las palmas a modo de homenaje.
Un rato después, en sus redes sociales, como en las del musical, la protagonista dejó asentadas sus palabras. “Guille, mi mejor espectador. Gracias por venir esta noche a Pretty Woman, por tu amor incondicional y tus palabras tan hermosas. Te quiero mucho”, escribió junto a las fotos del back. Una muestra de que el paso del tiempo, y aun sin coincidir en sus posturas ideológicas, mantienen una relación que va mucho más allá de lo profesional.
El verano pasado, Telefe decidió reponer Poné a Francella y abrió un debate sobre el humor de principios de siglo en relación con la situación actual. Se alzaron voces a favor y en contra, y entre ellas estuvo la de la propia Florencia. En diálogo con Teleshow, mientras hacía temporada en Mar del Plata, reivindicó su trabajo con Guillermo, con la misma gratitud con la que se expresó sobre el escenario del Coliseo.
“Yo fui muy feliz haciendo Poné a Francella. Amé ese programa, y aprendí mucho con Guille en ese momento de nuestra historia, y siempre le voy a agradecer mucho a él. Fue una escuela para mí, el primer programa popular que me dio la posibilidad de ser la comediante que soy hoy», sentenció antes de aportar una mirada retrospectiva.
“Hay algunos sketchs que hoy quedaron antiguos, pero no porque en su momento no fueran geniales, sino porque el mundo cambió y el humor también cambió. El humor tiene mucho que ver con las épocas. Hoy, Olmedo no tendría cabida, y fue el gran capocómico de los 70 y 80. Y un sketch como Sambucetti, que lo amo y es el que me lanzó al estrellato, creo que hoy no lo podríamos hacer. Ella es una acosadora y por las cosas que han pasado y cómo ha avanzado el feminismo, me parece que no está bueno que hagamos lo que no nos gusta que nos haga. Y creo que nos debemos un debate sobre de qué nos podemos reír”, analizó.