El fin de semana prometía ser una jornada más en la vida de Fernanda Vives. Rutina, familia, clases de baile con su hija Brisa. Pero todo se desmoronó en segundos, con un golpe que no solo afectó la carrocería de su vehículo, sino también su ánimo. En ese marco, la actriz compartió con sus seguidores el duro momento que vivió este fin de semana, cuando fue víctima de un choque a menos de un mes de haber comprado su auto nuevo.
“Y sí… hoy definitivamente no es buen día para mí”, escribió, en mayúsculas, con el nudo todavía en la garganta. El mensaje lo acompañó con un video donde se la ve con el rostro visiblemente angustiado, y una confesión que deja entrever el trasfondo emocional: “Me chocaron el auto nuevo (aclaro que es nuevo porque me puse a llorar 30 minutos cuando lo vi chocado, ya que lo saqué con mucho esfuerzo hace 20 días del concesionario)”.
La escena ocurrió en plena calle, frente al semáforo, mientras esperaba junto a su hija para ir a una clase de baile. “La amargura que tengo no tiene explicación. Estaba en un semáforo, parada, como todos los sábados, cuando traigo a Brisa a baile, y vino uno de atrás y me la puso y me chocó el auto”, relató la artista, con la voz quebrada.
La bronca se mezcló con la impotencia. Si bien el daño material no fue catastrófico, el golpe emocional fue devastador. “No le hizo gran cosa, pero me lo chocó. Me bajé indignada, lo agarré al tipo. Un pibe joven, muy amable, reconoció el error. Me dijo que iba hablando por teléfono y que cuando se dio cuenta ya me tenía encima y me pidió disculpas y me dio los papeles”, contó con amargura.
La situación fue tensa pero civilizada. En una breve grabación que también compartió, se puede oír al conductor explicando que venía distraído, con el celular en la mano, y que recién había notado el auto de Fernanda cuando ya era tarde. Como si eso no bastara, el joven le comentó que días atrás le habían robado su camioneta y por eso estaba buscando los papeles del seguro. Vives lo escuchó, pero su mente ya estaba en otra parte: en la burocracia que ahora le espera.
“Todo lo que quieras, pero yo ahora tengo que comerme el garrón de tener que arreglar el auto y luchar con el seguro. Me cag… el día. No sé qué venía haciendo, pero bueno”, soltó con resignación. Las palabras, directas, sin filtro, reflejan la frustración de quien sabe que, más allá del perdón, las consecuencias las carga una sola persona.
En otro tramo del video, la actriz también se quejó por el estado en que quedó el vehículo, incluso antes de que se lo entregaran formalmente. “Ahí tengo la patente, todavía no me la entregaron”, dijo, como para remarcar la ironía de lo ocurrido: un auto recién salido del concesionario, dañado antes de siquiera estar completo el trámite.
Pero en medio de la bronca y el cansancio, también hubo lugar para una reflexión: “Agradezco no haber tenido uno adelante porque si no me chocaban de atrás y de adelante”, escribió, reconociendo que, al menos, dentro de todo, no hubo heridos. Y cerró con una súplica que también es un grito de sentido común: “¡Loco, por qué no tienen un poco de responsabilidad a la hora de manejar! Si manejás no estés con el celular, pelotu…”.
El posteo, cargado de dolor y sinceridad, recorrió rápidamente las redes. Porque no fue solo una queja, sino que fue el desahogo de luego del mal momento que atravesó el fin de semana. Y que, en medio de un día cualquiera, recibió un golpe que le arruinó mucho más que el auto.