José Luis Daza habló en un foro organizado por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que nuclea a grandes bancos internacionales y que se realizó en la sede central del Banco Galicia,
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“El tipo de cambio no está planchado ni controlado, está flotando”, aseguró el viceministro de Economía, José Luis Daza, en un evento ante inversores este jueves, a la vez que relativizó el déficit externo dado a conocer ayer. Al respecto, dijo que es un número “razonable y esperable” pero que el Gobierno “lo va a monitorear”.

En un foro organizado por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que nuclea a grandes bancos internacionales y que se realizó en la sede central del Banco Galicia, el viceministro hizo una presentación para defender el plan económico, reiteró que el dólar no está bajo el control del Banco Central y vaticinó que la inflación argentina podría ser incluso más baja que el promedio mundial.

“El tipo de cambio se va a determinar por oferta y demanda de dólares”, explicó, y consideró que el país atraviesa “un gigantesco cambio en la balanza de pagos”. En ese sentido, anticipó que los superávits del sector energético y minero, hoy inexistentes, podrían alcanzar entre 50 y 60 mil millones de dólares, un nivel que describió como “equivalente a dos agros argentinos”.

Respecto a la sostenibilidad del tipo de cambio, Daza respondió: “Es un tema muy complejo. Yo no sé qué va a pasar. Si yo fuese empresario, lo que no haría es apostar que me va a salvar una depreciación. Es muy posible que el tipo de cambio sea fuerte en lo que viene”.

También se refirió al déficit de cuenta corriente, que fue publicado este miércoles por parte del Indec, con números al primer trimestre del 2025 y que arrojó un desequilibrio de casi USD 5.200 millones, casi el doble de lo estimado por el FMI para la Argentina para todo el 2025.

“En las crisis de otros países años atrás, había un gran déficit de cuenta corriente. Pero importan la calidad, la razón y la magnitud. Un déficit de 2% del PBI en un país que crece al 6% es esperable y razonable”, evaluó. “Nos sentimos cómodos con este nivel”, dijo, y aseguró que “lo vamos a monitorear”. “Es un déficit explicado en gran medida por la inversión”, agregó, y lo comparó con otros casos: “En 2008, España tenía un déficit de 14% del PBI”.

José Luis Daza se sumó al equipo económico en septiembre del año pasado

Daza explicó que el país “está descapitalizado” y que en ese contexto “es razonable tener déficit de cuenta corriente”. Además, destacó que está financiado por el sector privado y que el ahorro público se fortalece. “Hay un desahorro del fisco y estamos aumentando la inversión”, sintetizó.

Inflación y una anécdota con Kristalina Georgieva

Sobre el programa económico, afirmó: “Representa un quiebre con la historia, no solo de Argentina sino de Occidente en los últimos años”. Según dijo, el Gobierno asumió “al borde de la hiperinflación y desequilibrios financieros de una magnitud no vista antes”. A su criterio, “era altamente improbable evitar una crisis de enorme proporción”, pero se logró sin incumplir compromisos.

“El compromiso inquebrantable con el equilibrio fiscal y el déficit cero es central”, sostuvo. En su diagnóstico, “Argentina era el país más volátil del mundo” y esa volatilidad se explicaba por los déficits fiscales: “Sin mercado de capitales, se financiaba con emisión monetaria o reestructuración de deuda”.

Destacó también que “se bajó el gasto 30% en términos reales el primer año”, aunque pidió no subestimar otros elementos, como “el programa financiero, el manejo de la deuda, la relación con el FMI y con los mercados locales”. También ponderó la política monetaria, tras “una malla de distorsiones que hacían que no funcionara bien”.

Sobre el vínculo con el Fondo Monetario, reveló un diálogo con Kristalina Georgieva. “Cuando fuimos a plantearle que queríamos pasar a un sistema de flotación, dijo: ‘Toto, cuando me dijeron que querías 20 mil millones de dólares yo dije que era imposible. Pero me acordé cuando en diciembre de 2023 me dijiste que iban a cerrar un déficit de 5% del PBI y también dije imposible. Hicieron lo que ningún país pudo hacer en muchas décadas. Ahora no te voy a decir imposible, si me mostrás los datos, te voy a apoyar’”.

En cuanto a la inflación, sostuvo: “Rompimos su columna vertebral”. Según expresó, “esta tasa genera problemas que trascienden lo que se ve en los números” y afectan la calidad de vida. “Es esencial empezar por normalizar la inflación. Va a converger al resto del mundo”, adelantó y arriesgó incluso que podría ser más baja que el promedio mundial. Como contexto, según el FMI la inflación promedio global este año está proyectada en 4,2% anual.

Por otro lado, el funcionario agregó: “Matamos a las fuentes de inflación. Probablemente tengamos la inflación más baja de todo el continente. No sé cuándo, pero no hay razón para que sea más alta que la de los países de la región”.

Daza aseguró que no hay razones para que la inflación argentina sea más alta que la promedio mundial

Daza sostuvo que “mucha gente pensó que estábamos bajando la inflación a costa de una recesión”, pero señaló que la economía “ya venía en recesión” al asumir el Gobierno. “Tocó piso en marzo o abril y comenzó a crecer. La actividad era 6% más alta en diciembre de 2024 que en diciembre de 2023”, indicó. “Esto es un ajuste fiscal expansivo”, definió.

“El primer trimestre de 2025 muestra un crecimiento no solo vigoroso sino sano y balanceado. La inversión creció 23% en términos reales. Estamos frente a un proceso de expansión liderado por la inversión”, afirmó. También destacó que se permitió la importación de maquinaria usada para apuntalar el crecimiento. “La Argentina es un país descapitalizado”, señaló.

Consultado por el nuevo entorno internacional, Daza consideró que “estamos en un mundo muy diferente al de las tres décadas anteriores”, que se inició en 1989 con la caída del Muro de Berlín y se cerró con la aparición del Covid. “Ese período estuvo marcado por la globalización, la incorporación de China y Europa Oriental y el rol de la OMC. Ese mundo permitió crecer de manera muy rápida”, explicó.

Hoy, en contraste, “estamos en un período de crecimiento sustancialmente bajo”. Según dijo, las proyecciones a cinco años del FMI son las más bajas en tres décadas. A eso se suman “tasas inflacionarias más altas en Estados Unidos” y un cambio demográfico: “Las poblaciones dejaron de crecer. A fin de siglo, la población de China va a bajar, con enormes implicancias”.

Sobre China, señaló que “tuvo un impacto brutal desde 2000” y se aceleró después de 2004 con el shock de commodities. “Permitió que muchos países presentaran cuentas fiscales atractivas si esos precios se mantenían. Pero ese mundo también quedó atrás”, advirtió. En cuanto a su rol en los tipos de cambio, pronosticó que “va a ser menor al de ahora”.

Respecto del escenario financiero global, marcó que “tuvimos un mundo con tasas de interés que convergieron a cero. Hoy las tasas son más altas”. También mencionó a la inteligencia artificial como desafío central. “Está concentrada en Estados Unidos y en China. Europa se quedó atrás”, planteó. Finalmente, comparó el dinamismo estadounidense: “EEUU creció en lo que va de este siglo un 25% más que Europa. El mercado laboral es muy flexible. Todos los meses se generan 3 millones de empleos, se destruyen 3 millones, y el neto es de 200 mil positivos. Esto no existe ni en Argentina ni en Europa”.