Pozo petrolífero (Europa Press / DAVID MCNEW)

Los futuros del crudo experimentaron una leve caída el viernes, presionados por el bajo volumen de operaciones generado por la festividad del Día de la Independencia en Estados Unidos y las expectativas de un posible incremento en la producción liderado por la OPEP+.

Los contratos del Brent para entrega futura descendieron 58 centavos, o un 0,84%, situándose en 66,41 dólares el barril. De igual manera, los futuros del West Texas Intermediate (WTI) en Estados Unidos bajaron 59 centavos, equivalente a un 0,88%, cerrando también en 66,41 dólares.

El volumen reducido de operaciones, atribuido a la jornada festiva en Estados Unidos, contribuyó a la moderación en los movimientos del mercado. Ambos contratos, sin embargo, mostraron un comportamiento mixto en la semana: el Brent se ubicó un 0,6% por encima del cierre del viernes anterior, mientras que el WTI registró un incremento en torno al 1,4%.

La atención de los mercados se centra en la OPEP+, que celebra una reunión el sábado en la que se prevé que ocho de sus principales miembros consideren un nuevo aumento en la producción petrolera con miras a agosto. Según fuentes consultadas por Reuters y Bloomberg, el grupo estudia aprobar un incremento de 411.000 barriles diarios, lo que representaría el cuarto aumento consecutivo y apunta a recuperar la cuota de mercado frente a sus competidores.

La videoconferencia se adelantó un día por cuestiones de agenda, afirman funcionarios que solicitaron mantener el anonimato. Arabia Saudita, país clave dentro de la organización, ha defendido la reactivación rápida de la producción inactiva tras años de restricciones destinadas a sostener los precios del crudo. El proceso de normalización de la oferta busca contrarrestar la pérdida de terreno ante las empresas de shale estadounidenses y otros productores fuera del cartel.

Plataformas petroleras en el yacimiento de Bouri, frente a la costa de Libia (REUTERS/Darrin Zammit Lupi)

El potencial aumento de la producción refuerza las expectativas de una aceleración en la acumulación de inventarios globales, ya que se suma a los incrementos realizados en mayo, junio y julio, cuando la OPEP+ ya reactivó 411.000 barriles diarios cada mes, triplicando la tasa originalmente prevista. Analistas y operadores esperan que estos ajustes puedan reevaluar el balance petrolero para el resto del año, con implicaciones directas en la evolución de los precios.

El incremento sostenido de la producción por parte de la OPEP+ ha generado un alivio relativo en los precios del crudo, según Bloomberg, y ha respondido a las presiones de la administración del presidente Donald Trump para propiciar combustibles más accesibles para los consumidores. La aceleración del retorno de la producción previamente suspendida ha supuesto una caída en los precios internacionales del petróleo, con el Brent rondando los 68 dólares el barril en Londres y una variación semanal negativa del 12% tras la reciente tregua provisional entre Israel e Irán.

Un surtidor cerca de Bakersfield, California. (REUTERS/Lucy Nicholson)

A nivel global, los analistas observan un superávit creciente. La acumulación de reservas mundiales de crudo se sitúa en alrededor de 1 millón de barriles diarios, impulsada por la menor demanda en China y el aumento continuo de la producción en América. La Agencia Internacional de la Energía prevé que el mercado petrolero mundial se encamine hacia un excedente significativo a medida que avance el año, mientras que estrategas como los de JPMorgan Chase & Co. anticipan una posible caída adicional en los precios si persisten las condiciones actuales de oferta y demanda.

El contexto político mantiene una influencia relevante en la evolución de los precios del petróleo. Según Reuters, Estados Unidos planea reanudar conversaciones nucleares con Irán la próxima semana, mientras que el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araqchi, ratificó el compromiso de Teherán con el Tratado de No Proliferación Nuclear. Además, el presidente Donald Trump declaró que se reuniría con representantes iraníes “si es necesario”, pese a la persistencia de nuevas sanciones enfocadas en el comercio petrolero de Irán.

La Reserva Estratégica de Petróleo de Bryan Mound, una instalación de almacenamiento de petróleo, Freeport, Texas, EEUU. (REUTERS/Adrees Latif)

La política arancelaria de Estados Unidos añade incertidumbre, debido a la inminente expiración de una prórroga de 90 días relacionada con gravámenes adicionales. Estos factores geopolíticos contribuyen a la volatilidad del mercado y a la cautela en las expectativas de los inversores y operadores.

En cuanto a las previsiones y análisis del sector, Barclays incrementó su proyección para el precio del Brent en 2025 en 6 dólares, estimándolo en 72 dólares por barril, y en 10 dólares adicionales para 2026, situándolo en 70 dólares por barril. La mejora en la perspectiva se atribuye a las expectativas de una demanda más robusta. No obstante, diversos analistas, incluida la firma JPMorgan Chase & Co., advierten sobre el riesgo de una nueva caída en los precios si el superávit global continúa ampliándose en los próximos meses.

(Con información de Reuters y Bloomberg)