En agosto el crédito bancario al sector privado moderó su ritmo de expansión, con un crecimiento de 0,4% respecto a julio en términos reales y sin estacionalidad. Esa modesta suba del crédito resultó la más baja del último año, según el Informe Monetario del BCRA publicado hoy.
A nivel interanual, el crédito total mostró un aumento de 66,6% en términos reales y, medido como porcentaje del PBI, se mantuvo en 8,8%, duplicando el nivel observado a comienzos de 2024.
La suba de las tasas de interés generada a partir del desarme de las Lefi afectó todas las formas de financiamiento en agosto, a excepción de los préstamos hipotecarios, señalan los datos oficiales.
El segmento del crédito más golpeado fue el crédito para las empresas. Las líneas de crédito comerciales cayeron 3,9% mensual en términos reales y sin estacionalidad, aunque todavía se mantienen 38,4% por encima del nivel de un año atrás.
Dentro de este segmento, los adelantos registraron una disminución de 10,8% mensual y los créditos instrumentados a través de documentos retrocedieron 2% respecto a julio. Al analizar en detalle, los documentos a sola firma se redujeron 0,8% en el mes, mientras que los documentos descontados descendieron 4,4% en términos reales.
En el segmento de consumo, los préstamos mantuvieron una dinámica expansiva aunque con un ritmo menor a los meses anteriores. El informe señala que los créditos al consumo aumentaron 2,9% mensual en términos reales y ajustados por estacionalidad, impulsados tanto por los créditos personales como por las financiaciones en tarjetas de crédito. Las operaciones con tarjetas crecieron 3,6% respecto a julio y acumularon un alza interanual de 50,9% en términos reales. Por su parte, los créditos personales avanzaron 2,1% en el mes y sumaron un incremento de 131,1% en los últimos doce meses.
El crecimiento de los préstamos hipotecarios en Argentina mantuvo su impulso durante agosto y lleva una tendencia positiva de catorce meses consecutivos. Según el Informe del BCRA, este segmento lideró el avance de los créditos con garantía real, que en conjunto registraron un incremento de 5,7% mensual en términos reales y ajustados por estacionalidad. Dentro de este grupo, los préstamos destinados a la compra de vivienda se destacaron con un alza de 9,2% respecto a julio, acumulando un aumento de 352,3% en los últimos doce meses.
El informe del BCRA detalla que el motor principal de este crecimiento fueron los créditos hipotecarios ajustables por UVA, que representaron aproximadamente 92% del total del segmento.
Los préstamos prendarios también mostraron un desempeño positivo, con un incremento mensual de 2,7% en términos reales y un nivel 95% superior al de un año atrás. En conjunto, los créditos con garantía real se ubicaron 165,4% por encima del nivel de agosto de 2024, siempre medidos a precios constantes.
El Informe del Central aportó además algunos datos del complicado panorama monetario del mes pasado. En agosto, la base monetaria a precios constantes creció 14,4%, impulsada por los recientes cambios normativos en el régimen de encajes, que fueron duramente elevados por el BCRA. Al corregir por estas modificaciones, ese incremento se reduce a solamente el 0,4% mensual.
En paralelo, las colocaciones a plazo fijo se contrajeron 0,5% con un comportamiento diferenciado por tipo de depositante. Hubo mayor tenencia de las familias y las empresas pero una caída en el caso de las billeteras virtuales que aportan a los Fondos Comunes de Inversión de Money Market, cuyo patrimonio cayó 8,8% real en el mes. Durante agosto, los medios de pago experimentaron una contracción real, ajustada por estacionalidad, que abarcó ambos componentes principales.
La autoridad monetaria modificó el esquema de encajes con la intención de robustecer el marco prudencial del sistema financiero y asegurar un control riguroso de la situación monetaria en un escenario marcado por la incertidumbre previa a las elecciones legislativas. Además, ejecutó operaciones específicas en el mercado abierto y en los mercados de repo y operaciones simultáneas, buscando absorber excesos de liquidez que no tuvieran respaldo en una auténtica mayor demanda de dinero. A lo largo del mes, las tasas de interés de corto plazo mostraron volatilidad e incrementos, aunque en los últimos días de agosto y primeros de septiembre comenzaron a estabilizarse gradualmente