Milán, la ciudad que supo ser escenario de lujo, romance y éxitos deportivos para Wanda Nara y Mauro Icardi, se transformó este miércoles en el campo de batalla legal donde los futuros exesposos se enfrentaron en una tensa audiencia por su divorcio. Lo que prometía ser un trámite formal terminó desbordado de emociones, revelaciones y un pedido que nadie esperaba: el futbolista habría solicitado ante la Justicia italiana la tenencia de sus hijas para llevárselas a vivir con él y su actual pareja, la China Suárez.
La información fue dada a conocer en DDM (América) por el periodista Guido Záffora, quien aseguró estar en contacto directo con el abogado italiano de Wanda, Giuseppe Di Carlo. “¿Qué pidió Mauro, en la audiencia, con un tono aguerrido, seguro y fuerte?”, leyó en vivo. “Le pidió al juez italiano la tenencia de sus hijas para que vivan con él y su novia. Él me dice que quiere sacarle las nenas a Wanda”. Una frase que, apenas fue dicha al aire, generó conmoción en el piso y en las redes sociales.
Desde Italia, la cronista Romina Valery confirmó la información y agregó un detalle no menor: “Se sabía que Mauro iba por todo, incluso por la tenencia. La instancia fue un divorcio por culpa, y si el juez determina que Wanda es culpable, eso influirá directamente en la tenencia y la cuota alimentaria”.
Según trascendió, la audiencia estuvo marcada por la tensión desde el inicio. Icardi y Nara no se miraban a los ojos, y sus abogados intentaban que la comunicación entre ambos fluyera de manera ordenada. Pero el clima se rompió cuando el delantero del Galatasaray hizo su pedido: “Todo se empezó a caldear por los videos. Empezaron a los gritos cuando Mauro pidió la tenencia. Wanda no se lo esperaba en la audiencia italiana, pero sí en la argentina. Estalló, cara a cara.”, explicó Záffora.
A esta situación se sumaron otras declaraciones que avivaron el fuego. El abogado Mauricio D’Alessandro, también presente en el programa, sostuvo que el reclamo de Mauro podría tener un argumento válido desde el punto de vista legal: “Las chicas vinieron de conformidad, su centro de vida está acá (en Argentina), y me parece que se complicaría mucho tratar de restituirlas a Italia”. Una afirmación que deja abierta la posibilidad de un conflicto internacional en caso de que el juez acepte el planteo de Icardi.
Pero las sorpresas no terminaron ahí. La periodista Tatiana Schapiro reveló en el mismo ciclo que Icardi no solo basó su pedido en una cuestión de convivencia, sino también en supuestas infidelidades por parte de Wanda. “Hay pruebas presentadas sobre el vínculo con Federico Fazio. Aparentemente fue una de las primeras infidelidades que plantea Icardi en este divorcio que habla de adulterio”, sostuvo, generando aún más tensión sobre una audiencia que ya venía cargada.
Záffora agregó que, si bien no se mostraron aún las pruebas, tiene confirmado que fueron entregadas formalmente a la Justicia. Además, volvió a surgir otro nombre ya conocido en este culebrón: Keita Baldé, excompañero de Mauro en el Inter de Milán. “Lo de Keita se venía venir, especialmente por ese video y ese intercambio que tuvieron con Icardi”, remarcó el panelista en pleno programa.
Mientras tanto, el entorno de ambos permanece en silencio. La única certeza es que el divorcio está lejos de resolverse en paz. Y lo que está en juego ahora no es solo un patrimonio millonario ni una historia de amor rota: son las decisiones que marcarán el futuro de sus hijas en común, en medio de un litigio que promete seguir escribiendo capítulos, cada vez más públicos, cada vez más desgarradores.