El salario mínimo, vital y móvil en Argentina atraviesa uno de sus momentos más críticos desde principios de siglo, al ubicarse en niveles inferiores a los registrados en 2001, antes de la crisis de la convertibilidad. En este contexto, luego de 6 meses, el Gobierno convocó para este miércoles una nueva sesión plenaria del Consejo donde se definirán los aumentos de los próximos meses.
El Consejo deberá analizar los distintos planteos presentados y definir una actualización del salario mínimo, que desde agosto permanece fijado en $322.200 mensuales para quienes cumplen una jornada completa de 48 horas semanales. En el caso de los trabajadores jornalizados, el valor por hora se mantiene en $1.610.
El Consejo estará conformado por 32 integrantes, con igual representación de trabajadores y empleadores. En caso de no alcanzarse un consenso, la normativa habilita al Gobierno a determinar el nuevo salario mínimo a través de un decreto, tal como viene sucediendo desde la llegada al Ejecutivo de Javier Milei.
Vale mencionar que el salario mínimo establece el ingreso base para los trabajadores formales y se utiliza como referencia para calcular distintas prestaciones sociales y universales administradas por la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).
En paralelo, frente al deterioro del poder adquisitivo, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), las dos CTA, Territorios en Lucha y el Frente Barrial, entre otras organizaciones, convocaron hoy a una movilización frente a la Secretaría de Trabajo.
La demanda central de estas agrupaciones es que el salario mínimo se equipare al valor de la Canasta Básica Total (CBT), que actualmente asciende a $1.276.649 para una familia tipo. Además, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que determina el umbral de la indigencia, se ubicó en 572.488 pesos.
Llegar a esa suma implicaría un incremento del 180%. Hugo “Cachorro” Godoy señaló que lo que plantean es definir aumentos que al menos vayan en esa dirección. “En la última reunión hicimos un reclamo para que el salario mínimo se ubicara $644.165, y eso fue desatendido por el Gobierno y por los empresarios. Por este motivo, en esta oportunidad tendríamos que estar alrededor de $720.000″, precisó.
La discusión durante el encuentro también se centrará en la aplicación de la suba acordada de manera retroactiva a agosto.
Las dos CTA ya habían manifestado que el salario básico actual “no cubre las necesidades de las familias” y reclamaron la definición de una canasta básica “objetiva” que funcione como referencia para la actualización salarial.
“El Gobierno quiere seguir teniendo planchado el salario mínimo,“porque con eso planchan toda la economía de ingresos, tanto de los programas sociales y las discusiones en los convenios colectivos”, dijo el secretario general de CTA-Autónoma, dijo Godoy.
De acuerdo con estimaciones del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (UBA-CONICET), en octubre el salario mínimo experimentó una reducción real del 2,3%. Esta caída se suma a las registradas en septiembre (-2,0%), agosto (-0,5%) y julio (-0,5%), tras una leve estabilidad en junio (+0,1%).
El proceso de pérdida de valor real del salario mínimo se intensificó a partir de diciembre de 2023, cuando se produjo una contracción del 15% impulsada por la aceleración inflacionaria, seguida de una disminución aún mayor, del 17%, en enero de 2024.
Si bien en algunos meses posteriores el incremento nominal logró acompañar o superar el Índice de Precios al Consumidor (IPC), la tendencia general fue descendente. Entre noviembre de 2023 y octubre pasado, el salario mínimo real acumuló una caída del 35%, mientras que en lo que va del año la reducción alcanza el 7,7%.

De este modo, el salario mínimo en términos reales de octubre se situó por debajo del nivel de 2001. Además, representa una erosión del 64% respecto del valor máximo alcanzado en septiembre de 2011, quedando reducido a apenas un tercio de aquel registro.
Al mantenerse rezagado respecto a la inflación y la canasta básica, el salario mínimo pierde capacidad como herramienta de protección social y referencia para otros ingresos.
A su ves, según estimaciones del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), el salario mínimo en Argentina se posicionó como el más bajo de la región, con un monto de 225 dólares. Esta cifra coloca al país por detrás de Paraguay, donde alcanza los 411 dólares, y de Bolivia, con 395 dólares.
En contraste, Costa Rica lidera el ranking regional, con un salario mínimo equivalente a 729 dólares, seguido por Uruguay (593 dólares), Chile (567 dólares) y Ecuador (470 dólares).