Es una de las escenas de mayor suspenso de El Eternauta, la serie basada en la historieta escrita por Héctor Germán Oesterheld y dibujada por Francisco Solano López que es furor en Netflix. Juan Salvo (Ricardo Darín), protagonista de esta historia, emprende junto a un grupo armado de la resistencia una misión suicida. Montados en un tren que circula a toda velocidad, se dirigen hacia una barricada de autos amontonados sobre las vías con el objetivo de embestirla y cruzar al otro lado para acceder a un radiotransmisor que les permita comunicarse con otros sobrevivientes.

“Prepárense para el impacto. ¡Que Dios los ampare!”, anuncia el capitán.

“Soldados, dos minutos para el impacto. ¡Viva la Patria!

¡Viva!

Así las cosas, en el momento más dramático del sexto y último episodio de esta primera temporada, cuando la locomotora acelera al máximo en la recta final antes de colisionar con la montaña de chatarra, Salvo comienza a entonar los primeros versos de una canción alegórica, grabada a fuego en la memoria del rock argentino, como arenga a la improvisada tropa de rescate.

Manal, el trío fundacional del rock argentino: Alejandro Medina, Javier Martínez y Claudio Gabis

“La tierra que te da la vida / Da un tiempo para decidir / Eligiendo inteligentemente / Todo el mundo podrá ser feliz”, arranca tímidamente el héroe de esta historia colectiva y, poco a poco, el resto de sus compañeros empieza a sumarse a la arenga antes de la sacudida donde jugarán las cartas de su destino: “Jugo de tomate frío / Jugo de tomate frío / En las venas / En las venas deberás tener / Jugo de tomate frío, jugo de tomate frío, en la venas…”

No es intención de esta nota spoilear el desenlace de la escena, sino destacar la elección del tema escogido por sus creadores para musicalizar uno de los momentos más atrapantes de la saga. La música juega un papel destacado a los largo de los seis capítulos, donde además de la partitura original, creada por Federico Jusid, se escuchan temas de varios artistas argentinos, desde Manal hasta Mercedes Sosa, Intoxicados y Soda Stereo.

“Jugo de tomate” juega, sin dudas, un rol fundamental. Popularmente conocida como “Jugo de tomate frío”, es una de las canciones más emblemáticas de Manal, publicada en su álbum homónimo, de 1970. Cuenta la leyenda que fue escrito por el baterista, cantante y compositor Javier Martínez -esta semana se cumplió un año de su partida-, durante una Navidad en La Perla del Once, el recordado bar de Rivadavia y Jujuy donde en la década del 60 Tanguito y Litto Nebbia habían compuesto “La balsa”, obra fundacional del rock argentino. Entre sus reconocimientos, en 2002 fue considerada como la “20a. mejor canción del rock argentino” en la lista de “Los 100 Hits”, por la revista Rolling Stone.

Ahora bien, ¿cómo surgió aquella metáfora del jugo de tomate como expresión de la sangre fría? : “Yo lo tenía un poco olvidado, pero gracias a un relato de mi hermana, lo recordé. Era un domingo y mi mamá estaba preparando la salsa para los tallarines con estofado. Un clásico argentino. Entonces yo estaba yendo a la cocina a mojar el pancito y a ver qué estaban preparando y rajando, metiéndome en mi habitación con los acordes, porque estaba con ese tema en la cabeza. Ya tenía las estrofas, pero el estribillo no, y entonces veo que mi mamá hace la operación de hervir el tomate para pelarlo fácilmente, y después, ya frío, cortarlo. Cuando lo corta se despliega el jugo, lo guarda, después lo corta chiquitito y mezcla todo. Yo dije: ‘Hay gente que en vez de tener sangre en las venas, tiene jugo de tomate frío adentro’. Me rajé para la habitación y lo metí en los acordes”, recordaba tiempo atrás Martínez, en una entrevista con Pablo Sirvén.

“Era la época de los simples y nosotros salimos con dos. Primero, ‘Qué pena me das’ y ‘Para ser un hombre más’ y después hicimos ‘No pibe’ y ‘Necesito un amor’, que también era un simple. Después de eso vino el primer álbum (Manal), que como gancho tenía que tener un simple adentro. Y el simple fue ‘Jugo de Tomate’, porque es un tema que no tiene solo, y que es ganchero (…). Me pasó una cosa curiosa. Yo creía que era un tema que no era serio, no me había dado cuenta de que era una canción seria. Yo la tenía como ‘bueno, esto es un divertimento, como un juego cínico’. Después me di cuenta de que no, no era ningún divertimento, porque ‘La tierra que te da la vida, da un tiempo para decidir’, no es ningún divertimento, ya es todo un comienzo de reflexión filosófica. Y después sigue: ‘Eligiendo inteligentemente, todo el mundo puede ser feliz’… Es decir, es una canción esperanzadora”, reflexionaba el fundador de Manal sobre aquellos primeros versos que ya son parte del ADN del rock vernáculo.

Con un mensaje directo, un riff pegadizo y una melodía sencilla, “Jugo de tomate” se grabó en 1970 en los Estudios TNT, ubicados en la calle Moreno al 900 y contó con Javier Martínez en batería y voz, Claudio Gabis en guitarra eléctrica y armónica, y Alejandro Medina en bajo eléctrico. Fue editada en sencillo ese mismo año, junto con “Avenida Rivadavia” en el lado B, por el sello Mandioca, para luego publicarse en el álbum Manal.

Posteriormente formó parte de un compilado doble, editado por Talent en 1973. También fue registrada en reiteradas ocasiones en vivo, como Manal en Obras (1982), Manal en vivo (1994), En vivo en el Roxy (1995) -esta última sin Claudio Gabis- y Vivo en Red House (2016).

“Por una lado, siento una gran responsabilidad por haber escrito esta canción, con una mirada autocrítica para ver si estoy diciendo lo correcto. Y entiendo que sí, es una metáfora casi directa, no alambicada, de la sangre fría, que es todo un tema, porque es muy difícil tener sangre fría. Pero creo que en los problemas del mundo, en las complicaciones de la vida, en las cuestiones bravas como las bélicas, o en esos momentos complicados donde brama el peligro y la vida está amenazada, es necesaria la sangre fría”, se despide Martínez.

A pesar de que ha sido escrita hace 55 años, “Jugo de tomate” nunca ha perdida vigencia. Con el tiempo ha sido interpretada por numerosos artistas. Entre sus versiones más conocidas está la realizada por Suéter, incluida en 20 caras bonitas (1985), con Charly García en los coros.

Alejandro Lerner hizo su propia versión en Entrelíneas (1990) y el mismo Charly García junto a Claudio Gabis grabó una versión para el álbum del guitarrista Convocatoria (1996). También la grabó Ricardo Iorio en su segundo álbum solista, Ayer deseo, hoy realidad, y hasta El Indio Solari interpretó este tema pegado a “Un Tal Brigitte Bardot”, en vivo, junto a su banda Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, en un concierto brindado en noviembre de 2010.