Sam Altman, CEO de OpenAI (REUTERS/Kim Kyung-Hoon/Foto de archivo)

El CEO de OpenAI, Sam Altman, hizo un llamado el jueves a los gobiernos del mundo para que inviertan en infraestructura de IA, mientras crecen las dudas sobre si la empresa creadora de ChatGPT, la compañía privada más valiosa del mundo, puede absorber los enormes costos de la inteligencia artificial.

Lo que sí creemos que tendría sentido es que los gobiernos construyan (y sean dueños de) su propia infraestructura de IA, pero entonces los beneficios de eso también deberían repercutir en el gobierno”, escribió Altman en una extensa publicación en X, aclarando la postura de OpenAI en medio del creciente escrutinio de los ambiciosos planes de gasto de la compañía.

La empresa detrás de ChatGPT fue objeto de escrutinio después de que su directora financiera, Sarah Friar, declarara en una conferencia empresarial el miércoles que el gobierno de Estados Unidos podría ayudar a atraer la enorme inversión necesaria para la computación e infraestructura de IA garantizando préstamos para financiar su desarrollo.

Tras las duras críticas, la ejecutiva se retractó posteriormente de la declaración, diciendo que su punto había sido explicado de manera torpe, algo que Altman reiteró en su propia publicación.

No tenemos ni queremos garantías gubernamentales para los centros de datos de OpenAI”, escribió Altman.

“Creemos que los gobiernos no deberían favorecer ni perjudicar a unos ni a otros, y que los contribuyentes no deberían rescatar a empresas que toman malas decisiones comerciales o que pierden en el mercado”, añadió.

Si cometemos errores y no podemos solucionarlos, deberíamos fracasar, y otras empresas seguirán haciendo un buen trabajo”, dijo Altman.

Estos comentarios surgieron en un momento en que OpenAI enfrenta interrogantes sobre su trayectoria financiera.

Ilustración del logotipo de OpenAI

OpenAI se ha convertido en una empresa clave, y la carrera por la IA, impulsada por el lanzamiento de ChatGPT, ha llevado a Wall Street a alcanzar nuevos récords, incluso cuando crecen las dudas sobre la salud general de la economía estadounidense.

Altman afirmó que la empresa espera alcanzar más de 20 mil millones de dólares en ingresos anualizados este año, un logro significativo para una startup, y que está considerando compromisos de inversión en infraestructura de aproximadamente 1,4 billones de dólares durante los próximos ocho años.

Esto incluye una alianza de 300 mil millones de dólares con Oracle y el proyecto Stargate de 500 mil millones de dólares con Oracle y SoftBank, anunciado en la Casa Blanca en enero.

Proyectó que los ingresos de OpenAI crecerán hasta alcanzar cientos de miles de millones de dólares para 2030, impulsados ​​por dispositivos de consumo aún no lanzados, robótica y descubrimientos científicos basados ​​en IA.

Dada la importancia estratégica de la tecnología, Altman argumentó que la creación de una “reserva nacional estratégica de capacidad informática” tiene sentido para los gobiernos, sobre todo porque los proyectos de infraestructura de gran envergadura tardan años en completarse.

Citó las graves limitaciones de capacidad informática que ya obligan a OpenAI y a sus competidores a limitar la disponibilidad de sus productos y retrasar el lanzamiento de nuevas funciones, advirtiendo que el riesgo de una capacidad informática insuficiente supera el riesgo de una sobreinversión.