Los temores sobre posibles sanciones para empleados de empresas extranjeras en China resurgieron tras conocerse que una empleada del banco estadounidense Wells Fargo no puede salir del país, según informó Reuters. Diversos grupos empresariales, diplomáticos y ejecutivos extranjeros consideran que el caso refleja una tendencia a largo plazo, que había parecido disminuir ante los intentos de Beijing por atraer inversión extranjera ante la desaceleración de la economía china.
El incidente afecta a Chenyue Mao, nacida en Shanghái y responsable del negocio internacional de factoring del banco. Mao, ciudadana estadounidense, quedó sujeta a la prohibición de salir del país después de entrar a China en las últimas semanas, según publicó The Wall Street Journal y confirmó una fuente a Reuters. Tras estos hechos, Wells Fargo suspendió todos los viajes corporativos a China.
Consultada por correo electrónico, una respuesta automática de Mao señaló que ella se encontraba “de viaje internacional por negocios”.
Respecto al caso, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Lin Jian, declaró que no tenía información al respecto y aseguró que China mantiene su compromiso de ofrecer un entorno favorable a las empresas extranjeras. La embajada de Estados Unidos en Beijing declinó comentar detalles concretos por razones de privacidad, pero informó que mantiene conversaciones con las autoridades chinas sobre el impacto que las prohibiciones de salida arbitrarias tienen para los ciudadanos estadounidenses y las relaciones bilaterales. El vocero pidió a China permitir el retorno inmediato de los afectados.
La Fundación Dui Hua, organización no lucrativa dedicada a la defensa de presos políticos en China, estima que hay más de 200 estadounidenses en territorio chino afectados por detenciones “injustas” o por medidas coercitivas como las prohibiciones de salida. El Departamento de Estado de Estados Unidos actualizó en noviembre de 2024 su aviso de viaje para la China continental, recomendando ejercer mayor cautela ante la aplicación arbitraria de leyes locales, incluidas las restricciones de salida.
Según una encuesta de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China, realizada entre sus miembros el año pasado, un 9% reportó dificultades para atraer extranjeros a trabajar en China por preocupaciones sobre su seguridad personal y posibles responsabilidades penales o civiles, como redadas empresariales, detenciones arbitrarias o prohibiciones de salida. Además, un 4% de las 128 empresas consultadas indicó que los viajes de trabajo desde China a sus sedes habían resultado afectados por la imposibilidad de empleados de salir del país.
No existen datos oficiales sobre el número de personas sujetas a estas restricciones en China, pero la ONG Safeguard Defenders considera que hay decenas de miles de personas afectadas, la gran mayoría de nacionalidad china, según estadísticas judiciales.
Un estudio académico de 2022 registró 128 casos de extranjeros restringidos para salir de China entre 1995 y 2019, incluyendo a 29 estadounidenses y 44 canadienses; alrededor de un tercio tenía relación empresarial. El abogado James Zimmerman, con sede en Beijing y ex presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en China, explicó que estas medidas suelen emplearse para evitar la huida de testigos o sospechosos y estimó que “la mayoría de las veces” tienen base legal, aunque admitió casos de abuso, incluidas motivaciones políticas. Zimmerman destacó que el proceso para levantar una prohibición de salida es opaco y puede resultar largo y complejo por ausencia de mecanismos como la libertad bajo fianza.
Otros episodios recientes han involucrado a ejecutivos de entidades como el banco japonés Nomura Holdings, la firma estadounidense de análisis de riesgos Kroll y el gestor suizo de patrimonios UBS.
Por su parte, el copresidente del Comité de Asuntos Asiáticos del Colegio de Abogados de la Ciudad de Nueva York, Benjamin Qiu, estimó que los viajes a China son actualmente menos riesgosos, salvo para empresas objeto específico de investigaciones estatales o cuando se trata de viajeros de origen étnico chino, que enfrentan mayores riesgos.
Ejecutivos de bancos extranjeros expresaron la esperanza de que el caso de Wells Fargo no marque un endurecimiento sistémico. Un banquero de mercados de capitales en Hong Kong, que prefirió no identificarse, sostuvo que las operaciones y viajes a China son esenciales para su firma y expresó su deseo de que este suceso sea “un caso aislado”.
(Con información de Reuters)