“Ella sabía que tenía pedido de captura”, le dijo un investigador a Infobae sobre el arresto de una adolescente de 18 años que era buscada por Interpol desde mayo pasado por un ataque de viudas negras en San Isidro, ocurrido a inicios de 2024, y que comandó su hermana mayor. A la chica la atrapó la Policía de la Ciudad este martes cuando quiso entrar a ver Sacachispas y Acassuso (1-1) por la Primera B. “Le pidieron el DNI y ahí saltó que estaba prófuga”, añadieron. Tan simple y tan complejo a la vez. Casi un año se había mantenido en la clandestinidad y con todos sus cómplices presos.
Ahora, la sospechosa, que era menor al momento de haber sido parte de la banda que engañó, drogó y le desvalijó la casa a un hombre en San Isidro, pasó la noche en una celda y luego fue indagada por el fiscal de menores Andrés Zárate, pero eligió el silencio.
Imputada por el delito de robo triplemente agravado por ser perpetrado en poblado y en banda, mediante la utilización de estupefacientes enfrenta una pena que va de los 5 a los 20 años de cárcel. Según pudo saber este medio, en la audiencia de prisión preventiva que se hará este viernes en el Juzgado de Garantías del Joven N°3 de San Isidro, a cargo del juez Mariano Giglio, el fiscal pedirá que siga presa.
“Si queda presa y fuera menor de edad, iría a un instituto. Pero al haber cumplido la mayoría, y aun cuando tenía 17 años al momento del hecho, irá a una celda del Servicio Penitenciario Bonaerense porque el sistema así lo exige”, aclararon las fuentes con acceso al expediente.
“No es lo mismo para la Justicia que se presente sola a que la tengan que buscar. Además, le allanaron el domicilio y no estaba. Sabía que tenía un pedido de captura”, destacaron y dijeron que el único punto a favor de la detenida es que no tiene antecedentes penales.
El caso por el que buscaban a la adolescente de 18 años que ahora está presa sucedió en las primeras horas del 27 de enero de 2024. Para ese entonces tenía 17 años. Esa madrugada, alrededor de las 2, la hermana mayor de la detenida, que se hacía llamar “Micaela” en las redes sociales, comenzó con un contacto por una aplicación de citas con la víctima.
El hombre que luego sería drogado y robado, como suele pasar en estos casos, cayó en la trampa e invitó a “Micaela” su casa de San Isidro. Allí, siguiendo el manual de la viuda negra, la chica llegó a destino y, en cuanto tuvo la oportunidad, le puso algo en la bebida al dueño de la propiedad y lo durmió.
Eran ya las 4.30 cuando “Micaela” les abrió la puerta de la casa de la víctima a un hombre, otra mujer y a su hermana de entonces 17 años.
Hoy, todos los sospechosos están presos. La adolescente fue la última en caer. Su familiar, incluso, hace tiempo que duerme en el penal de Ezeiza. La causa contra los otros tres imputados en la causa se tramita en Lomas de Zamora, donde todos tenían expedientes abiertos previamente, agregaron las fuentes del caso consultadas.
Lo cierto es que ese 27 de enero de 2024, a las 4.30, con la víctima engañada, drogada y dormida, los cuatro le robaron la camioneta Volkswagen Amarok y la cargaron con todo lo que pudieron: dispositivos electrónicos, valijas y bolsos, camperas, dos cajas fuertes digitales de color negra chicas de 30×25 centímetros que en su interior contenían monedas antiguas, un celular, los pasaportes de la víctima, herramientas varias, perfumes, relojes y un Rolex, dinero en efectivo, tarjetas de crédito y hasta la SUBE.
Con la camioneta cargada, los cuatro huyeron. Recién cuando la víctima despertó del sueño inducido por la viuda negra, logró entender que todo había sido una trampa e hizo la denuncia.