Jeannette Jara. REUTERS/Rodrigo Garrido

Poco más de cien años tras su creación, el Partido Comunista de Chile parece haber encontrado a una de sus mejores candidatas presidenciales.

Jovial, pragmática y poco dogmática, Jeannette Jara encarna todas las características que la gente no suele asociar con el partido. Eso explica por qué la exministra de Trabajo ha dado un salto en las encuestas antes de las primarias de los partidos de izquierda del domingo, según las analistas que participaron en una mesa redonda con Bloomberg.

“Jara ha mostrado tener ese carisma y conexión con las masas y con ese votante que no tiene ideología política, pese a la enorme carga que significa en Chile ser comunista”, afirmó Loreto Cox, profesora en la Escuela de Gobierno de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Eso no quiere decir que Jara tenga ganada la primaria, y mucho menos las elecciones presidenciales que se celebrarán en noviembre. Muchos chilenos siguen considerando imposible votar a un comunista, un partido asociado al desastroso experimento económico del gobierno socialista del presidente Salvador Allende entre 1970 y 1973, que terminó con un golpe militar liderado por Augusto Pinochet.

Jara demostró su pragmatismo anteriormente este año cuando ayudó a negociar con la derecha la reforma del sistema privado de pensiones de Chile, rompiendo un impasse sobre los cambios que había durado una década.

Jeannette Jara se toma un selfie con el ministro de Economía, Mario Marcel. REUTERS/Rodrigo Garrido

“Ella habla muy poco en jerga partidaria”, dijo Magdalena Browne, decana de la escuela de comunicaciones de la Universidad Adolfo Ibáñez. “Habla con un lenguaje que la gran gracia es que apela al sentido común y a la experiencia cotidiana”.

Este domingo se elegirá a uno de cuatro candidatos que pasará a la primera vuelta de noviembre, donde se enfrentará a candidatos de la derecha y el centro. Las últimas encuestas muestran una dura competencia entre Jara y la exministra del Interior Carolina Tohá, quien proviene de la coalición más moderada que gobernó Chile durante dos décadas tras el fin de la dictadura de Pinochet en 1990.

Historia comunista

Jeannette Jara habla durante una entrevista. EFE/ Elvis González

Chile, conocido por ser el único país del mundo en haber elegido democráticamente a un jefe de Estado marxista en 1970, nunca ha votado a un presidente de las filas del Partido Comunista. Salvador Allende era socialista.

El candidato del partido para las elecciones de 2021, Daniel Jadue, vio cómo su apoyo se derrumbaba al alienar a votantes con sus posturas rígidas y doctrinarias.

El ascenso de Jara se produce ahora en medio del inesperado auge del socialista democrático Zohran Mamdani, quien ganó las primarias demócratas para la alcaldía de Nueva York. Ambos casos ponen de relieve el desorden en sus respectivos sectores políticos.

En el caso de Jara, demuestra la desconfianza entre los partidarios de Tohá, así como la débil posición del partido gobernante, el Frente Amplio, que ha apostado por el diputado Gonzalo Winter, de 38 años, para la presidencia, coinciden Browne y Cox.

El cuarto contendiente en las elecciones del domingo es Jaime Mulet, un congresista conocido por defender las regiones más pobres fuera de la capital y que cuenta con muy poco apoyo.

Regreso de la derecha

La ministra de Trabajo de Chile, Jeannette Jara, habla durante una sesión en el Congreso en Valparaíso, Chile. REUTERS/Rodrigo Garrido

Las recientes elecciones municipales indicaron un giro hacia el centro tras un breve periodo de polarización después del estallido social en 2019. A futuro, el regreso de la derecha a la presidencia parece casi inevitable.

En ese sentido, “esta es una primaria por la hegemonía de lo que está a la izquierda del centro” y pueden tener poca relevancia para las elecciones presidenciales, afirmó Cox. A nivel mundial, la mayoría de las coaliciones gubernamentales que se presentaron a la reelección el año pasado fracasaron, añadió.

Además, el gobierno del actual presidente Gabriel Boric tiene bajos niveles de aprobación y la preocupación de los votantes por la delincuencia favorece a la oposición.

El ganador del domingo se enfrentará al ultraconservador José Antonio Kast, la candidata de derecha Evelyn Matthei y Johannes Kaiser, un libertario radical y outsider.

Jara habla con los medios de comunicación. REUTERS/Rodrigo Garrido

Al igual que Jara, Kast también ha ganado terreno en las encuestas, superando incluso a Matthei. Más que indicar una preferencia clara por los candidatos más extremos, su ascenso se ha visto facilitado por numerosos errores de campaña de Matthei.

Para Cox y Browne, Matthei no ha sabido organizar su equipo ni comunicar un mensaje claro sobre sus planes para el país. Al mismo tiempo, la presencia de Kaiser ha contribuido a que Kast parezca relativamente más moderado, y también ha sabido aprovechar las preocupaciones más acuciantes de los votantes.

“Kast encarna bien la demanda por seguridad, que es la principal demanda de la ciudadanía”, afirmó Browne.

En ese contexto, una victoria de Jara en las primarias haría casi segura la victoria presidencial de la derecha, incluso si Kast llegara a la segunda vuelta de diciembre.

“Tohá tendría más posibilidades contra Matthei o Kast que Jara, porque el electorado es moderado”, afirmó Cox. “No se puede descartar por completo una segunda vuelta entre Kast y Matthei”.

(Bloomberg)