El economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Philip Lane, consideró este martes que tiene sentido tomar las decisiones sobre los tipos de interés en cada reunión según sean los datos económicos que llegan.
Lane dijo en una conferencia macroeconómica y financiera en Fráncfort que “la incertidumbre debilita la transmisión de la política monetaria”, es decir cómo llegan las bajadas de los tipos de interés del BCE a la economía real.
La incertidumbre “puede distorsionar y a veces reprimir la transmisión de la política monetaria”, según Lane.
“Esto implica que se requiere una intervención monetaria más poderosa para lograr un objetivo político determinado”, consideró el economista jefe del BCE.
Al mismo tiempo, añadió Lane, los responsables de la política monetaria deben lograr un equilibrio entre actuar de forma más poderosa y esperar y ver si la incertidumbre se corrige de manera oportuna.
La incertidumbre se ha reducido desde los máximos del segundo trimestre pero sigue elevada en comparación con las normas históricas, consideró el economista irlandés.
Una incertidumbre elevada disminuye el impacto de las bajadas de los tipos de interés en las inversiones de las empresas.
El BCE incrementó sus tipos de interés entre julio de 2022 y septiembre de 2023 desde -0,5 % hasta el 4 %, nivel en el que los mantuvo durante nueve meses.
En junio de 2024 comenzó a bajar las tasas de interés y hasta junio de 2025 las redujo en 200 puntos básicos, por lo que ahora están en el 2 %.
Lane observa que los mercados no esperan que el BCE vuelva a un entorno de tipos de interés bajos durante mucho tiempo.
El BCE, como otros bancos centrales, baja los tipos de interés para animar a los bancos a prestar y a las empresas y hogares a tomar préstamos, gastar e invertir, pero el impacto puede ser más débil durante periodos de elevada incertidumbre
El pasado año la incertidumbre de la política económica ha aumentado mucho, llegó a niveles récord en abril, debido a las tensiones comerciales y los riesgos geopolíticos.
La incertidumbre se sitúa en “niveles históricamente elevados a ambos lados del Atlántico”, cerca del pico visto durante la pandemia de la covid-19, apostilló Lane en una conferencia organizada por el BCE, el Banco de Pagos Internacionales (BPI) y el Centro para la Investigación de las Políticas Económicas.
Las tensiones entre EEUU y China son un riesgo clave
“Las tensiones en las relaciones comerciales entre EEUU y China son una fuente clave de riesgo”, advirtió.
Si estas tensiones persisten, añadió Lane, los exportadores chinos tratarán de redirigir sus productos a mercados que no sean EEUU, por lo que aumentará la competencia para las empresas europeas.
Ese aumento de la competencia lastrará la demanda de los sectores europeos exportadores, reduciendo sus ganancias y debilitará la transmisión de las bajadas de los tipos de interés del BCE a través del flujo de caja y los balances.
Además, añadió, “las tensiones comerciales pueden alterar las cadenas de suministro, amplificando los riesgos que afrontan los bancos al prestar a las empresas que participan en el comercio internacional”.
Lane advirtió de que los hogares que trabajan en sectores manufactureros están preocupados por el efecto negativo de los aranceles, esperan que sus ingresos caigan y que el acceso al crédito sea más restringido, por lo que anticipan solicitar menos créditos.
Al mismo tiempo, los hogares con ingresos más bajos empiezan a tener dificultades para pagar las hipotecas.
Los bancos no tienen problemas importantes de liquidez en dólares
Por otro lado, Lane advirtió de que las inusuales ventas masivas de valores del Tesoro estadounidense y la depreciación del dólar dificultaron a los bancos de la zona del euro confiar en sus activos líquidos denominados en dólares que anteriormente se consideraban refugios seguros.
No obstante, hizo hincapié en que los bancos no tuvieron problemas de liquidez en dólares considerables, incluso, a comienzos de abril, en el momento álgido de la volatilidad en los tipos de cambio.
(Con información de EFE)