Desde que oficializó su separación de Rusherking en junio pasado, Ángela Torres se muestra más activa y vibrante que nunca en el plano personal y profesional. Su vida se divide entre nuevos proyectos, música, grabaciones y su creciente popularidad entre seguidores que no se pierden ni un solo detalle de su presente de soltera. Pero lo que más enciende las redes, y alimenta el famoso “shippeo” es su complicidad cada vez mayor con Marcos Giles, su compañero de aire en Nadie Dice Nada (Luzu). Frente a la cámara, los gestos, miradas y salidas juntos suman capítulos a una historia que ya todos consideran mucho más que una amistad.
El último episodio de este romance mediático se dio en pleno streaming, cuando la cantante se puso a entonar las primeras estrofas de “Yo no soy esa Julieta”, el recordado tema de la serie Simona que protagonizó en 2018. Mientras Ángela cantaba con entrega, sentado a su lado Marcos la miraba con atención y, cada tanto, ella le devolvía la mirada. La escena sumó tensión a cada segundo y el set se volvió pura expectativa.
En medio del clima distendido, otro de los compañeros, Davo Xeneize, también se sumó a la canción. Fue allí cuando Giles comenzó a acercarse lentamente a Ángela. En un movimiento inesperado, le corrió el pelo con delicadeza, tras lo cual la cantante bromeó al respecto. “Se tarda”, dijo la sobrina de Diego Torres generando risas tanto en el estudio como en el chat del vivo. Antes de que la audiencia pudiera procesar lo que sucedía, Marcos la sorprendió con un beso fugaz, plantando un gesto romántico que desconcertó y encendió aun más el ánimo de los presentes. Incluso Nico Occhiato, conductor del ciclo, terminó aplaudiendo el momento y aportando el toque de celebración a una escena que se volvió viral en apenas unos segundos.

Redes sociales mediante, el shippeo llegó a picos de intensidad. Una lluvia de comentarios y memes ocupó X e Instagram. “Viva el amor y Margelita”; “Estoy pegada a la pantalla”; “Tenés que cerrar el estadio”; “Necesito ese tipo de romance en mi vida”; “Revivió el amor con esta pareja”; fueron algunos ejemplos del furor por Ángela y Marcos. Los usuarios, atentos a cada interacción, corearon virtualmente la dupla y pidieron a gritos la oficialización del vínculo.
Pero este romance digital no es nuevo para los seguidores cautivos de Nadie Dice Nada. Desde mediados de septiembre, los guiños y las señales se vienen repitiendo. El miércoles pasado quedó claro cuando, ante la consigna de Occhiato sobre “si pasarían el Día de los Enamorados juntos si fuera la semana que viene”, Ángela y Marcos escribieron su respuesta en pizarras distintas. El “sí” de ella y el “yo también” de él desataron ovaciones en el estudio, euforia en las redes y una oleada de clips virales que circularon hasta ser tendencia.
La química creció de emisión en emisión, y los besos inocentes, risas compartidas, regalos en vivo y salidas nocturnas juntos pasaron a formar parte del folclore online que acompaña cada nuevo episodio. En uno de los tantos gestos que Giles tuvo con Ángela, no faltaron sorpresas como desayunos, guiños musicales y momentos de distensión que ampliaron la leyenda alrededor de la pareja.
Por si hiciera falta sumarle condimentos, la historia de Marcos es también materia de relato para los fans. Exfutbolista con pasado en Claypole y experiencia internacional en Nueva Zelanda e Italia, reinventó su carrera como streamer pospandemia y fue ahí donde nació el “Margelita”, apodo característico que sus seguidores usan para referirse a la unión con Torres.
Mientras tanto, ellos alimentan el misterio y la ilusión con gestos tan espontáneos como magnéticos, entre canciones, miradas, y esa energía en vivo que enamora a los espectadores. Así, la historia va sumando episodios de complicidad: desde ese beso inesperado hasta las bromas al aire, los regalos, las cenas compartidas y el runrún de que entre Torres y Giles, tarde o temprano, puede nacer el gran romance de la nueva generación digital. Por ahora, los fans no piden confirmación: con cada streaming, el shippeo ya tiene vida, memes y banda sonora propia.