Estados Unidos e Irán comenzaron este sábado una nueva ronda de negociaciones nucleares indirectas en Omán, en el tercer encuentro de este tipo entre ambas partes y que incluirán por primera vez una reunión técnica acerca de cómo limitar el programa atómico iraní.
El encuentro indirecto de las delegaciones de cada país comenzó a media mañana en Mascate (Omán), que ejerce como mediador, informó la televisión estatal iraní.
El ministro iraní de Exteriores, Abás Araqchí, y el enviado especial estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, liderarán a sus respectivos países en las negociaciones que se producen de nuevo en Mascate, y, como en ocasiones anteriores, son indirectas con mediación omaní.
Los dos históricos rivales comenzaron nuevas negociaciones nucleares el 12 de abril y hasta ahora se han celebrado dos rondas en Omán y Roma, que ambas partes han calificado de constructivas.
En la reunión de hoy, además de la principal, se celebrará por primera vez otra técnica, que estará liderara por Michael Anton por parte estadounidense y por los viceministros de Exteriores Majid Takht Ravanchi y Kazem Gharibabadi, por parte iraní.
El inicio de encuentros técnicos se presentó como el avance a una nueva fase tras la reunión de Roma por parte de Araqchí, quien afirmó que habían logrado un “mejor entendimiento” con su contraparte estadounidense.
En vísperas del nuevo encuentro, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo en una entrevista con la revista Time que está abierto a reunirse con los líderes iraníes o el presidente de Irán.
Al ser preguntado sobre si estaba dispuesto a reunirse con el líder supremo, Alí Khameneí, o con el presidente, Masud Pezeshkian, respondió un simple: “Claro”.
“Creo que llegaremos a un acuerdo con Irán. Nadie más podría hacerlo”, agregó Trump al medio.
Estas declaraciones se producen tras una reunión la semana pasada entre los dos países para definir el marco de un posible acuerdo nuclear y la víspera de que este sábado vuelva a haber negociaciones en Omán.
Hasta ahora, Trump ha repetido amenazas militares contra el país persa en caso de no cerrar un acuerdo y ha reimpuesto la llamada “política de máxima presión” contra Teherán, después de que abandonase el pacto nuclear de 2015.
Tras la salida estadounidense del acuerdo que limitaba el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones, Teherán ha acelerado de manera significativa su capacidad atómica.
En las negociaciones, el régimen de Irán busca el levantamiento de las sanciones económicas y solo limitar su capacidad nuclear, mientras que Estados Unidos han apuntado también al programa de misiles iraní y al apoyo de Teherán a grupos regionales como los hutíes del Yemen.
Teherán insiste en que no negociará su derecho a enriquecer uranio, mientras que Washington ha mencionado en público las posibilidades de desmantelar completamente el programa atómico iraní o que adquiera uranio enriquecido a otro país.
El régimen de Irán siempre ha negado que busque armas atómicas.
(Con información de EFE)