Los ministros de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur mantuvieron este lunes una reunión clave en el marco de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, centrando su agenda en las crecientes tensiones que rodean al Estrecho de Taiwán y la actividad militar china en la región.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, junto al canciller japonés Takeshi Iwaya y el ministro surcoreano Cho Hyun, emitieron un comunicado conjunto donde manifestaron de forma explícita su “preocupación por las acciones desestabilizadoras cada vez más frecuentes alrededor de Taiwán”.
El documento consensuado destaca la importancia de “mantener la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán” e insta a todas las partes a abstenerse de cualquier intento unilateral de alterar la situación actual de la isla.
“Nos oponemos a cualquier intento unilateral de cambiar el statu quo”, subraya el texto firmado por los tres diplomáticos.
El comunicado incluye además un rechazo contundente a las reclamaciones territoriales de China en el mar Meridional.
“Nos oponemos firmemente a las reclamaciones marítimas ilegales en el mar de China Meridional, así como a los intentos de imponer tales reclamaciones”, señala el texto.
La posición común sostiene la defensa de un “Indo-Pacífico libre y abierto” y la adhesión al derecho internacional como base de la gobernanza regional.
Otra de las prioridades fue la situación de Corea del Norte. Rubio, Takesh y Hyun reafirmaron su “compromiso firme con la desnuclearización completa” de la península y la continuidad del régimen de sanciones a la dictadura de Pyongyang.
Manifestaron su “seria preocupación” por la colaboración militar en aumento entre Rusia y Corea del Norte, especialmente el suministro de misiles de largo alcance por parte de Pyongyang a las fuerzas armadas rusas.
“Urgimos a Rusia y Corea del Norte a detener inmediatamente estas actividades”, indica el comunicado, que demanda el cumplimiento estricto de la Carta de las Naciones Unidas y todas las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad.
Protección de cables submarinos en Taiwán
Al margen de las discusiones diplomáticas en Nueva York, la atención internacional también se centró en los recientes incidentes que han afectado la infraestructura crítica taiwanesa. El 19 de septiembre, el gobierno de Taiwán aprobó un paquete legislativo con la intención de reforzar la defensa de cables y tuberías submarinas vitales para las telecomunicaciones y la seguridad del territorio. Las nuevas normas surgieron tras una serie de incidentes recientes atribuidos a embarcaciones asociadas con intereses chinos.
“Este año se han producido múltiples incidentes de buques de conveniencia que dañaron de forma ilegal cables de telecomunicaciones, lo que ha afectado gravemente la seguridad del territorio y de infraestructuras críticas”, denunció el primer ministro taiwanés, Cho Jung-tai.
Las embarcaciones de bandera de conveniencia, aquellas que navegan con registros diferentes al país de los propietarios, han sido identificadas como fuentes de estas actividades que generan frecuentes interrupciones en los servicios de comunicación.
El paquete bautizado como las “Siete Leyes de Cables Submarinos” contempla nuevas infracciones, sanciones más severas ante negligencias, y la confiscación de equipos y embarcaciones involucradas en daños. La legislación se anunció un semestre después de la captura del ‘Hong Tai 58’, un buque de bandera togolesa y vinculado a China, acusado de provocar daños en un cable bajo el mar frente a la costa de la isla.
De acuerdo con la Oficina de Seguridad Nacional de Taiwán, la isla cuenta con catorce cables submarinos internacionales y diez nacionales, y registra un promedio anual de siete a ocho incidentes de corte de cables. Las autoridades argumentan que estos sucesos forman parte de “actividades en zona gris” por parte de Beijing orientadas a aumentar la presión sobre el gobierno de Taipei, encabezado por William Lai, a quien el gobierno chino califica como “independentista”.
(Con información de EFE)