El director del Adam Smith Center for Economic Freedom de Florida International University, Carlos Diaz Rosillo, moderó el panel del que participaron Eduardo Frei, ex presidente de Chile; Laura Chinchilla, ex presidenta de Costa Rica, y Felipe Larraín, ex ministro de Hacienda de Chile (LCS)

El Latin Consumer Summit, evento que en su tercera edición se consolida como un espacio para analizar el comportamiento del consumidor latino y las tendencias del sector comercial, abrió sus puertas nuevamente en la ciudad de Miami.

Con un formato que combina conferencias, workshops y espacios de networking, el encuentro reúne a algunos de los líderes más destacados de la región para compartir ideas, perspectivas y soluciones para los retos que enfrenta América Latina.

Entre sus principales ponentes se encontraron Eduardo Frei, ex presidente de Chile; Laura Chinchilla, ex presidenta de Costa Rica, y Felipe Larraín, ex ministro de Hacienda de Chile. El panel fue moderado por Carlos Díaz Rosillo, director fundador del Adam Smith Center for Economic Freedom de la Florida International University.

Los panelistas del 3er Latin Consumer Summit. Eduardo Frei, ex presidente de Chile; Laura Chinchilla, ex presidenta de Costa Rica, y Felipe Larraín, ex ministro de Hacienda de Chile y el moderador Carlos Díaz Rosillo (izquierda), director fundador del Adam Smith Center for Economic Freedom de la Florida International University (LCS)

En este contexto, los participantes analizaron algunos de los principales desafíos que enfrenta la región, abordando temas que van desde la inseguridad y la falta de integración económica hasta la necesidad de fortalecer la democracia y promover nuevos modelos de desarrollo.

Frei y Chinchilla tienen grandes coincidencias. Ambos fueron presidentes, ambos fueron legisladores y ambos comparten haber sido profesores en el Centro Adam Smith que trae a ex funcionarios del nivel más alto a dar clases en la universidad. Todavía no hemos tenido al ministro Larrain”, indicó Diaz Rosillo en un tramo de su moderación del prestigioso panel y antes de introducir a los expositores.

Los atascos al desarrollo

Durante su intervención, Frei reflexionó sobre las barreras que están frenando el desarrollo socioeconómico de Chile y, por extensión, de la región.

Según el ex presidente chileno, uno de los principales problemas radica en la incapacidad del sistema político para destrabar grandes proyectos de inversión, lo que deja en el aire importantes oportunidades de desarrollo.

“Chile tiene proyectos de 100 mil millones de dólares, pero no avanzan por la burocracia; tenemos el vicio de la política”, explicó.

Eduardo Frei, ex presidente de Chile (LCS)

Este freno no solo afecta al crecimiento económico del país, sino que también condiciona la confianza empresarial y social, un mal que identifica en varias democracias latinoamericanas.

El ex presidente también llamó la atención sobre el impacto que el populismo ha tenido en la región en las últimas décadas. Al hacer referencia a naciones como Venezuela y Cuba, afirmó que las experiencias autoritarias y el éxodo masivo de ciudadanos debido a la falta de oportunidades económicas son un recordatorio de lo que la región debe evitar a toda costa.

En sus propias palabras: “Venimos del populismo, lo vimos en Cuba hace 60 años y en Venezuela con 4 millones de migrantes”.

Otro tema que abordó Frei en profundidad fue el aumento de la inseguridad en Chile, señalando que este fenómeno afecta directamente la capacidad del país para avanzar como sociedad. Se refirió a los “trenes criminales”, una metáfora que describe el avance del crimen organizado.

Tenemos más de ocho años con trenes [criminales] que afectan a Chile; la seguridad no deja que avance el país”, indicó.

En este sentido, destacó que más allá de los desafíos internos, es esencial apostar por el entendimiento entre los sectores públicos y privados para fortalecer la democracia como concepto y práctica.

“El sector público y el privado se entienden, eso hace la democracia”, dijo el ex mandatario.

Gobernabilidad y acuerdos nacionales: el caso de Costa Rica

Por otro lado, Laura Chinchilla, ex presidenta de Costa Rica, aportó una visión sobre la importancia de lograr consensos nacionales para construir una hoja de ruta clara hacia el desarrollo.

Laura Chinchilla, ex presidenta de Costa Rica (LCS)

Según ella, para que una nación pueda avanzar, es indispensable implementar proyectos de largo plazo que trasciendan los ciclos políticos.

“Para desarrollar un proyecto de nación se requiere una serie de acuerdos. Costa Rica se ha convertido en un ejemplo de cómo avanzar en una visión concreta”, afirmó.

Enfatizó que esta estabilidad ha permitido a su país convertirse en un referente en gobernanza, sostenibilidad y derechos humanos.

Sin embargo, Chinchilla también advirtió sobre las dificultades que enfrenta América Latina en materia de gobernabilidad. Según la ex mandataria, la región carga con un historial de inestabilidad política y complejidades institucionales que han limitado su capacidad para lograr avances sostenidos.

“La gobernabilidad tiende a ser la variable más débil de América Latina. Esto siempre deja una sensación de oportunidades perdidas”, reflexionó.

En este sentido, consideró que los largos periodos de gobierno usualmente deseados no son necesariamente la mejor solución, abriendo el debate sobre la periodicidad y las dinámicas del sistema democrático en la región.

La integración económica como punto pendiente

En línea con las intervenciones anteriores, el ex ministro de Hacienda de Chile, Felipe Larraín, centró su análisis en la falta de integración económica como uno de los grandes desafíos de América Latina para alcanzar un desarrollo pleno.

Felipe Larraín, ex ministro de Hacienda de Chile (LCS)

Según Larraín, la región aún está lejos de consolidar una verdadera integración, a pesar de la existencia de múltiples acuerdos comerciales entre países. Sus palabras sintetizan su diagnóstico: “No tenemos ningún país desarrollado en la región, y eso se logra con la integración, pero nuestra integración es pobre”.

Larraín destacó que uno de los principales obstáculos para esta integración es la ausencia de instituciones sólidas y efectivas que permitan una verdadera colaboración transnacional.

Asimismo, lamentó que no se haya avanzado hacia un comercio plenamente libre dentro de la región, lo que limita la capacidad de los países latinoamericanos para competir en mercados globales. A esto, sumó la problemática de la seguridad, que calificó como un gasto abrumador para las economías.

“Siete mil millones de dólares al año es el gasto en seguridad en Chile. El problema de la inseguridad también es un problema de la falta de integración regional”, puntualizó.

Una región con grandes desafíos y oportunidades

A lo largo de las conferencias, reflexiones como las de Eduardo Frei, Laura Chinchilla y Felipe Larraín dejaron en claro que América Latina enfrenta desafíos profundos pero no insalvables.

Los problemas estructurales como la inseguridad, la burocracia, el populismo, la fragmentación política y la falta de integración encuentran en este tipo de foros un espacio para ser debatidos desde una perspectiva constructiva.

El Latin Consumer Summit busca precisamente generar estos espacios de diálogo que permitan a los líderes y tomadores de decisión trazar hojas de ruta que no solo diagnostiquen los problemas, sino que también ofrezcan soluciones tangibles.

La tercera edición de este evento, celebrada en Miami, unió a diversos sectores bajo la consigna de identificar oportunidades y enfrentar los retos que trae consigo el mercado latino.

China y América Latina

Diaz Rosillo condujo también una conclusión respecto a la relación que deberían tener los países de América Latina respecto al papel que China está jugando en el plano regional.

Carlos Diaz Rosillo, director del Adam Smith Center de la Florida International University y moderador del panel de ex presidentes en el Latin Consumer Summit (LCS)

Como bien saben en Estados Unidos hay un gran énfasis respecto al nearshoring. Por décadas, tanto demócratas como republicanos, fomentaron que la forma de tratar con los chinos era con más comercio. Cuanto más comerciemos con los chinos, decía la teoría, más se van a parecer a nosotros: más democráticos y más capitalistas. Cuarenta años después nos dimos cuenta que no ha sido así“, dijo el académico y director del Adam Smith Center. ”Entonces -continuó- hay interés en que muchas empresas que se fueron a China regresen a Estados Unidos o a América Latina. Pero hemos visto que gran parte de esas inversiones se han ido a Cambodia, Vietnam y no a América Latina”.