El Gobierno de Ecuador anunció cambios en la cúpula de las Fuerzas Armadas como parte de lo que denominó una “nueva fase” en el enfrentamiento contra los grupos delincuenciales que operan en el país. La decisión se enmarca en el estado de conflicto interno que atraviesa Ecuador y responde, según las autoridades, a la necesidad de fortalecer la conducción estratégica de la institución militar frente a amenazas crecientes.
El general de división Henry Santiago Delgado Salvador fue designado como jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Con una trayectoria destacada en el Ejército, su nombramiento busca reforzar la coordinación interarmas y el liderazgo estratégico en el momento más delicado del conflicto interno, según comunicó el gobierno. Este nuevo nombramiento ha sido recibido con buenos ojos por la Fuerza Terrestre, que agrupa al mayor número de miembros militares y que tienen la mayor experiencia en operaciones.
En la Fuerza Terrestre, el general de división Iván Rodrigo Vásconez Hurtado, quien hasta ahora ejercía como inspector general de la institución, pasó a integrar la nueva línea de mando como comandante general. Ha realizado cursos en Brasil y en Estados Unidos sobre caballería, defensa hemisférica y planificación estratégica. Su experiencia lo llevó a desempeñarse como jefe de Operaciones de brigadas de selva y caballería, agregado de Defensa en Bolivia, director de la Academia de Guerra del Ejército y jefe de la Casa Militar Presidencial. Además, recibió reconocimientos como la condecoración Portete de Tarqui y distinciones en Bolivia y Paraguay. Vásconez ha combinado su vida castrense con la docencia en institutos militares y universitarios, e incluso colaboró como preparador físico de la selección ecuatoriana sub-17.
En la Fuerza Naval, el contralmirante Ricardo Manuel Unda Serrano fue nombrado comandante general. Ha ejercido cargos como comandante del Buque Escuela Guayas, agregado de Defensa en Corea del Sur, comandante del Comando de Guardacostas y director de Personal de la Armada. En su ascenso a contralmirante, lideró las áreas de Educación y Doctrina Naval, Intereses Marítimos y Operaciones Navales. Es ingeniero en Computación por la ESPOL y posee una maestría en Estrategia Militar Marítima, además de estudios en defensa en la ESPE. Su perfil académico y su paso por instituciones como PETROECUADOR y la Corporación Aduanera Ecuatoriana reflejan una formación amplia, reforzada por reconocimientos como la condecoración “Gran Collar de Honor al Mérito Militar”.
En la Fuerza Aérea, el brigadier general Mauricio Xavier Salazar Machuca asumió la jefatura como comandante general. Perteneciente a la trigésima novena promoción de oficiales, es licenciado en Ciencias Aeronáuticas Militares por la ESPE y especialista en Estudios Estratégicos de la Defensa. Su experiencia incluye el mando del Ala de Transporte N.º 11, la jefatura del Comando de Ciberdefensa y la dirección de Operaciones Aéreas del Comando Conjunto. Además, fue agregado de Defensa en Israel e instructor de vuelo en Estados Unidos. Entre sus condecoraciones figuran el Cóndor de los Andes en grado de Comendador, la Gran Cruz de Honor Militar y la Medalla de Servicios Meritorios en EE.UU. Hasta antes de su actual designación, se desempeñaba como jefe del Estado Mayor Institucional del Comando Conjunto.
El Ejecutivo argumenta que estas designaciones buscan reforzar las capacidades de las Fuerzas Armadas frente a la reconfiguración de las amenazas. En los últimos meses, el país ha experimentado un recrudecimiento de la violencia vinculada al crimen organizado, especialmente en la costa, donde bandas criminales se disputan territorios y rutas para el narcotráfico. En este contexto, el Gobierno insiste en que el liderazgo militar debe acompañar los esfuerzos de seguridad interna y respaldar las operaciones conjuntas con la Policía Nacional.
La recomposición de la cúpula castrense coincide con una fase en la que el Gobierno pretende profundizar las acciones militares en zonas consideradas de alto riesgo, como puertos, corredores logísticos y centros penitenciarios. Según analistas militares, el perfil de los nuevos jefes revela un énfasis en la experiencia internacional, la instrucción estratégica y la capacidad de interlocución con fuerzas aliadas en la región.