Los datos que se conocieron de noviembre y los indicadores que hay de diciembre brindan señales positivas para la actividad. Pero, más allá de las cifras de esos meses, 2024 habría terminado con una caída del producto bruto de 3%. Para el actual 2025, en tanto, se prevé un crecimiento del orden del 5%, en parte gracias al arrastre estadístico del año pasado y al dinamismo de algunos sectores que son claves para apuntalar los números de la economía.

”El Indec informó datos de actividad de noviembre, que anticipan que continúa la recuperación del EMAE (Estimador Mensual de la Actividad Económica). El índice de la industria (IPI) rebotó 0,4% mensual, y se encuentra en un nivel estable desde septiembre. A nivel anual (contra el último mes de la gestión de Alberto Fernández) cayó 1,7%, con diferencia entre sectores. El Indec también informó que la construcción reportó en noviembre un rebote de 2,2% mensual, aunque cayó un 24% anual. Para destacar, los permisos de edificación en 176 municipios a octubre fueron por 1,25 millones de metros cuadrados, el mismo nivel que en 2021-2023, y eso adelanta una normalización del sector en los próximos meses”, señaló Fernando Marull, economista y socio de FMyA en su informe semanal.

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En tanto, indicó también que en la última semana se conocieron datos de alta frecuencia que confirman que diciembre fue otro mes positivo en líneas generales, aunque el crecimiento mensual de la producción de autos fue leve y los datos de construcción fueron mixtos. “Así, estimamos que, en el promedio de 2024, el PBI habría caído 2,8%. Para 2025, esperamos que la actividad rebote **5%”, agregó.

Las proyecciones sobre las actividades de la construcción y la industria son cautelosas

En el mismo sentido, en el informe diario del jueves de la firma Facimex los analistas destacaron que los últimos datos sectoriales de actividad dieron señales de expansión en noviembre, recuperando parte de lo perdido en octubre, y que los primeros indicadores sectoriales de diciembre brindan señales positivas para la actividad. “La economía mostró un gran dinamismo en el cuarto trimestre de 2024 y las perspectivas son muy favorables para 2025. En este marco, esperamos que el PBI cierre 2024 con una caída del 2,2% y crezca 4,5% este año, con la actividad alcanzando el pico cíclico de 2017″, adelantaron.

Manuela Grassano, economista de la consultora Invecq, dijo por su parte que 2024 culminó con una caída cercana al 3%, menor a lo ante esperado, y que para 2025 se proyecta un crecimiento de entre 3,5% y 4%, con una recuperación de los sectores rezagados en 2024 y un mayor crecimiento en las producciones de petróleo, gas y litio.

El economista de Econviews Alejandro Giacoia dijo que su visión es que 2025 será un año bueno para la actividad, con un crecimiento del PBI en torno de 5%, aunque una parte es por el arrastre estadístico de 2024. “Vemos que el agro, la minería y la energía son los sectores que mejores perspectivas tienen. Para otros como la industria o la construcción tenemos algo más de cautela, dado que hay factores que pueden jugar a favor (aumento del crédito, normalización de importaciones de insumos) y otros en contra (tipo de cambio, freno en la obra pública)”, completó.

El agro es uno de los sectores más dinámicos

Por su parte, la consultora Abeceb tituló su informe sobre el tema con la frase: “Perspectivas sectoriales: de un 2024 para el olvido al año de la recuperación”. Los analistas consideran que todos los sectores tendrán una recuperación este año, de la mano de una macro estabilizada, un consumo que da señales de mejora y una mayor competitividad en las empresas, que están optimizando sus procesos y diversificaron su oferta.

Sin embargo, aclararon que los sectores que cayeron en el último año mejoran, pero no recuperan todo lo perdido (electrónica de consumo, aparatos de uso, construcción, siderurgia, industrias automotriz, de productos químicos, farmacéutica y de alimentos y bebidas). En tanto, los sectores que tuvieron un 2024 muy positivo (molienda de soja, producción agrícola, producción de petróleo y gas, servicios basados en el conocimiento y exportaciones mineras) mantienen la tendencia, pero con un menor dinamismo.