Lo que estaba debajo del colchón era más grande de lo se que se creía. Esa es la conclusión que comparte la mayoría de los estudios contables más relevantes del país y que encuentra sustento en los números del blanqueo. Según el último dato oficial, los bancos recibieron US$18.000 millones en efectivo y todavía quedan dos etapas más del Régimen de Regularización de Activos. Por este motivo, las expectativas iniciales comenzaron a quedarse cortas en este nuevo escenario. Hace dos meses, los especialistas proyectaban US$40.000 millones, pero ahora el número subió a US$50.000 millones.
“El cálculo de US$40.000 millones era optimista y, con este dato del blanqueo en efectivo, se van a superar los US$50.000 millones”, dijo César Litvin, titular de Lisicki, Litvin y Asociados, Por su parte, el abogado tributarista Diego Fraga consideró que “hay chances de pasar los US$40.000 millones”.
Según los especialistas, estas expectativas crecieron apalancadas por dos factores. Uno de ellos es la cifra de dinero en efectivo que entró al blanqueo durante la primera etapa y el segundo es el “factor Fatca”. Se trata del acuerdo entre la Argentina y Estados Unidos, que ya entró en vigencia y que habilitó el intercambio automático de información financiera entre ambos países.
“Ha blanqueado gran cantidad de gente que, ante la inestabilidad de los últimos años, incluso lo que era blanco lo convirtió en dólares que no estaban justificados; y, con el mínimo exento, se animaron a blanquear”, describió Litvin. Explicó que esta primera etapa del Régimen de Regularización de Activos fue “muy fuerte”, entre otros motivos, porque permitió blanquear hasta US$100.000 en efectivo sin costo alguno.
Ese beneficio sólo está vigente para la primera etapa del blanqueo, que el Gobierno prorrogó por segunda vez y que vencerá el próximo 8 de noviembre. Por esta razón, se prevé que el número de US$18.000 millones pueda rondar los US$20.000 millones.
“Hay un montón de casos de personas, con cuentas grandes, que las tienen en Estados Unidos en negro y con casi certeza van a ser informadas por el acuerdo de intercambio de información financiera. Entonces, todos esos se están metiendo en el blanqueo por miedo”, contó Fraga, a raíz de las consultas que recibe. Según informó el 2 de octubre la ex AFIP, ahora denominada ARCA, el Gobierno “recibió la primera tanda de datos sobre cuentas financieras de contribuyentes argentinos en los Estados Unidos”.
Pero, más allá de estos dos factores, la utilidad de las CERA también es señalada como un propulsor del blanqueo. El Gobierno habilitó usar esos fondos en distintas inversiones, como bonos locales, compra de maquinaria y proyectos inmobiliarios, entre otros. El ministro de Economía, Luis Caputo, había declarado que este blanqueo “no está hecho con un fin recaudatorio”, sino con el objetivo de inyectar recursos en la economía.
Sobre las próximas dos etapas del proceso, los especialistas aclararon que será más costoso, pero “los resagados pueden seguir entrando”, tal cual expresó Fraga. Un dato a tener en cuenta es que todos los bienes declarados en la segunda etapa, cuyo valor superen los US$100.000, tributarán 10%, pero no sobre el total, sino sobre el excedente. Lo mismo aplica para la tercera etapa, pero con una alícuota del 15%.
En el cierre del mejor octubre en años en términos financieros, el presidente, Javier Milei, escribió en redes sociales: “Gracias argentinos por la confianza en el plan económico”. El jefe del Ejecutivo realizó este posteo luego de que su vocero, Manuel Adorni, informara el dato de los US$18.000 millones de la primera etapa del blanqueo.
“Y si la confianza sigue subiendo en los próximos meses, entonces el blanqueo va a poder seguir absorbiendo más”, comentó Fraga. Por su parte, Litvin opinó que “el blanqueo es una muestra de confianza en el Gobierno, al punto que los blanqueos de gobiernos populistas no han tenido éxito ni confianza”. Y argumentó esa afirmación con los datos del régimen de regularización de activos impulsado durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, que en 2009 captó US$4300 millones.