Desde mediados de enero, el riesgo país no paró de subir. Con los bonos en precios de máximos históricos, sumada la incertidumbre que generó la política arancelaria más restrictiva de Estados Unidos con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y a la espera de que se concrete un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el indicador elaborado por el JP Morgan tendió al alza y acumuló un avance del 39,2%.
Actualmente, este indicador se ubica en 780 puntos básicos, valores que no se veían desde mediados de noviembre del año pasado. La fecha que marcó el quiebre de la tendencia bajista fue el 9 de enero, cuando el Gobierno cumplió con el pago de vencimientos de los bonos soberanos de deuda y el riesgo país cerró en 560 puntos básicos, mínimos en seis años. Desde entonces, acumuló un alza de 220 puntos básicos (39,2%).
Sigue el cobro de tasas municipales en las boletas de servicios mientras se esperan definiciones judiciales: qué puede hacer el usuario
La suba del riesgo país es la contracara de la caída que presentaron los bonos soberanos de deuda, ya que este índice mide la diferencia que pagan los títulos de los países emergentes frente a los del Tesoro de Estados Unidos, considerados los activos más seguros del mundo. Aunque se especulaba que el pago de los cupones de deuda podía dar inicio a una nueva etapa alcista, terminó en una toma de ganancias.
“Los bonos tienen una corrección que es reflejo del rally espectacular que tuvieron los activos argentinos en la última parte de 2023 y durante todo el año pasado. Los precios promedio de los bonos más que duplicaron y las acciones tuvieron retornos aún superiores. Es normal en cualquier proceso con tendencia alcista que haya movimientos contratendenciales, que es cuando los mercados toman ganancias, cambian de manos. Lo que hay que mirar de fondo son los fundamentos, que siguen los mismos que nos trajeron hasta acá y, por lo tanto, la tendencia para los activos argentinos sigue siendo positiva”, dijo Nicolás Max, director asset management de Criteria.
En el mismo sentido señaló Javier Casabal, senior fixed income strategyst de Adcap Grupo Financiero, quien remarcó que la toma de ganancias se dio luego de que los bonos alcanzaran precios en máximos históricos, y ante la expectativa de un acuerdo favorable con el FMI y con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. “En este punto, muchos empezaron a ver los activos argentinos demasiado caros”, agregó. Sin embargo, sin novedades con el Fondo y ante la amenaza de tarifas de Trump, se generó incertidumbre en los mercados internacionales que impactó también a nivel local.
“Sin noticias positivas, el riesgo país podría subir a 800-850 puntos básicos, nivel en el que estábamos a principios de noviembre pasado. En cambio, con avances con el FMI y la siempre necesaria estabilidad global, el riesgo país debería volver debajo y encaminarse hacia los 600 puntos básicos. Otros factores que podrían ayudar a que tienda a la baja es la acumulación de reservas del Banco Central y una menor incertidumbre política”, completó.
Tras los ataques de Milei, Cavallo volvió a advertir sobre el tipo de cambio
Para Martín Polo, jefe de estrategia de Cohen Aliados Financieros, el Gobierno tiene el objetivo de lograr que el riesgo país vaya hacia los 400 puntos básicos para poder salir a los mercados globales, y, para eso, busca dar señales de una macroeconomía ordenada. Por eso, el economista no espera que el riesgo país vuelva a los 800-1000 puntos básicos, sino más bien que empiece a caer en escalera. Primero, estabilizándose en torno a los 600 puntos básicos. Y después de que se consolide el panorama electoral y que el Banco Central atraviese el segundo trimestre del año con grandes compras de dólares, pronostica que tocará los 400 puntos.
“A esta suba la vemos como una oportunidad de entrada a los bonos argentinos. Creemos que hubo una fuerte baja en el cuarto trimestre, mucha entrada de flujo, y siempre estos procesos después lateralizan. Pero los fundamentos de la economía, que es lo que miran los inversores, siguen bien cuidados. La disciplina fiscal sigue siendo un activo del Gobierno, el Banco Central recompone sus reservas y hay un panorama político que, más allá de los ruidos del corto plazo, parece ser una buena elección para el Gobierno. Creemos que todo eso va a hacer que el riesgo país vuelva a bajar”, cerró Polo.