BRASILIA.- El dólar se disparó en Brasil y dejó al real en un mínimo histórico al acercarse a los seis reales por divisa extranjera tras el anuncio de un paquete fiscal que incluye gravar a los súper ricos y eximir del impuesto a las ganancias a quienes perciban hasta 5000 reales mensuales.
En un mensaje dirigido a la nación, el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, presentó “la mayor reforma del impuesto a las ganancias en nuestra historia” al elevar el umbral exento de impuestos a 5000 reales (842 dólares) mensuales, desde los 2824 reales (US$473) actuales, compensando la pérdida de ingresos con mayores impuestos para quienes ganen más de 50.000 reales (US$8380).
Você sabe: essa medida, combinada à histórica Reforma Tributária, fará com que grande parte do povo brasileiro não pague nem Imposto de Renda e nem imposto sobre produtos da cesta básica, inclusive a carne. Corrigindo grande parte da inaceitável injustiça tributária, que…
— Fernando Haddad (@Haddad_Fernando) November 27, 2024
La ampliación de la exención tributaria cumple una promesa de campaña del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
Según explicó, esta medida tendrá un impacto fiscal de 35.000 millones de reales (5890 millones de dólares), que será compensado por un aumento de impuestos a los sectores de mayores ingresos, bajo la premisa de que “quien gana más debe contribuir más”. Estas propuestas serán debatidas en el Congreso.
Haddad también presentó los elementos clave de un esperado paquete de recortes de gastos, que se espera genere ahorros de 70.000 millones de reales (11.800 millones de dólares) en los próximos dos años.
El ministro y excandidato presidencial defendió las medidas anunciadas afirmando que “consolidan el compromiso del gobierno con la sostenibilidad fiscal del país” y las calificó como una elección “corajuda pero acertada” para garantizar “un Brasil más fuerte, justo y equilibrado en el futuro”.
El paquete de medidas
El plan incluye ajustes en el techo salarial del sueldo mínimo, revisiones de los beneficios y topes salariales para empleados públicos y jubilaciones militares. El objetivo central es garantizar el cumplimiento del “marco fiscal”, una norma que limita el crecimiento del gasto hasta 2026, cuando termina el mandato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El paquete fiscal, presentado con un mes de retraso respecto a lo planeado inicialmente, llega en un contexto de presión sobre los mercados. Los inversores han manifestado escepticismo sobre la capacidad del gobierno para cumplir con sus metas fiscales, lo que ha generado una continua depreciación del real frente al dólar.
Tras el anuncio, el dólar comercial alcanzó su valor más alto en términos nominales desde la implementación del Plan Real, cerrando en 5,9124 reales y abriendo este jueves con un incremento superior al 1%, para llegar a un máximo intradiario de 5,9993 reales. Esta cifra supera incluso el récord de 5,97 reales registrado durante el pico de la pandemia, en mayo de 2020.
Haddad enfrentó tensiones internas en el gobierno, donde prevaleció la decisión de cumplir con las promesas de campaña de Lula, incluso si ello conlleva desafíos adicionales para las metas fiscales.
Objetivos
Según analistas, estas medidas buscan reforzar la confianza en la sostenibilidad fiscal del país y estabilizar el crecimiento de la deuda pública.
“El gobierno comenzó su mandato aumentando el gasto y aprobando una regla fiscal insuficiente para estabilizar la deuda. Los agentes económicos se dieron cuenta de que esto no es sostenible y podría llevar a una crisis de deuda, inflación y recesión”, advirtió el economista Marcos Mendes, del Insper.
Por su parte, Felipe Salto, economista jefe de Warren Inversiones, indicó que el paquete fiscal “puede mejorar las perspectivas de la economía”, aunque subrayó que solo con medidas concretas se logrará calmar a los mercados.
A pesar de estas tensiones, Brasil muestra indicadores sólidos en empleo, consumo y producción industrial. El Fondo Monetario Internacional prevé un crecimiento del 3% para el PBI brasileño en 2024, por encima del promedio de 2,1% estimado para América Latina y el Caribe.
El gobierno mantiene su meta de déficit primario cero para este año, con un margen de tolerancia de 0,25 puntos porcentuales del PIB. Para cumplir este objetivo, se anunció recientemente un congelamiento de gastos por 860 millones de dólares.
Agencias AFP, Reuters y GDA