Duki regresó a Argentina con un show en el Movistar Arena que destacó por momentos de folklore argentino y un tema inédito (Crédito: RS Fotos)

Las luces se apagaron. Todo quedó en silencio durante solo un segundo. Al instante, empezaron a sonar las primeras notas de “Leitmotiv”, el primer track de Ameri, el último álbum de estudio de Duki, lanzado en 2024. Cuando el público oyó la melodía, comenzó a gritar y saltar al instante: había llegado el momento que tanto habían esperado. El término leitmotiv se refiere a un sonido distintivo. Es, básicamente, una composición que resume la esencia de este álbum.

A pesar de tratarse de una canción instrumental de tan solo un minuto y medio de duración, los “diablos” y las “diablas”, como el artista se refiere a sus fans, ya estaban encendidos. El rapero siguió con “Nueva Era”, y la transición fue inmediata: bailarines ocuparon la escena acompañando cada golpe de beat con movimientos en espejo. La escenografía se tiñó de rojo, mientras Mauro Ezequiel Lombardo avanzaba con firmeza. Detrás, la pantalla mostraba visuales con partes de la letra de uno de los hits más recientes.

Le siguieron “Brindis” y “Buscarte lejos”. En esta última, la sorpresa fue un número con bombos en vivo y pasos de malambo, lo que provocó una ovación general. Fue un momento de cruce entre el trap al que el referente tiene acostumbrado al público y las raíces folklóricas argentinas, que con más frecuencia aparecen en la escena. Los fanáticos, entregados desde el comienzo, respondían con saltos y gritos desaforados.

Los fanáticos disfrutaron temas nuevos, clásicos de su repertorio y un espectáculo visual increíble en Buenos Aires

El show avanzó como una obra escénica: luces sincronizadas, transiciones oscuras entre canciones y efectos especiales que incluían fuego. En “Cine”, el rey del trap se sentó en un sillón de espaldas al público, frente a la pantalla principal, como si él fuera quien estaba mirando una película. La coreografía fue coordinada y sugerente. Luego, en “Vida de rock”, Duki bajó por la pasarela y comenzó, de a poco, a interactuar con el público.

Tras una pausa breve, las luces se apagaron de nuevo. El estadio, en penumbras, se convirtió en un solo canto: “Olé, olé, olé, olé, Duko, Duko”. Duki reapareció con un fade in desde las sombras, saludando a la cámara con un gesto de complicidad.

Volvieron los bailarines para “Barro”, el tema que samplea “Barro tal vez”, de Luis Alberto Spinetta. Luego, llegó “Un día más” y un nuevo apagón de luces. Esta vez, el público comenzó a corear el nombre de pila del protagonista de la noche: “Olé, olé, olé, olé, Mauro, Mauro”. El siguiente tema fue “Wake up and bake up”, donde Duki se destacó con un grito que retumbó en toda la arena, dejando a más de uno con la boca abierta.

Acompañado de bailarines, fuego y una gran escenografía, Duki selló su regreso triunfal a Buenos Aires antes de continuar su tour mundial

Las luces violetas se encendieron con “Constelación”, donde colabora con Lia Kali, justo antes de que Duki declarara: “Mi gente bonita. Este es el Duko you know. Mis diablos y mis diablas, quiero un grito fuerte”. Así, avisó que el primer bloque estaba a punto de cerrar, pero claro que no se olvidó del tema homónimo al álbum que todos estaban esperando: “Ameri”.

Con el clima en su punto más alto, el segundo acto abrió con una doble descarga de energía: “Rockstar”, uno de los grandes primeros éxitos del cantante y “Rockstar 2.0”. En ambas, la respuesta del público fue explosiva. Saltos, gritos, cantos junto con las partes rapeadas… Las luces se volvieron estroboscópicas y el escenario pareció diluirse en la euforia de todos. “Gracias por estar acá”, dijo el artista, con la voz quebrada.

Entonces llegó una de las frases que marcaron la noche: “Ya no son nenes chiquitos”, lanzó Duki, explicando que las mismas personas que estaban en su público comenzaron a seguirlo a sus 13, 14 y 15 años, pero ahora ya son adultos y continúan a su lado. Tocó en vivo “01 de Enero”, canción que enganchó con “Jefes del Sudoeste”.

Duki volvió al país y le agradeció a su público fiel por tantos años compartidos

Posteriormente, anticipó una canción que -según sus palabras- disfruta especialmente porque siente que el público la vive con fuerza. Le envió un shot-out a YSY A y a J Rei y comenzó “Pintao’”. Fue uno de los temas más esperados de la noche y la vibra se sintió en todo el Movistar Arena, aunque los raperos que lo acompañan en la grabación de estudio no estuvieron presentes.

En “Uno Dos”, Duki planteó un momento de cercanía. Pidió tres cosas: “Un aplauso para la banda”, “uno para el equipo que me acompaña a todos lados” y “uno para ustedes, los diablos y las diablas”. Luego, continuó con “Lost Tape”, “Santo Grial” y “Notorio”.

El siguiente tramo tuvo un invitado especial. Apareció Malandro para interpretar junto a él “No confundan”, una pieza intensa que conectó con el costado más agresivo del repertorio. Tras despedirlo, el escenario quedó a oscuras otra vez. Entonces, el cantante anticipó una canción hasta ese momento desconocida para el público: “Golfista”.

El tema, inédito hasta la noche, fue grabado durante su gira y anticipa el nuevo EP titulado “5202 ROAD TAPES”, que tendrá siete tracks. No hubo interpretación en vivo: el estreno se dio únicamente a través de las pantallas, con la visualización del videoclip en exclusiva para el público presente la noche del 29 de mayo en el Movistar Arena.

El concierto entró entonces en su recta final, donde los clásicos traps que consagraron al artista comenzaron a ser escuchados. Sonaron “GOTEO”, “Harakiri”, “Antes de perderte”, “No me llores”, “HELLO COTTO” y “Hitboy”. Cada una funcionó como una descarga de energía directa, manteniendo al público arriba hasta el último segundo.

El artista adelantó su nuevo EP “5202 ROAD TAPES” con siete canciones grabadas durante su gira internacional

Con el show aparentemente cerrado, el estadio quedó en penumbras. Pero nadie se movió. Con impulso de los músicos que acompañaban al rapero en el escenario, el público empezó a pedir por “una más”. Fue entonces cuando el artista volvió para regalar un bis de tres temas: “Malbec”, “She Don’t Give a Fo” y “Givenchy”.

La despedida se hizo con el himno nacional argentino en la versión de Charly García, mientras se encendían las luces y el público comenzaba a emprender su camino hacia la salida. El cierre fue emotivo, con una arena rendida ante su figura y una sensación compartida de haber vivido una noche irrepetible, en su regreso al país antes de la continuación de su gira. El próximo y último show nacional antes de seguir su gira será este viernes 30 de mayo, nuevamente en el Movistar Arena de Buenos Aires.

Crédito: RS Fotos