Dos mujeres que escaparon de Corea del Norte expusieron ante la Asamblea General de las Naciones Unidas graves violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen de Kim Jong-un y reclamaron que el líder norcoreano sea llevado ante la Corte Penal Internacional.
Eunju Kim, quien huyó del país en 1999 durante una hambruna, relató que tras cruzar el río Tumen hacia China junto a su madre y su hermana, fueron vendidas por menos de 300 dólares a un hombre chino.
Tres años después fueron arrestadas y repatriadas a Corea del Norte, pero en 2002 lograron escapar nuevamente. “Este es un nuevo y inadmisible tipo de trata de personas”, denunció, en referencia a los soldados norcoreanos enviados a combatir en Ucrania sin saber su destino.
“Silencio es complicidad. Enfrenten las atrocidades sistemáticas del régimen”, dijo Kim al dirigirse a los países miembros del organismo internacional.
Ejecuciones por ver TV
Gyuri Kang, que huyó en octubre de 2023 a bordo de un barco pesquero de 10 metros junto a su madre y su tía, relató cómo su familia fue perseguida desde que ella tenía cinco años por la fe religiosa de su abuela.
Aseguró que tres de sus amigos fueron ejecutados, dos de ellos en público, por haber visto o distribuido series de televisión surcoreanas. Uno de ellos tenía solo 19 años.
“Era como si hubieran cometido crímenes atroces”, declaró. “Espero que mi historia despierte al pueblo norcoreano y lo oriente hacia la libertad”.
Las intervenciones se produjeron durante una reunión de alto nivel en la que la relatora especial de la ONU para los derechos humanos en Corea del Norte, Elizabeth Salmón, advirtió que la situación humanitaria se ha deteriorado gravemente desde el inicio de la pandemia de COVID-19, debido al aislamiento absoluto del país y al cierre de sus fronteras.
Desde 2020, según Salmón, se han aprobado leyes más represivas y castigos más severos, incluidas ejecuciones públicas y penas de muerte.
También expresó preocupación por el envío de soldados norcoreanos a la guerra en Ucrania y por las condiciones que enfrentan bajo el control del régimen.
Denunció además la militarización extrema del país, que mantiene a la población bajo vigilancia y explota al pueblo a través de un sistema laboral controlado por el Estado para financiar su programa nuclear y sus operaciones militares.
Repatriaciones forzadas
Sean Chung, director de la organización Han Voice, habló en nombre de una coalición global de 28 organizaciones civiles y exigió a China y a todos los países que pongan fin a las repatriaciones forzadas de norcoreanos.
También instó a los miembros de la ONU a presionar al Consejo de Seguridad para que remita el caso norcoreano a la Corte Penal Internacional y a aplicar sanciones contra todos los responsables de crímenes atroces.
Por su parte, el embajador norcoreano ante la ONU, Kim Song, rechazó todas las denuncias, calificándolas de “burlesco de intrigas y fabricaciones”.
Alegó que “decenas de millones” de norcoreanos gozan de derechos plenos bajo el sistema socialista y acusó a Occidente de ser el verdadero violador de derechos humanos, señalando la discriminación racial, la trata de personas y la esclavitud sexual.
(Con información de Associated Press)