Hubo 845 detenidos desde que las fuerzas federales dejaron la 1-11-14

A un año de haber asumido la seguridad en el barrio 1.11.14 del Bajo Flores tras el retiro de las fuerzas federales, la Policía de la Ciudad informó el balance de la gestión, la plataforma desde la cual en los años sucesivos medirá su performance. Por lo pronto, los números de estos 365 días de gestión indican que hubo más de dos detenidos por día y que un tercio de esos arrestos correspondió a causas ligadas al narcomenudeo.

La segunda causa, detrás de la comercialización de drogas, en la que más intervinieron los policías fue “lesiones”, dando cuenta del grado de conflictividad en el barrio. Los robos estuvieron en el tercer puesto.

Desde la fuerza porteña indicaron que la Policía de la Ciudad en total registró en esa villa 910 intervenciones vinculadas a distintos delitos, lo que resultó en 845 detenidos, 44.765 dosis de drogas incautadas y el cierre de 10 búnkers utilizados para el narcomenudeo.

La presencia porteña en la 1.11.14 representó un giro en la política de seguridad local, pues, hasta el 16 de diciembre de 2024, la zona estaba bajo órbita de la Gendarmería Nacional, la última de las fuerzas federales en abandonar ese territorio de 12 kilómetros cuadrados.

Más de un tercio de los detenidos fue por venta al menudeo de drogas

Ese día, la Policía de la Ciudad asumió la seguridad no sólo de la 1.11.14, sino también de los barrios Bonorino, Rivadavia I y II, Barrio Juan XXIII e Illia I y II, cubriendo sectores históricamente atravesados por problemáticas de violencia, delitos contra la propiedad y tráfico de drogas.

En la práctica, la cobertura de la totalidad del barrio requirió el despliegue de 331 policías pertenecientes a la Unidad Táctica de Pacificación V, división operativa enmarcada en la Superintendencia Pacificación de Barrios —conocida en la jerga interna como “La Barrial”—.

El dispositivo, además, cuenta con 16 móviles y un modelo de policía de proximidad, que se traduce en patrullas compuestas por al menos cinco integrantes recorriendo las calles las 24 horas.

Hay patrullas compuestas por al menos cinco integrantes recorriendo las calles las 24 horas

Ahora bien: ¿cómo se distribuyeron los hechos en los que debió intervenir la Policía de la Ciudad durante estos 12 meses?

Del total de 910 procedimientos, 293 tuvieron como eje la infracción a la ley de drogas, 125 correspondieron a lesiones, 108 a robos y hurtos, 42 a incidentes por atentado y resistencia a la autoridad, 38 a desobediencias, 32 fueron pedidos de captura y 21 se relacionaron con encubrimientos.

Los restantes se agruparon en un abanico de distintos delitos, lo que, sumado, devolvió un panorama integral de la conflictividad vigente.

Del total de 910 procedimientos, 293 tuvieron como eje la infracción a la ley de drogas

El total de 845 personas detenidas o imputadas en 365 días equivale a un ritmo superior a dos arrestos por jornada. Más allá del número general, sobresale el peso que adquirió el narcomenudeo: 293 procedimientos, que derivaron en 312 detenidos o imputados específicamente vinculados con la venta de drogas a pequeña escala, un poco más de un tercio del total de los arrestos.

Esta ofensiva se tradujo en el cierre de 10 búnkeres de expendio de estupefacientes y en la incautación de 44.765 dosis (en su mayoría, cocaína y pasta base), que, en peso, sumaron 12,7 kilogramos.

Policía Barrial

En cuanto a la estructura de la fuerza, la Policía Barrial fue creada con la misión de brindar seguridad y asistencia en la totalidad de los barrios considerados vulnerables dentro de la Ciudad.

La Policía Barrial cuenta con 1.500 agentes

El cuerpo cuenta con 1.500 policías, de los cuales un tercio son mujeres. La Superintendencia Pacificación de Barrios estructura sus tareas a través de siete divisiones, cada una con una comisaría propia para cubrir el territorio que le corresponde.

La presencia de los agentes en el territorio se organiza mediante Unidades Tácticas de Operación Barrial, que agrupan a entre cinco y 10 policías con la misión de recorrer en forma permanente las áreas con mayor grado de vulnerabilidad.

La finalidad operativa de la Policía de la Ciudad en estos barrios no se circunscribe únicamente a la persecución del delito. Según señalaron desde la fuerza, el abordaje comprende también la coordinación y participación en situaciones de urgencia de la más variada índole: desde la atención de primeros auxilios, evacuaciones sanitarias o por incendios, hasta la respuesta ante emergencias derivadas de episodios de violencia de género o peleas en el ámbito intrafamiliar.