El Papa León XIV reabrió el apartamento papal del Palacio Apostólico, retirando los sellos que se habían colocado según el protocolo tras el fallecimiento del Papa Francisco el 21 de abril.

Tras el Regina Caeli, su primer mensaje dominical a la multitud congregada en la Plaza de San Pedro desde su elección como pontífice, el Papa también visitó la Capilla Sixtina.

León, ex cardenal Robert Prevost, es el primer pontífice nacido en Estados Unidos y era relativamente desconocido a nivel mundial antes de su elección.

Previamente, sirvió durante décadas como misionero en Perú antes de convertirse en cardenal y asumir un cargo de alto nivel en el Vaticano hace dos años.

León XIV ha generado una gran expectativa entre los fieles y analistas. A sus 69 años, el misionero enfrenta una de las primeras decisiones simbólicas de su pontificado: ¿optará por el Palacio Apostólico o se alineará con la política de su antecesor, el papa Francisco, eligiendo un lugar más sencillo como la Casa de Santa Marta?

Aunque la elección pueda parecer de poca relevancia, tiene un impacto profundo en la imagen que el nuevo pontífice desea proyectar al mundo. Tal decisión no depende solo de la preferencia personal de León XIV, sino también de factores logísticos, oportunidades y la organización interna del Vaticano.

El Papa León XIV abre la puerta del Palacio Apostólico después de que fue abierta, en el Vaticano, el 11 de mayo de 2025. Vatican Media/Francesco Sforza/Handout via REUTERS

La Casa de Santa Marta, o Domus Sanctae Martae, como se conoce formalmente, ha sido un emblema de simplicidad desde su inauguración en 1996. Construida durante el papado de Juan Pablo II, se erige a tan solo unos pasos de la Basílica de San Pedro y cuenta con impresionantes vistas a la plaza de Santa Marta. Su edificación fue pensada inicialmente para albergar a los cardenales durante el cónclave, pero en 2013 Jorge Mario Bergoglio, conocido por su cercanía con la gente y su estilo de vida austero, la eligió como su residencia.

Estoy acostumbrado a vivir en comunidad, necesito estar con los demás”, fueron las palabras del papa Francisco que definieron su elección de residencia. Su decisión rompió con la tradición papal y marcó un giro en la historia reciente de la Iglesia Católica, pues nunca antes un papa había optado por vivir en una residencia de carácter más hospitalario, cercana al pueblo.

Por otro lado, el Palacio Apostólico, la residencia tradicional del papa, sigue siendo un símbolo de la autoridad y el poder papal. Este complejo monumental alberga a las oficinas de gobierno de la Iglesia, capillas, museos y más de 1.000 habitaciones.

En este lugar, el papa Francisco continuó realizando actividades formales como las audiencias y la oración del Ángelus, pero nunca lo habitó como residencia personal.

El Palacio Apostólico tiene una larga historia, que data de siglos atrás, siendo la residencia papal. Aunque el edificio sigue siendo un centro neurálgico de la Iglesia, es conocido por su majestuosidad y, en contraste con Santa Marta, representa la tradición papal de una vida más formal.

El Papa León XIV visita el Palacio Apostólico después de su apertura, en el Vaticano, el 11 de mayo de 2025. Vatican Media/Francesco Sforza/Handout via REUTERS

La residencia que el papa León XIV elija será una señal clara de su enfoque pastoral y de su forma de vida. ¿Optará por la austeridad y cercanía con el pueblo, como hizo Francisco, o regresará a la opulencia del Palacio Apostólico?

De momento, la incertidumbre rodea esa decisión, pero su impacto será profundo, ya que, más allá de lo práctico, la elección de la residencia papal ofrece un mensaje poderoso sobre el liderazgo espiritual y la relación entre el papa y los fieles.

Primer viaje, protocolo y tenis

León XIV tuvo este lunes su primera audiencia multitudinaria en el aula Pablo VI, ni más ni menos que con los periodistas, y después de su mensaje saludó relajadamente a algunos de ellos, confirmó algunas noticias como el viaje a Nicea y, en momentos dudosos de protocolo, respondió bromeando: “Aún estoy aprendiendo”.

El pontífice reunió, como hizo Francisco al inicio de su pontificado, a varios miles de reporteros que informaron sobre el cónclave en el que los cardenales le eligieron el pasado 8 de mayo, y tras su discurso bajó a saludar a algunos de ellos para conocerlos, además de comentar también su pasión por el tenis.

Al preguntarle si quería participar en un torneo de tenis benéfico que está preparando las Obras Misionales Pontificias, León XIV dijo bromeando que podría participar “mientras no traigas a (Jannick) Sinner”, sobre el doble sentido tanto porque el italiano es el número uno del mundo como porque su apellido en inglés significa ‘pecador’.

Mientras que a otros que le propusieron un doble, confesó: “No soy tan bueno”.

(Con información de EFE y Reuters)