El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, se enfrentará este miércoles a una moción de confianza sobre su propio Gobierno, en un intento de reafirmar la cohesión de su coalición tras la derrota de su candidato en las recientes elecciones presidenciales. La sesión comenzará a las 10 de la mañana, con la votación prevista para cuatro horas después.
Tusk confirmó que el objetivo de la moción es “fortalecer la coalición del Gobierno” y presentar un “plan de acción que requerirá unidad y coraje” de sus aliados. La medida llega en medio de tensiones internas y cuestionamientos externos tras la victoria de un presidente abiertamente opositor, que se prevé obstaculice la agenda del Ejecutivo.
El bloque que respalda al primer ministro cuenta con 242 de los 460 escaños del Sejm, la Cámara Baja del Parlamento polaco, por lo que se espera que la moción prospere. Sin embargo, Tusk buscará más que un resultado numérico.
Pretende sellar un compromiso político con sus socios mediante una reestructuración del gabinete, la reducción del número de ministerios, el fortalecimiento de la comunicación pública —tras año y medio sin portavoz oficial— y un respaldo unificado a sus propuestas legislativas y presupuestarias.
La oposición interpretó la derrota presidencial como una pérdida de autoridad del Ejecutivo. Algunos partidos reclamaron la renuncia del Gobierno y propusieron la formación de un “gabinete técnico” de transición, compuesto por figuras apartidistas, hasta las elecciones parlamentarias previstas para 2027.
Las fisuras dentro de la coalición también han comenzado a emerger. Szymon Hołownia, colíder de Tercera Vía, admitió que la alianza con Tusk “permanecerá porque no hay otra opción”, pero exigió un “nuevo comienzo” y una mayor apertura hacia los distintos partidos que integran el bloque.
Uno de los focos de preocupación es el Partido Popular Polaco (PSL), que aporta 28 diputados fundamentales para la mayoría. Su líder, Władysław Kosiniak-Kamysz, actual vicepresidente y ministro de Defensa, reconoció que el partido había realizado una consulta interna sobre la posibilidad de formar una coalición alternativa con la oposición.
Un portavoz del PSL minimizó el sondeo al considerarlo una “práctica regular” y afirmó que “más del 70 % están a favor de mantener la coalición actual”.
El PSL, considerado el sector más conservador de la alianza, ha bloqueado iniciativas como la liberalización del aborto y reclama atención a las “preocupaciones y miedos” de sus votantes en temas sensibles como la migración.
Todos los partidos opositores anunciaron que votarán en contra de Tusk. Superar la moción no despejará las dificultades que enfrenta su Ejecutivo. Tras casi un año y medio en el poder, el Gobierno no logró cumplir promesas clave como la reducción de impuestos a la clase media, la reforma judicial, la despenalización del aborto o la legalización de las uniones civiles.
En el improbable escenario de que Tusk pierda la moción, la Constitución lo obligaría a presentar su dimisión ante el presidente, lo que abriría la puerta a una eventual convocatoria de elecciones anticipadas.
(Con información de EFE)