La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó este lunes que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, busca entablar negociaciones para un cese al fuego en la guerra de Gaza y ha manifestado su deseo de que “la matanza termine”, según declaraciones recogidas ante periodistas en las inmediaciones de la residencia presidencial.
Leavitt calificó el conflicto en Gaza como “bastante brutal”, especialmente en los últimos días, remarcando que “se han visto reportes de más personas muriendo. El presidente nunca quiere ver eso. Quiere que la matanza finalice y busca negociar un cese al fuego en esta región”. Añadió que Trump mantiene como una de sus principales prioridades “la liberación de todos los rehenes de Gaza”.
Sobre los recientes reportes de palestinos muertos mientras intentaban recibir ayuda humanitaria en el norte de Gaza, la portavoz aseguró que Trump “no ha soportado ver esas imágenes de mujeres y niños sufriendo hambre y necesitando ayuda desesperadamente”. Añadió que el presidente desea que la ayuda se distribuya “de manera pacífica, donde no se pierdan más vidas”, enfatizando también la importancia de evitar que dicha asistencia llegue a manos de Hamas.
Docenas de palestinos perdieron la vida al intentar acceder a un convoy humanitario de la ONU en el norte de Gaza. El Ejército de Defensa de Israel (IDF) reconoció haber disparado tiros de advertencia que alcanzaron a algunos palestinos, justificando la acción bajo el argumento de que un grupo se acercó de forma amenazante.
El IDF sostiene que las autoridades de Hamas han magnificado la cifra de fallecidos, sin presentar un número alternativo y manteniendo la prohibición a periodistas extranjeros de reportar libremente en Gaza para verificar estas cifras.
Leavitt destacó la decisión de la administración Trump de respaldar a la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), que ha distribuido ayuda en Gaza durante los últimos dos meses bajo un nuevo mecanismo orientado a evitar la apropiación de recursos por parte de Hamas.
Explicó que este sistema ha presentado dificultades, ya que obliga a los civiles palestinos a recorrer largas distancias y cruzar líneas controladas por el IDF para recibir alimentos. Además, la GHF no ha verificado a los miles de beneficiarios, dada la situación caótica en los puntos de distribución, lo que imposibilita descartar que personas ajenas o actores indeseados accedan a la ayuda. Por su parte, Hamas ha advertido a la población sobre cooperar con esta organización.
Consultada sobre el vínculo entre Trump y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Leavitt afirmó que mantienen “una buena relación de trabajo” y se comunican con frecuencia. No obstante, la portavoz reconoció que Trump se sintió “sorprendido” tanto por los recientes bombardeos de Israel en Siria como por el ataque del IDF a la única iglesia católica de Gaza. En ambos casos, informó que el presidente “llamó rápidamente al primer ministro para rectificar esas situaciones”.
Durante el pasado fin de semana, varios funcionarios estadounidenses, citados anónimamente en el sitio Axios, expresaron su frustración hacia Netanyahu y advirtieron que los ataques israelíes a fuerzas del gobierno sirio podrían desestabilizar el frágil liderazgo que Washington trata de apoyar para estabilizar Siria.
A principios de este mes, Trump llamó directamente a Netanyahu para expresar su objeción al bombardeo israelí de una iglesia en Gaza. Israel se disculpó posteriormente por el ataque mortal y se comprometió a investigar.