Foto de archivo de las banderas de EEUU y Cuba en la embajada de Washington en La Habana May 13, 2024 (REUTERS/Alexandre Meneghini/)

El presidente Donald Trump firmó este lunes un memorando presidencial que refuerza la política de Estados Unidos hacia Cuba, revirtiendo medidas de flexibilización implementadas por el ex presidente Joe Biden y restableciendo los lineamientos más estrictos de su primera administración.

La política del presidente Trump restaura y refuerza la política robusta de su primer mandato hacia Cuba, revirtiendo la revocación de la administración Biden que alivió la presión sobre el régimen cubano”, señala el comunicado oficial difundido por la Casa Blanca.

El nuevo memorando prohíbe toda transacción financiera directa o indirecta con entidades controladas por las fuerzas armadas cubanas, especialmente con el conglomerado GAESA (Grupo de Administración Empresarial S.A.) y sus filiales. Solo se contemplan excepciones para aquellas operaciones que “avancen los objetivos de la política estadounidense o apoyen al pueblo cubano”.

En la misma línea, la administración Trump reimpone la prohibición legal del turismo estadounidense a la isla. Para garantizar su cumplimiento, el documento ordena auditorías regulares y la conservación obligatoria, por al menos cinco años, de todos los registros relacionados con viajes a Cuba.

La directiva también reafirma el apoyo de Estados Unidos al embargo económico vigente desde 1962, y declara que Washington se opondrá activamente a cualquier intento, en foros internacionales como Naciones Unidas, de ponerle fin. “La NSPM apoya el embargo económico y se opone a los llamados para su terminación”, afirmó la Casa Blanca.

Entre sus puntos más destacados, la nueva política impulsa medidas para “amplificar el apoyo al pueblo cubano mediante la expansión de servicios de internet, prensa libre, empresa privada, libertad de asociación y viajes lícitos”, con el objetivo de fortalecer a la sociedad civil y reducir la dependencia del aparato estatal.

Raúl Castro, Miguel Díaz-Canel y José Ramón Machado observan una manifestación del Primero de Mayo en La Habana, Cuba, el 1 de mayo de 2025 (REUTERS/Norlys Pérez)

El memorando también establece una revisión oficial de violaciones a los derechos humanos por parte de la dictadura cubana, incluidas “detenciones arbitrarias y el trato inhumano a presos políticos”, y exige un informe actualizado sobre los fugitivos de la justicia estadounidense que se encuentran en Cuba o que están siendo protegidos por su gobierno.

La gente de Cuba ha sufrido por mucho tiempo bajo un régimen comunista que reprime sus aspiraciones legítimas de libertad y prosperidad”, declaró la Casa Blanca. El texto también denuncia que el gobierno cubano “acosa a personas creyentes, bloquea la libre asociación de organizaciones civiles, y niega la libertad de expresión, restringiendo el acceso a internet y eliminando toda prensa libre”.

Trump sostuvo que con esta decisión cumple una de sus principales promesas de campaña. “Como presidente, volveré a apoyar al pueblo de Cuba en su largo camino por la justicia, la libertad y la democracia”, dijo, según el comunicado. En los últimos meses, su administración también reinstauró a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo y aplicó nuevas restricciones migratorias a ciudadanos cubanos.

El secretario de Estado, Marco Rubio, de ascendencia cubana, se ha pronunciado al respecto del NSPM en la red social X, en la que ha afirmado que “Estados Unidos está comprometido a fomentar la libertad y la prosperidad en Cuba”.

“Que no quepa duda, bajo el liderazgo del presidente Trump haremos que el ilegítimo régimen cubano rinda cuentas y estaremos junto al pueblo cubano en su búsqueda de libertad y justicia”, ha subrayado el jefe de la diplomacia estadounidense.

Durante el periodo de apertura impulsado por Barack Obama, el turismo, las remesas y el comercio bilateral habían mostrado señales de recuperación. No obstante, desde 2017, la política estadounidense regresó a una estrategia de presión. Según funcionarios de la Casa Blanca, los alivios implementados por Biden beneficiaban desproporcionadamente a la dictadura cubana a expensas del pueblo.

Con esta decisión, el presidente Trump reactiva una de sus políticas exteriores más características: una línea firme frente a la dictadura cubana. Y al hacerlo, redefine nuevamente el curso de las relaciones bilaterales en un momento en que la isla atraviesa una de sus peores crisis económicas en décadas.