El presidente Donald Trump dijo que probablemente hablará con el líder chino, Xi Jinping, “quizás a finales de la semana”.
Esto ocurre después de que los negociadores de la reunión entre Estados Unidos y China en Suiza este fin de semana acordaran reducir los aranceles durante 90 días de conversaciones. Los impuestos de importación a China impuestos por Estados Unidos seguirían siendo más altos que cuando Trump asumió el cargo, un 30%.
Trump declaró a la prensa el lunes que la reducción de los aranceles no incluía los aranceles sobre automóviles, acero y aluminio, ni los posibles impuestos a la importación de medicamentos.
Trump afirmó que también habló con el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, el lunes, y que esperaba que la compañía tecnológica se comprometiera a invertir más en la producción nacional.
Trump afirmó que las conversaciones serían fundamentales para la “unificación y la paz”.
Por otra parte, Trump dijo que está considerando levantar las sanciones a Siria.
“Quizás queramos retirarlas de Siria, porque queremos darles un nuevo comienzo”, declaró Trump, añadiendo que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, le ha instado a hacerlo.
Estos comentarios marcaron un cambio de tono notable en el presidente sobre las sanciones a Siria y el gobierno del presidente sirio Ahmed Al-Sharaa.
Al-Sharaa tomó el poder después de que su grupo islamista, Hayat Tahrir al-Sham (HTS), liderara una ofensiva que derrocó al expresidente Bashar al-Assad en diciembre.
La administración Trump aún no ha reconocido formalmente al nuevo gobierno sirio liderado por Ahmed al-Sharaa, y HTS sigue siendo una organización terrorista designada por Estados Unidos. Las sanciones impuestas a Damasco durante el gobierno de Asad también siguen vigentes.
Los halcones de la Casa Blanca y el Partido Republicano se han mostrado escépticos ante la transformación de Al-Sharaa e insisten en que Siria sigue siendo un problema antiterrorista.
Entretanto, Trump defendió el regalo de un avión por parte de Qatar como un “gesto de buena fe”.
Trump afirma que los líderes de Qatar sabían que Boeing había experimentado retrasos en la construcción de la próxima generación del Air Force One y querían ayudar donando un avión al gobierno estadounidense.
Dijo: “Podría ser un estúpido y decir que no queremos un avión gratis”, pero que el regalo de Qatar “nos ayuda” porque los modelos en los que vuela actualmente tienen décadas de antigüedad.
“Esto fue solo un gesto de buena fe”, dijo Trump.
La noticia del regalo de 400 millones de dólares provocó críticas de algunos demócratas y aliados de Trump.
Trump dijo que el avión finalmente sería dado de baja e iría a su futura biblioteca presidencial. Aseguró que no volaría en él después de dejar el cargo.
Noticia en desarrollo…