Donald Trump anunció el lunes que bajo un posible nuevo acuerdo nuclear entre Estados Unidos e Irán, no se permitirá ningún enriquecimiento de uranio. Esta postura fue expresada por el presidente de Estados Unidos a través de su red social, Truth Social, luego de que el medio Axios reportara que una oferta de Washington podría permitir el enriquecimiento limitado de uranio por parte de Teherán. Trump enfatizó: “Bajo nuestro potencial Acuerdo, ¡NO PERMITIREMOS NINGÚN ENRIQUECIMIENTO DE URANIO!”.
Además, el republicano criticó a su predecesor, Joe Biden, culpándolo de la situación actual. Según Trump, Biden debería haber detenido a Irán de “enriquecer” uranio hace tiempo.
La cuestión del enriquecimiento de uranio ha sido un punto controvertido en las negociaciones entre Irán y Estados Unidos, en intentos de revivir el acuerdo del cual Trump se retiró en 2018. Mientras Teherán defiende su derecho a continuar su programa nuclear con fines civiles, los Estados Unidos lo consideran una “línea roja”.
El mandatario también señaló que había advertido previamente al Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, para que se abstenga de atacar instalaciones nucleares iraníes mientras continúan las conversaciones diplomáticas.
Las negociaciones sobre el programa nuclear iraní entre Estados Unidos e Irán han experimentado varias rondas de discusiones desde abril con el objetivo de establecer un nuevo acuerdo. Estas conversaciones buscan reemplazar el pacto de 2015 del que Estados Unidos se retiró durante la administración de Donald Trump en 2018. El enriquecimiento de uranio ha sido un tema crítico durante estas negociaciones, siendo motivo de tensión y desacuerdo persistente.
Según reportes, Washington ha propuesto que Irán limite el enriquecimiento de uranio a niveles bajos y únicamente por un tiempo determinado. Esta oferta, presentada recientemente a Teherán, permitiría cierta actividad nuclear bajo condiciones estrictas. Sin embargo, diplomáticos iraníes han mostrado descontento con las propuestas estadounidenses, debido a que no conceden a Irán la continuidad de su enriquecimiento de uranio dentro de sus fronteras.
Las propuestas de Estados Unidos se presentaron por primera vez de manera escrita, mediadas por el ministro de Asuntos Exteriores de Omán, Sayyid Badr Albusaidi, quien visitó Teherán para entregar la oferta. La falta de concesiones sobre el tema del enriquecimiento ha llevado a funcionarios iraníes a preparar una respuesta negativa, lo que podría ser visto como un rechazo a la oferta estadounidense. Estas tensiones continúan en un contexto donde una ruptura total de las conversaciones podría llevar a sanciones más severas por parte de la ONU y acciones militares conjuntas de Estados Unidos e Israel sobre las instalaciones nucleares iraníes.
La comunidad internacional sigue de cerca las tensiones. Entre las preocupaciones más destacadas se encuentran las posibles repercusiones que una falla en alcanzar un acuerdo podría desencadenar. En particular, se teme que una ruptura definitiva de las conversaciones pueda dar lugar a sanciones más severas por parte de la ONU contra Irán. Una imposición más estricta podría presionar aún más la economía iraní, mientras que las relaciones diplomáticas se tensan.
Por otro lado, el aliado clave de Estados Unidos en la región, Israel, ha expresado repetidamente su intención de realizar acciones militares preventivas contra las instalaciones nucleares de Irán si considera que el programa nuclear representa una amenaza inminente. Estas declaraciones han aumentado el nerviosismo en la región, y cualquier acción de este tipo podría provocar una escalada militar con consecuencias imprevisibles.
En contraste, Irán intenta mantener abierta la puerta para futuras negociaciones, buscando un equilibrio que permita avanzar en sus objetivos nucleares sin aumentar las presiones internacionales. El resultado de estas tensiones tendrá un impacto significativo no solo en el ámbito regional, sino también en la diplomacia nuclear a nivel global.
Irán sigue defendiendo firmemente su programa nuclear, el cual asegura que tiene fines exclusivamente civiles y pacíficos. Las autoridades iraníes, como el ministro de Asuntos Exteriores, han enfatizado la naturaleza científica y pacífica del enriquecimiento de uranio, destacando que es un logro obtenido a través del esfuerzo de sus científicos y, lamentablemente, a costa de vidas humanas debido a los ataques sufridos por algunos de sus científicos nucleares.
En las negociaciones actuales, Irán se ha mostrado crítico ante un borrador del informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que señala actividades nucleares secretas con material no declarado en varias ubicaciones dentro del país. El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, ha manifestado su descontento con el tono del informe, calificándolo de presión propagandística por parte de países occidentales.
Irán ha sostenido que mientras el objetivo de las negociaciones sea garantizar que no busquen obtener armas nucleares, es posible llegar a un acuerdo. Sin embargo, si las metas se enfocan en restringir sus actividades nucleares pacíficas, no habrá entendimiento posible. El jefe de la comisión de seguridad nacional y política exterior del parlamento iraní, Ebrahim Azizi, ha reiterado que cualquier propuesta que ignore el principio del enriquecimiento de uranio no es aceptable ni negociable.
La comunidad internacional, incluidos Francia, Alemania y el Reino Unido, contempla utilizar el informe del OIEA para presionar en favor de sanciones. Esta compleja situación destaca las tensiones entre las intenciones declaradas de Irán y las preocupaciones internacionales respecto a su programa nuclear.