En un escenario cambiario marcado por la presión alcista y la creciente demanda de cobertura, las cotizaciones minoristas electrónicas del dólar informadas por los bancos al Banco Central (BCRA) reflejaron valores máximos nominales este jueves 31 de julio. Las entidades financieras publicaron sus precios de compra y venta al público, con énfasis en las operaciones por canales digitales, que concentran el grueso de las transacciones en el sector formal.
A las 11:00 horas, los datos relevados por el BCRA mostraron que el valor de venta electrónica del dólar minorista osciló entre los $1.335 y $1.370 por unidad. Las cotizaciones más elevadas correspondieron a bancos de amplia cartera de clientes, mientras que las más bajas se encontraron en entidades con menos volumen de operaciones en moneda extranjera. El precio promedio de venta electrónica se ubicó en torno a los $1.358, con una brecha acotada entre las distintas instituciones.
Bancos líderes, al frente del aumento
Entre las entidades con mayores operaciones, el Banco Santander Argentina S.A. ofreció el dólar a $1.370 para la venta electrónica, convirtiéndose en el valor más alto del panel. Le siguieron el Banco de Galicia y Buenos Aires S.A. y el Banco Hipotecario S.A., ambos con una cotización de $1.365, mientras que el BBVA Argentina S.A. marcó su tipo de cambio en $1.355.
Por su parte, el Banco de la Nación Argentina (BNA) —referente habitual para operaciones oficiales y programas estatales— fijó su precio de venta electrónica en $1.335, uno de los más bajos del sistema. El valor de compra también se mantuvo por debajo del promedio, en $1.285.
El Banco Supervielle S.A. y el Banco de la Ciudad de Buenos Aires coincidieron con un valor de $1.360, mientras que el Banco Patagonia S.A. y el Banco Credicoop ofrecieron precios de venta en $1.350. En tanto, el Banco Macro S.A. publicó una cotización de $1.309, significativamente por debajo del resto, en contraste con un precio de compra de $1.305, lo que sugiere una estrategia más conservadora.
El relevamiento también incluyó bancos con foco en operaciones 100 % en línea, como Brubank S.A.U., que vendió el dólar a $1.365 en su canal electrónico, con un valor de compra de $1.310. Este tipo de entidades concentra un alto volumen de operaciones individuales, especialmente entre clientes jóvenes o con preferencias por plataformas digitales.
Banco Piano S.A., aunque más asociado a operaciones cambiarias presenciales, mantuvo su cotización electrónica en $1.355 para la venta, un valor cercano al promedio del sistema. Su tipo de cambio de compra digital fue de $1.310.
El Industrial and Commercial Bank of China (ICBC), uno de los bancos extranjeros con mayor presencia local, también se alineó con el rango medio alto, al vender el dólar a $1.352 de forma electrónica y comprarlo a $1.295.
Qué refleja la cotización minorista electrónica
Los valores informados corresponden a las cotizaciones digitales del tipo de cambio minorista para clientes particulares. Estas operaciones se realizan mediante plataformas electrónicas, como homebanking y aplicaciones móviles, y no requieren presencia física en las sucursales. A diferencia de los precios de mostrador, que en muchos casos se usan como referencia y no como valor real de transacción, las cotizaciones electrónicas representan el precio efectivo que paga un cliente cuando adquiere dólares a través de su banco.
La evolución de estas cotizaciones permite identificar la tendencia del mercado minorista formal, en contraste con otras variantes del dólar, como el blue, el MEP o el contado con liquidación, que operan en circuitos alternativos o bursátiles.
En la jornada del 31 de julio, las cotizaciones minoristas electrónicas se acercaron o igualaron los niveles del dólar blue, que se ubicó en torno a los $1.370, según registros extraoficiales. La brecha entre el tipo de cambio informal y el bancario oficial se redujo a su nivel más bajo en meses.
Factores detrás del alza
La suba generalizada del dólar minorista bancario ocurrió en un contexto de menor liquidación de divisas por parte del agro, menor intervención oficial y mayor demanda de cobertura ante las elecciones legislativas de octubre. A esto se sumó la eliminación de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), medida que liberó una masa de pesos al sistema y presionó sobre los tipos de cambio.
Adicionalmente, las tasas de interés en pesos, cercanas al 4 % mensual en promedio, resultaron insuficientes para evitar un desplazamiento hacia activos dolarizados. El mercado anticipó movimientos ante la posibilidad de ajustes cambiarios, lo que elevó la presión sobre el dólar oficial minorista.
La menor oferta de divisas también impactó: el ciclo estacional posterior a la cosecha gruesa implicó una caída natural en la liquidación de exportaciones de granos, lo que redujo el ingreso de dólares comerciales al sistema.
Relevancia del reporte oficial
El BCRA publica diariamente las cotizaciones informadas por los bancos para las operaciones de compra y venta de moneda extranjera, diferenciando entre modalidad presencial y modalidad electrónica. Este monitoreo permite identificar cómo evoluciona el mercado regulado y sirve de referencia para analistas, operadores y público general.
En días de alta tensión cambiaria, como el 31 de julio, estos datos reflejan con mayor fidelidad el comportamiento real de los bancos en la venta de dólares al público. Además, permiten contrastar las diferencias entre entidades, estrategias comerciales y márgenes de ganancia aplicados por cada institución.
El acceso al dólar formal mediante bancos sigue sujeto a los requisitos establecidos por la normativa cambiaria vigente. Aunque se eliminaron restricciones como el “cepo” para muchos usuarios, las entidades mantienen controles para evitar operaciones especulativas o sin justificación económica.