El billete vuelve a captar las miradas de ahorristas e inversores

El dólar oficial en el Banco Nación marcó $1.515 para la venta en la apertura de este viernes y la cotización superó una nueva marca simbólica. Los movimientos de la moneda estadounidense muestran la persistente volatilidad y el protagonismo de la divisa en las decisiones de los inversores locales. El salto del dólar impone interrogantes: ¿conviene comprar ahora que el precio cruzó la barrera de $1.500 o resulta preferible buscar alternativas en pesos, a la espera de una estabilización en el mercado cambiario?

El escenario combina una serie de señales mixtas: presiones cambiarias, incertidumbre política vinculada al calendario electoral y dificultades para pronosticar movimientos de corto plazo. Los referentes del sector financiero discrepan sobre la mejor estrategia para quienes siguen el día a día de la cotización, mientras el Banco Central monitorea el rumbo de las reservas y la plaza financiera busca un nuevo punto de equilibrio.

La consulta a distintos especialistas arrojó un repertorio de argumentos que expone el nivel de dispersión y cautela sobre los próximos movimientos. Juan Manuel Pazos, jefe de estrategia de la consultora One618, planteó que con la cotización en estos niveles “Argentina ya no debiera tener un déficit de cuenta corriente, lo que hace que la gran mayoría del ajuste esté hecho”. Aún así, consideró que no resulta momento de vender: “Creemos que aunque ya no haya un déficit de cuenta corriente, todavía falta un poco para que el superávit alcance para que el BCRA acumule las reservas que necesita», dijo. Según Pazos, la demanda de cobertura frente a la incertidumbre política y económica todavía puede forzar movimientos adicionales en la cotización. “Hay mucha demanda de hedge por motivos electorales y por los ruidos recientes tanto políticos como económicos, lo que podría llevar a un overshooting transitorio”, señaló el referente de One618 en diálogo con Infobae.

En la misma línea, el economista Gustavo Ber explicó: “En el actual contexto, creo que se va a seguir privilegiando la dolarización a la espera de un escenario político más despejado que pueda contribuir a mejorar las expectativas de los agentes económicos”. Según Ber, las posturas defensivas mantienen predominio en el corto plazo: “Las apuestas hacia colocaciones recién podrían reanudarse sólo ante un nuevo equilibrio de mercado cambiario y una normalización del riesgo país, no actualmente cuando los flujos de liquidaciones siguen al mando”, dijo a Infobae.

El operador Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambio, propuso una visión intermedia: “Yo esperaría a ver cómo sigue la película. Los viejos operadores decían: comprar cuando baja, vender cuando sube. Por supuesto, el escenario de incertidumbre actual parece desacreditar esa máxima y por eso la demanda está muy activa. Todavía la tasa no reaccionó con mayores subas y las cotizaciones financieras siguen firmes. Pero me parece que lo prudente es desensillar hasta que aclare. Está todo muy confuso”, opinó al ser consultado por Infobae.

No todos eligen permanecer del lado del dólar. Entre las voces que optan por una visión alternativa figura el consultor Federico Domínguez, para quien resulta tiempo de desprenderse de los billetes estadounidenses: “Hora de vender por dos motivos: el gobierno dejó claro que defenderá la banda. Por otro lado, aun si se elevara el ritmo del crawling mensual, creo que la tasa en pesos debería ganarle al FX. Tampoco veo convalidación monetaria del movimiento del FX. Lo que sí hay es una caída de la demanda de dinero por la incertidumbre electoral”, afirmó. El razonamiento de Domínguez gira en torno a la reacción del Ministerio de Economía frente a la presión cambiaria y a la dinámica de la tasa de interés, hoy todavía por detrás de la inflación y del salto cambiario en términos reales.

La volatilidad cambiaria, la proximidad electoral y la demanda de cobertura marcaron la agenda financiera tras el nuevo récord de la divisa (Reuters)

El panorama muestra desacuerdos entre quienes consideran que todavía sobran razones para buscar cobertura en dólares y aquellos que creen que el peso puede ofrecer mejores oportunidades, al menos para quienes sepan administrar el riesgo en el contexto actual. Para Pablo Repetto, de Aurum Valores, “no parece un buen momento para vender dada la volatilidad y la incertidumbre política y cambiaria. Es cierto que con bandas corriendo al 1% mensual hacer carry un mes podría ser interesante, pero la caída de la demanda de pesos habitual en período preelectoral puede generar algún deterioro en la curva de bonos en pesos”. Repetto observa en la aceleración del dólar un síntoma usual para estos períodos, aunque reconoce que, bajo ciertas condiciones, estrategias en moneda local podrían dar resultados positivos a quienes leen bien el timing del mercado.

Otras lecturas ponen la lupa en ventanas de oportunidad en el corto plazo, aunque sin descartar una corrección posterior si cambian las variables políticas. Fernando Baer, de la consultora Quantum Finanzas, evaluó: “Creo que en este escenario, comprar es la opción de corto plazo, pero hay que estar atento porque más allá de la elección y redefinido el mercado cambiario-monetario, puede convenir volver a pesos”. Baer desliza la posibilidad de un tránsito dinámico entre posiciones en dólares y en moneda local, según la evolución de las condiciones financieras y la sostenibilidad del tipo de cambio.

El concepto de volatilidad ocupa un lugar destacado en el análisis de los operadores. Muchas de las estrategias defensivas se apoyan en la búsqueda de refugio ante los crecientes ruidos políticos y económicos. El traspaso a dólares suele intensificarse ante la cercanía de elecciones presidenciales y la falta de señales claras sobre la política monetaria y cambiaria en los próximos meses.

En ese sentido, Juan Manuel Truffa, de Outlier, sostiene desde hace meses una postura de extrema cautela frente al carry trade en pesos. Para Truffa, “Está barato el peso, pero puede estar más barato. Mi postura es la de comprar, de corto”. Es decir, el operador prefiere el refugio en dólares por ahora, aunque anticipa la posibilidad de revisar esa elección en un horizonte de corto plazo si cambian las condiciones de mercado. La advertencia de Truffa sintetiza el sentir de una porción relevante de operadores: muchos evitan definiciones tajantes a la espera de más datos y moderan su exposición.