El ingeniero surcoreano admitió haber dado información falsa a quienes compraron sus activos digitales (Reuters)

Do Kwon, el empresario surcoreano responsable de uno de los escándalos más grandes en la industria global de criptomonedas, se declaró culpable en una corte estadounidense por dos cargos de fraude.

A los 33 años, Kwon admitió su responsabilidad en la desaparición de al menos USD 40.000 millones en valor, resultado del colapso de las criptomonedas TerraUSD y Luna, desarrolladas por Terraform Labs, empresa con sede en Singapur.

El proceso judicial alcanzó un momento clave cuando el acusado compareció ante el juez Paul Engelmayer en la Corte de Nueva York y formalizó su declaración de culpabilidad, informó Reuters. Kwon fundó en 2018 Terraform Labs con el objetivo de transformar el sector de los activos digitales, promoviendo con vehemencia TerraUSD, una stablecoin cuyo valor debía equipararse a un dólar estadounidense para evitar volatilidades.

Según Associated Press, Kwon sostenía que esta tecnología ofrecería estabilidad inédita al ámbito cripto, lo que atrajo la inversión de fondos como Lightspeed Venture Partners y movilizó el respaldo entusiasta de seguidores conocidos como “Lunatics”.

Los fiscales estadounidenses solicitarán una pena máxima de 12 años de cárcel tras el acuerdo alcanzado en el tribunal de Manhattan (Reuters)

La confianza masiva construida por Kwon y su entorno colapsó en mayo de 2022, cuando TerraUSD perdió su paridad con el dólar y cayó abruptamente, arrastrando a Luna y a buena parte del mercado. Según Reuters, USD 40.000 millones se evaporaron, afectando a inversionistas minoristas, institucionales y grandes firmas.

El impacto devastó no solo a quienes apostaron por estos activos; también generó un efecto dominó que depreció el valor del Bitcoin y propició el derrumbe de otras empresas del sector, entre ellas la plataforma FTX, dirigida entonces por Sam Bankman-Fried, según The New York Times.

La justicia de Estados Unidos inició una investigación que derivó en la imputación de Kwon por nueve cargos en enero, incluyendo fraude de valores, fraude electrónico, fraude con commodities y lavado de dinero. No obstante, el empresario aceptó un acuerdo con la fiscalía del Distrito Sur de Manhattan, asumiendo su culpabilidad por dos delitos: conspiración para cometer fraude y fraude electrónico.

Como parte del convenio, la fiscalía estadounidense se comprometió a no solicitar más de 12 años de prisión, aunque la condena máxima podría alcanzar los 25 años. La jueza fijó la audiencia de sentencia para el 11 de diciembre. Además, Reuters informó que Kwon aceptó renunciar a más de USD 19 millones en ganancias obtenidas con criptomonedas.

Como parte de la sentencia pactada, entregará más de 19 millones de dólares obtenidos durante el auge de su plataforma (REUTERS/Jane Rosenberg)

La jueza tiene programado dictar sentencia el próximo 11 de diciembre.

Tras la protesta de numerosos afectados y las investigaciones transnacionales resultantes, Corea del Sur emitió una orden de arresto contra Kwon y miembros de Terraform Labs. Posteriormente, Interpol emitió una “red notice” para su captura.

Reacciones internacionales y captura en Montenegro

En marzo de 2023, Kwon fue detenido en Montenegro mientras intentaba abordar un vuelo con documentación fraudulenta, lo que abrió la puerta a su extradición a Estados Unidos, la cual se concretó en diciembre de ese año, permaneciendo desde entonces en custodia, según el reporte de The New York Times.

El empresario fue arrestado en Montenegro cuando intentaba salir del país con documentos falsos (Reuters)

El futuro de Do Kwon

Respecto su futuro, las autoridades estadounidenses acordaron que, tras cumplir la mitad de su condena, no se opondrán a una solicitud de Kwon para ser transferido a Corea del Sur, donde todavía enfrenta causas penales por su actuación con Terraform Labs.

Recientemente, el abogado defensor, Sean Hecker, transmitió en su declaración ante el juez que su cliente asumió plenamente la responsabilidad por los daños a la comunidad que confió en él y en sus tecnologías. Por su parte, el fiscal Jay Clayton dijo en el juicio, que el carácter histórico del fraude, apuntando a que Kwon se valió de la promesa tecnológica y la euforia inversora para fabricar “uno de los fraudes más grandes de la historia”.