La frase “noches alegres, mañanas tristes” se convirtió en uno de los episodios más comentados del ciclo de Diego Martínez al frente de Boca Juniors, marcando un punto de inflexión en la relación entre el entrenador y Darío Benedetto. Más de un año después de aquel suceso, el entrenador decidió abordar públicamente la polémica y desmentir la versión que circuló en medios y redes sociales.

Durante la temporada 2024, el vestuario de Boca atravesó un clima tenso, con referentes relegados, episodios de indisciplina y filtraciones constantes a la prensa. En ese contexto, la supuesta frase atribuida a Benedetto, pronunciada tras la celebración de su cumpleaños número treinta y cuatro en Puerto Madero, adquirió notoriedad y fue señalada como el detonante de su salida del club. El delantero habría llegado al entrenamiento posterior en malas condiciones y, ante la consulta del cuerpo técnico, habría respondido con la ya célebre expresión.

La repercusión de este episodio no solo afectó a Benedetto, quien fue apartado del plantel junto a Norberto Briasco por el mismo motivo, sino que también contribuyó a la inestabilidad interna que caracterizó el ciclo de Martínez. El delantero puso fin a su segunda etapa en Boca en junio de 2024, continuó su carrera en Querétaro, luego en Newell’s Old Boys y actualmente se encuentra sin club.

Diego Martínez, ex técnico de Boca Juniors (AP Foto/Gustavo Garello)

A pesar de la magnitud que cobró el caso, Diego Martínez negó rotundamente la veracidad de la frase y cualquier enfrentamiento con Benedetto. En una entrevista con el programa Mundo Ascenso, el ex entrenador fue categórico: “¿Quién te dijo eso? ¿Dónde salió que dijo eso? Con Darío tuvimos una excelente relación”, afirmó, restando importancia a los rumores y subrayando la distancia entre la realidad interna y la percepción pública.

Martínez profundizó sobre la dinámica de los grupos en clubes de la magnitud de Boca, donde los conflictos suelen amplificarse fuera del vestuario. “Habrá que ver los contextos, cada situación y cómo manejarlo. Si te tocó estar en un vestuario y ser futbolista, podés entender algún tipo de reacción o algo que le esté pasando a un jugador porque va más allá de un dicho. Se genera tanto afuera que termina siendo más fuerte de lo que pasa adentro”.

Por su parte, Benedetto optó por no alimentar la controversia. En diálogo con TyC Sports en julio de 2024, tras su salida del club, el delantero evitó dar detalles sobre el episodio: “Lo que pasó con el técnico muere ahí. No soy de los que salen a hablar para que se sepa todo. Para mí eso es tener cero códigos. Festejé mi cumpleaños y es algo que voy a seguir haciendo, le moleste a quien le moleste. Ya estaba todo organizado desde hacía mucho tiempo y no había forma de cancelarlo”, declaró, reafirmando su postura de mantener la privacidad sobre los asuntos internos.

En la misma entrevista, Benedetto reconoció que mantuvo una conversación con Martínez para aclarar la situación: “Con Diego Martínez tuvimos una charla y aclaramos todo. Es un gran entrenador, me quedo con la persona”, expresó, cerrando cualquier especulación sobre un conflicto irresoluble entre ambos.

El paso de Diego Martínez por Boca, que se extendió desde enero hasta septiembre de 2024, estuvo marcado por la irregularidad en los resultados y la dificultad para consolidar un grupo estable. La llegada del entrenador, impulsada por Juan Román Riquelme tras su triunfo en las elecciones, generó expectativas que no lograron materializarse, y la eliminación en la Copa Sudamericana precipitó su salida, siendo reemplazado por Fernando Gago.

En retrospectiva, Martínez también se refirió a su vínculo con la dirigencia y, en particular, con Riquelme. En una entrevista con TNT Sports, el técnico confesó: “Me hubiese gustado tener charlas con el presidente, con Riquelme. Tuve pocas. Se dio así, cada institución te marca la manera”. Además, explicó que su interlocutor habitual en el club era Chelo Delgado, designado por Riquelme para ese rol.