Cada año, millones de perros en Argentina enfrentan el abandono y sobreviven en condiciones precarias en las calles. Este fenómeno plantea una problemática social y sanitaria, donde el cuidado y la integración responsable de los animales de compañía adquieren un papel central en la vida cotidiana de familias y comunidades.
El Día Mundial del Perro Adoptado, que se celebra cada 23 de septiembre, busca promover la reflexión sobre el impacto emocional y social de esta decisión y la transformación de los vínculos entre humanos y animales. Según datos recientes, estas tendencias ya generan cambios visibles en los hogares argentinos.
Argentina frente a la superpoblación canina y la adopción
En Argentina, más de 20 millones de perros viven en situación de calle, de acuerdo con información del Colegio de Veterinarios de la provincia de Buenos Aires. Este número representa casi la mitad de la población canina nacional y evidencia un desafío estructural para la salud pública y el bienestar animal. Solo el 10% de ellos logra ser adoptado, mientras que el resto continúa expuesto al abandono, desnutrición y enfermedades, algunas de las cuales pueden transmitirse a personas, como la rabia y otras zoonosis.
Para la tenencia responsable de estos animales, es esencial seguir ciertas recomendaciones con el objetivo de brindarles el mejor cuidado posible. Al respecto, Walter Comas, médico veterinario y Director de la Unidad de Negocios de Animales de Compañía de MSD Salud Animal en Argentina, señaló que es fundamental consultar con un veterinario desde el primer momento: “El profesional se encargará de analizar cuál es la situación general del animal y aplicará los controles pertinentes”.
Además, comentó que se debe evitar la automedicación de los animales, garantizar el acceso a vacunas y programas de desparasitación y adaptar el ambiente doméstico a la llegada del nuevo miembro de la familia. “Antes de que llegue la mascota, organizá el espacio del hogar con comedero, bebedero, cama, juguetes y zonas seguras. La rutina y el entorno predecible ayudan a reducir el estrés del animal recién llegado”, indicó el experto.
Con respecto al tiempo de adaptación del perro, Comas resaltó que “los primeros días son clave”. Los cambios bruscos en la rutina pueden generar incomodidad en el animal, por lo que mantener constancia con los tiempos y brindarle contención emocional son aspectos primordiales que deben ser tenidos en cuenta. “Recordá que muchos animales adoptados vienen de situaciones difíciles y necesitan tiempo para adaptarse”, enfatizó.
Sobre el cuidado preventivo, Comas agregó la importancia de mantener el calendario de vacunación actualizado y subrayó la necesidad de “utilizar productos de acción prolongada para evitar pulgas y garrapatas”, refiriéndose a algunas opciones, recomendadas por profesionales, que ofrecen protección durante tres meses. Estas medidas, explicó, “simplifican el seguimiento del tratamiento, reducen el riesgo de reinfestaciones y mejoran la calidad de vida del animal y su entorno”.
Según cifras correspondientes al año 2024 de la consultora KANTAR división Insights, el 64% de los tutores caninos en Argentina adoptó, lo que evidencia una tendencia creciente de la adopción frente a otras formas de adquisición. El 75% de quienes tienen perro considera a su animal “como un hijo”, percepción que se intensifica en mujeres, personas menores de 50 años y sectores socioeconómicos más vulnerables.
Las motivaciones y consecuencias de la adopción animal exceden el ámbito individual y revelan cambios profundos en los vínculos y valores sociales. Según datos aportados por el psicólogo Marcos Díaz Videla en un episodio de Data Animal de Infobae, la preferencia por la adopción frente a la compra es una tendencia consolidada en el país.
El especialista en Antrozoología expresó: “El relevamiento que se hizo sobre métodos de adquisición mostró que dos de cada tres animales de compañía en los hogares habían sido adoptados de refugio o rescatados”. Esta decisión tiene un fuerte impacto en el bienestar de los animales y de la sociedad en su conjunto.
También profundizó sobre el proceso de integración y afirmó: “Es una creencia muy popular que está muy difundida y que es bastante romántica”, en referencia a la idea de que los animales rescatados son más agradecidos que otros. Sin embargo, añadió: “Se vio que los que habían sido adoptados de refugio tendían a mejorar su conducta bastante rápido, respondían con mucha más alegría y sentimientos positivos a caricias o a cuando se les prestaba atención”.
Al abordar las dificultades iniciales, sostuvo: “Hay una frase que circula en internet que es algo así como: un perro rescatado necesita tres días para calmarse, tres semanas para aprender la rutina del hogar y tres meses para sentirlo su hogar”.