Cada primer martes de mayo, Estados Unidos celebra el Día Nacional de Apreciación a los Maestros. La fecha busca honrar a quienes, con vocación, paciencia y esfuerzo, se encargan de formar a los futuros profesionales de EE.UU. Sin embargo, este 2025, la conmemoración queda eclipsada por una serie de decisiones impulsadas por la administración Donald Trump que amenazan directamente el sistema educativo, desde el nivel primario hasta las universidades más prestigiosas, como Harvard.
Qué es el Día Nacional de Apreciación: su origen y qué se celebra
El Día Nacional de Apreciación a los Maestros en Estados Unidos nació en 1953, gracias a la presión de Eleanor Roosevelt para que el Congreso reconociera oficialmente la labor de los educadores. Desde 1985, la jornada se celebra el martes de la primera semana completa de mayo, como parte de la Semana Nacional de Apreciación Docente establecida por la Asociación Nacional de Padres y Maestros (PTA, por sus siglas en inglés).
Este día, miles de escuelas y comunidades destacan la tarea esencial de los maestros. La Asociación Nacional de Educación (NEA, por sus siglas en inglés) describe la jornada como “una oportunidad para reconocer la influencia permanente de los maestros en nuestras vidas”.
Polémica medida de Trump contra la educación: regresan las cobranzas de préstamos estudiantiles en mora
En una medida que afectó directamente a millones de estudiantes, el Departamento de Educación de Estados Unidos reactivó este lunes el cobro de préstamos estudiantiles en situación de incumplimiento.
La administración Trump ordenó reiniciar el proceso de cobro de préstamos en mora, una maniobra que puso en riesgo los ingresos de más de cinco millones de personas. Otros cuatro millones ya se encontraban en una etapa avanzada de morosidad, es decir, con más de 90 días de retraso en sus pagos.
Según informó CNN, esto forma parte de un plan más amplio para desmantelar las políticas implementadas durante el gobierno de Joe Biden, especialmente aquellas vinculadas a la condonación de deuda estudiantil.
Qué implica esta decisión:
- Los préstamos federales entran en incumplimiento tras 270 días sin abonar una cuota.
- Una vez en esa situación, el gobierno puede activar el “Programa de Compensación del Tesoro” para retener reembolsos impositivos o beneficios de seguridad social.
- También se reactivó el embargo administrativo de sueldos, que permite a empleadores retener parte del salario para saldar las deudas.
- Quienes deseen salir del incumplimiento deben contactar al grupo de resolución de moras y optar por un plan de pagos, rehabilitación del préstamo o consolidación.
- El proceso de rehabilitación exige realizar nueve pagos voluntarios en un período de diez meses.
- Si un préstamo en mora es rehabilitado, desaparece el estado de incumplimiento del informe crediticio, aunque las señales previas de morosidad permanecen visibles.
Además, al estar en default, los deudores pierden el acceso a diferimientos, períodos de gracia o planes de pago basados en ingresos, derechos que solo se recuperan al salir formalmente del estado de morosidad.
El impacto a Harvard: fin de los fondos federales
La batalla entre la administración Trump y Harvard alcanzó un nuevo punto de tensión esta semana. En una carta dirigida al rector de la universidad, la secretaria de Educación, Linda McMahon, anunció que el gobierno federal cortará de forma inmediata el acceso de la institución a subvenciones y financiamiento estatal.
Según argumentó McMahon, Harvard “ya no debería solicitar subvenciones al Departamento de Educación” debido a que, a juicio del Ejecutivo, toleró manifestaciones de antisemitismo en su campus.
La decisión forma parte de una ofensiva más amplia del gobierno republicano contra centros de educación superior a los que acusa de permitir discursos extremistas, influencias ideológicas y una supuesta falta de neutralidad institucional.
Este bloqueo financiero no solo afecta el presupuesto operativo de Harvard, sino también compromete programas de investigación, becas para alumnos y la matriculación de estudiantes internacionales, muchos de los cuales dependen del financiamiento federal para estudiar en Estados Unidos.
Trump, contra las universidades: una posible marcha atrás en los avances de la era Biden
Durante el gobierno de Joe Biden, el Departamento de Educación impulsó una simplificación de los criterios para la cancelación de deuda estudiantil por bancarrota, lo que favoreció a quienes demostraban dificultades económicas extremas. Sin embargo, bajo la actual administración, los expertos anticiparon un endurecimiento de estos requisitos.
Malissa Giles, abogada especializada en quiebras de consumo, aseguró al medio citado que “será mucho más difícil lograr una cancelación por dificultades si no se cumplen los factores establecidos por el gobierno actual”. Esto afectará también a docentes jóvenes que arrastran préstamos estudiantiles y podrían no calificar bajo las nuevas condiciones.
La reducción de protecciones también favorece el aumento de estafas: muchos prestatarios, desesperados por una salida, recurren a servicios fraudulentos. Betsy Mayotte, especialista en préstamos educativos, advirtió: “No hay ninguna razón para pagar por una rehabilitación o consolidación. Todo el proceso puede realizarse sin costo a través de los canales oficiales”.