El estudio de la UNC y la UTN identificó compuestos azufrados como origen del fuerte olor en la ciudad (Municipalidad de Córdoba)

Durante varios días, un olor intenso e inconfundible se hizo presente en distintos barrios de Córdoba Capital, especialmente en la zona norte, lo que despertó preocupación en la población. La descripción más repetida entre los vecinos lo comparaba con “coliflor hervido” o “algo quemado”. La situación motivó un despliegue de inspecciones y estudios que, finalmente, permitieron identificar las sustancias responsables del fenómeno: disulfuro de dimetilo y trisulfuro de dimetilo.

El hallazgo se dio a partir de análisis realizados por técnicos de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), por encargo del Ministerio de Ambiente y Economía Circular de la Provincia.

El estudio de caracterización de olores, llevado a cabo por el Centro de Investigación y Transferencia de Ingeniería Ambiental de la UTN, confirmó que ambos compuestos azufrados estaban presentes en el aire y eran los causantes de la fuerte actividad odorífera. Se trata de sustancias reconocidas por su capacidad de generar olores penetrantes incluso en bajas concentraciones.

Las emanaciones provenían de una capa profunda de residuos, generando humo persistente con olor intenso (Municipalidad de Córdoba)

En paralelo, la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC analizó muestras del suelo del sector donde se detectó el foco de emisión. Los resultados indicaron que los contaminantes presentes se encontraban por debajo de los límites máximos establecidos por la Ley 24.051 de Residuos Peligrosos y otras normativas vigentes.

No obstante, las autoridades recomendaron continuar con el monitoreo y evaluar posibles trabajos de remediación que deberán ser asumidos por el propietario o responsable del predio.

El director de Impacto Ambiental de la Municipalidad de Córdoba, Eduardo Sarría, explicó que la investigación permitió descartar un nivel alto de peligrosidad, pero que aún resta establecer qué materiales originaron la liberación de estos compuestos al reaccionar con el fuego, de acuerdo con la información del medio cordobés La Voz.

Según detalló, podrían tratarse de residuos con componentes de azufre o silicio, provenientes de agroquímicos, plásticos, sintéticos o estiércol, entre otras posibilidades. Además, precisó que las emanaciones no provenían de la superficie, sino de una capa más profunda de residuos, lo que generaba humo constante con olor persistente.

Los informes presentados son preliminares y forman parte de un primer ciclo de estudios. Por orden del fiscal de instrucción del Distrito 3, Turno 7, Raúl Garzón, se dispuso el cierre del perímetro del área afectada, la interrupción de las emisiones y la realización de peritajes más profundos, indicó La Voz.

Equipos de la Unidad Especial de Bomberos (DUAR), la Policía de la Provincia de Córdoba y la Dirección de Higiene Urbana trabajan para controlar el humo y prevenir nuevos focos.

El predio afectado no tenía autorización para tratar residuos y enfrenta sanciones y denuncias penales (Municipalidad de Córdoba)

El secretario de Ambiente y Economía Circular de la Municipalidad, Gabriel Martín, señaló que las mediciones realizadas con nueve sensores distribuidos en la ciudad durante el episodio no registraron la presencia de sustancias nocivas para la salud.

Las autoridades municipales presentaron una denuncia penal contra los responsables de la quema ilegal de residuos en el predio donde se detectó la liberación de los compuestos, sumando esta acción a otras presentadas en meses anteriores por casos similares.

El terreno, de propiedad privada, no cuenta con autorización para la disposición o tratamiento de residuos sólidos urbanos o industriales y contiene materiales en condiciones irregulares.

El basural a cielo abierto se encuentra en las inmediaciones del Canal Maestro Norte, entre la Autovía Córdoba-Juárez Celman y avenida La Voz del Interior.

Además de enfrentar sanciones y multas, los propietarios deberán cubrir los costos de los operativos de limpieza y cualquier medida de remediación ambiental que surja de los estudios. Mientras tanto, el monitoreo continuará para determinar la persistencia o no de los compuestos en el aire y garantizar que el episodio no se repita.