La cumbre celebrada el miércoles en Gyeongju, al margen de la reunión de líderes del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), fue el escenario decisivo donde los presidentes Donald Trump y Lee Jae-myung lograron destrabar la negociación arancelaria y de inversiones entre Estados Unidos y Corea del Sur. Según detallaron voceros oficiales y recogió The Korea Times, el encuentro directo entre ambos mandatarios permitió concretar los acuerdos técnicos y políticos que no habían superado los equipos negociadores en meses anteriores.
Durante la cumbre de APEC en Gyeongju, Donald Trump y Lee Jae-myung dieron su respaldo definitivo a la arquitectura del paquete de inversión surcoreano por USD350.000 millones que será canalizado hacia Estados Unidos: USD200.000 millones en efectivo y USD150.000 millones a través de un programa de cooperación en la industria de construcción naval denominado “Make American Shipbuilding Great Again”. Kim Yong-beom, jefe de gabinete para políticas en la presidencia surcoreana, explicó que uno de los temas centrales acordados en Gyeongju fue la imposición de un tope anual de USD20.000 millones sobre la inversión en efectivo, evitando así disrupciones en el mercado de divisas coreano y asegurando la incorporación paulatina de los fondos conforme avancen los proyectos.
Kim Yong-beom detalló que la cumbre permitió blindar salvaguardias que otorgan a los inversionistas coreanos mayor transparencia y control, incluyendo un sistema de llamados de capital sujeto a hitos de desarrollo y la exigencia de que cada proyecto cuente con un gerente coreano responsable de la gestión. Además, se estipuló que, en caso de acciones unilaterales por parte de Estados Unidos, ambas naciones mantendrán la posibilidad de consultas bilaterales.
Uno de los bloqueos principales hasta la cumbre era la estructura de los aranceles sobre automóviles. En Gyeongju, Donald Trump y Lee Jae-myung acordaron reducir al 15 por ciento el gravamen para automóviles importados desde ambos países, resolviendo así uno de los puntos más conflictivos del pacto. También se confirmó el trato de “nación más favorecida” para medicamentos y productos de madera coreanos, así como la exención total de aranceles para componentes aeronáuticos, medicamentos genéricos y materias primas no producidas localmente. En el ámbito de los semiconductores, se pactaron tarifas específicas que evitan que Corea del Sur quede en desventaja respecto a su principal competidor, Taiwán.
Kim Yong-beom destacó en rueda de prensa que la conclusión del acuerdo en la cumbre fue posible tras 23 reuniones ministeriales y numerosas consultas técnicas entre los equipos de ambos países. El presidente Donald Trump, en palabras recogidas por The Korea Times, calificó las negociaciones como “extremadamente intensas” y subrayó el rol negociador de los funcionarios surcoreanos. Durante la cena posterior con los líderes de la APEC, enfatizó la superación de “diferencias significativas” y el cierre de capítulos pendientes gracias al compromiso mostrado en la cumbre bilateral.
El acuerdo también refuerza la protección de sectores sensibles para Corea del Sur, como arroz y carne de res, donde se comprometió a limitar nuevas aperturas de mercado y potenciar la cooperación en estándares fitosanitarios y sanitarios.
Los protagonistas del acuerdo recalcaron que la reunión cara a cara entre Donald Trump y Lee Jae-myung fue el factor clave que permitió destrabar discusiones técnicas y cerrar los puntos finales de un pacto considerado estratégico para la estabilidad comercial e industrial entre Seúl y Washington, marcando una nueva etapa en la relación bilateral.