El Banco Central aumentará del 20% al 30% a partir del 1° de agosto los encajes de los depósitos en pesos a la vista de los fondos comunes de inversión “money market”. La medida impactará negativamente sobre el rendimiento de las cuentas remuneradas de las billeteras virtuales, como Mercado Pago, Ualá, Personal Pay y muchas otras, ya que colocan el dinero de sus clientes en esos instrumentos. Al subir el encaje, el rendimiento que ofrecerán será más bajo.
La disposición había sido adelantada en junio pasado, en el marco de otras medidas como la cancelación total de las LEFI y la eliminación de la tasa de política monetaria. Pero fue instrumentada hoy a través de la Comunicación A8281, tras varias jornadas de tensión cambiaria justamente por la liquidez que dejaron las LEFI en el mercado. El escenario se completó con una suba de tasas en la licitación de bonos que la secretaría de Finanzas, de urgencia, celebró ayer.
La suba de encajes abarcará también a las cauciones bursátiles en pesos. En el Central explicaron que “esta decisión del Directorio busca avanzar hacia la unificación gradual del encaje aplicable a las cuentas a la vista, sin distinción por tipo de entidad depositante”, con lo que se apunta a igualar a los depósitos en cuentas bancarias (CBU) con los que se hacen en cuentas virtuales (CVU).
La diferencia reside en que a través de las cuentas virtuales muchas billeteras invierten ese dinero en FCI “money market”, de liquidez inmediata, para remunerar el saldo de los clientes y pagarles intereses. El mayor encaje, la porción de cada depósito que una entidad financiera debe dejar depositada (o encajada) en el Banco Central, derivará en un rendimiento más bajo. En la actualidad, las billeteras pagan rendimientos que van del 21% al 32% anual.
De esa manera, cuanto mayor es el dinero que quede encajado en el BCRA, más baja es la rentabilidad que tendrá el ahorrista. En los últimos años, los FCI utilizados por las principales billeteras se beneficiaron de una política que permitió a estos vehículos mantener encajes relativamente bajos, lo que incentivó una intermediación financiera adicional. Los bancos, al recibir estos depósitos con encaje bajo, ofrecieron tasas más atractivas a los fondos, que a su vez trasladaron esa rentabilidad a los usuarios de billeteras virtuales.
La expansión del uso de billeteras virtuales de los últimos años, más allá de sus uso para hacer pagos digitales, tuvo un apoyo crucial en el pago de intereses. Según el último Informe de Pagos Minoristas del BCRA, los saldos invertidos en FCI “money market” superaron en mayo los 5 billones de pesos y representan el 5,9% del total de los depósitos en pesos del sector privado. Esa masa de dinero, si estuviese depositada en un banco tradicional, no generaría interés alguno.
La entidad presidida por Santiago Bausili señaló además que la medida busca castigar con un encaje más elevado a “las partidas que generan mayor volatilidad y encarecen el crédito al sector privado, reforzando la solidez del sistema financiero”, además de “fortalecer el régimen monetario sustentado en el control de los agregados”.
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