Durante los últimos años, la responsabilidad social se ha consolidado como un pilar ineludible para las empresas que buscan dejar una huella duradera en las comunidades. El tejido empresarial entiende que el compromiso con las nuevas generaciones es una inversión en el desarrollo de sociedades más justas y resilientes.
En el contexto actual, las infancias enfrentan desafíos para ejercer plenamente sus derechos. Contar con iniciativas que rompen la desigualdad desde sus raíces cobra una importancia esencial. Los proyectos enfocados en niñez vulnerable han adquirido una relevancia inédita, al situar en el centro a quienes tienen la mayor capacidad de transformar el futuro si cuentan con las herramientas adecuadas.
Un modelo empresarial con impacto social
Mazda de México ha presentado Mazda Kokoro, un programa de responsabilidad social que establece un estándar innovador en la industria automotriz nacional. La iniciativa se propone construir un entorno más justo para la niñez, con acciones tangibles respaldadas por cifras que reflejan un compromiso estructural.
“Mazda Kokoro representa nuestro compromiso con el país y con quienes más pueden transformar su futuro si les damos las herramientas para hacerlo: la infancia mexicana”, afirmó Miguel Barbeyto, presidente de la compañía.
Cómo funciona Mazda Kokoro
La iniciativa, cuyo nombre en japonés significa “corazón” o “esencia”, surge desde la convicción de que las empresas deben crear valor más allá de lo económico. Se trata de un modelo que conecta el crecimiento del negocio con el impacto social: por cada auto nuevo vendido y por cada servicio de mantenimiento realizado desde el 2 de enero de 2025, la empresa y su red de distribuidores destinan donativos directos a asociaciones civiles dedicadas a la niñez.
Cada vehículo vendido representa una aportación de 100 pesos, mientras que cada servicio suma 25 pesos a la causa. Los 18 grupos de distribuidores Mazda han elegido de manera autónoma organizaciones locales, lo que garantiza que el apoyo llegue a diversas comunidades y se adapte a necesidades específicas: acceso a educación, salud, vivienda, recreación y acompañamiento emocional.
En apenas unos meses, el programa ha reunido ya más de 20 millones de pesos, una cifra que consolida la naturaleza permanente de la estrategia. “Mazda Kokoro es una inversión estructural, no una campaña de temporada”, destacó Lorena Marín y Kall, directora de Comunicación Corporativa y Responsabilidad Social.
El alcance de la iniciativa se mide tanto en recursos como en vidas impactadas: durante su primer año de operación, Mazda Kokoro espera beneficiar a más de 159,000 niñas y niños, además de generar efectos positivos en al menos 640,000 familias distribuidas en toda la República Mexicana. Este esfuerzo colectivo se fortalece con el impulso al voluntariado corporativo, un eje fundamental que invita a empleados, distribuidores y socios a donar tiempo, talento o conocimientos para multiplicar el alcance de los programas.
La transparencia y la rendición de cuentas constituyen otros pilares del modelo de Mazda: la empresa anunció la publicación de informes semestrales de resultados en su sitio web, reafirmando su compromiso con la medición de impacto a largo plazo.
Alianzas, voluntariado y alcance social
El esquema de trabajo de Mazda Kokoro se basa en alianzas sólidas. Junto a la red de distribuidores, colaboran socios estratégicos como Interesse, 123 Lease, Autofinanciamiento MZD, HDI, Quálitas y Atlas, así como organizaciones de la sociedad civil con amplia experiencia en la atención integral a la infancia. El programa despliega líneas específicas como Kokoro en Acción, que promueve el voluntariado, y Kokoro Becas, enfocado en apoyar a la niñez con recursos educativos, alimentarios y recreativos.
“Si cada persona aporta desde su lugar, el cambio se vuelve exponencial. Esta no es una inversión que se mide solo en pesos, sino en futuros posibles”, concluyó Miguel Barbeyto.
El respaldo a la niñez vulnerable constituye una de las inversiones sociales más trascendentes para cualquier país. Garantizar acceso a educación, salud y espacios de recreación no solo transforma vidas individuales, sino que fortalece el tejido social y sienta las bases para una sociedad más equitativa y próspera.
Las iniciativas enfocadas en la infancia generan oportunidades que perduran a lo largo del tiempo y multiplican su efecto positivo en comunidades enteras, reafirmando que el bienestar de las nuevas generaciones es, en realidad, una apuesta colectiva por el futuro.
Para conocer más sobre Mazda Kokoro y sus impactos, visita: www.mazda.mx/mazda-kokoro
