Cinco mujeres y cuatro niños fueron rescatados en los últimos días en Uruguay de redes de proxenetismo, trata de personas y explotación sexual en Montevideo. Una investigación de la Policía e Interpol permitió identificar que en prostíbulos de la capital uruguaya se privaba de libertad a las trabajadoras, se les retenían los celulares y se las amenazaba.
Las mujeres además tenían que absorber “multas abusivas”, coacción y maltrato, según informó el Ministerio del Interior de Uruguay. Los responsables de estos prostíbulos también suministraban drogas.
Dos de los prostíbulos operaban bajo la administración de quienes están indagados por esta operación y se detectaron más de 60 víctimas. Eran personas “vulnerables” y esto permitía que fueran “captadas”, detalló el director de la Lucha contra el Crimen Organizado, Juan Álvez, en una rueda de prensa.

Una pareja era la que estaba a cargo de esos locales nocturnos que funcionaban en Montevideo
La investigación se originó hace tres años y se retomó en junio, cuando se comenzaron con acciones que derivaron en cuatro allanamientos simultáneos y órdenes de detención. Durante estas tareas se arrestaron a cinco personas y luego a otras cuatro en diferentes lugares, detalló el comunicado oficial.
Finalmente, seis personas fueron imputadas por este caso y se le impusieron medidas cautelares a tres de ellas y medidas limitativas a otras dos. Se les atribuye, según el caso, la presunta comisión de un delito continuado de proxenetismo, en reiteración real, con un delito continuado de suministro de sustancias estupefacientes prohibidas a título oneroso.

“Son todas señales de trata por la retención de los documentos, los maltratos, las condiciones de vida. Todos esos son indicadores que, cuando se desarrolle la investigación, es lo que se tiene en cuenta y lo que establece una presunción de un posible delito de trata”, dijo Álvez.
Los imputados fueron la pareja propietaria de los prostíbulos y cuatro mujeres dedicadas a regentear a las personas. A su vez, los cuatro niños hallados en la casa de los dueños de los locales eran de nacionalidad peruana, informó el noticiero Telemundo de Canal 12. Los propietarios de los prostíbulos vivían en el barrio residencial Carrasco de la capital uruguaya.
Los menores eran dos mellizos de tres años, otro tenía cinco y otro seis.

Los cuatro niños tenían documentación uruguaya, pero la Justicia peruana tiene una investigación abierta contra la pareja por el delito de trata de personas en la modalidad de venta de niños. Se indaga si pagaron para alquilar el vientre de una o más mujeres en ese país para que sean engendrados.
La Policía también comprobó que las víctimas estaban obligadas a dejar la mitad de sus ingresos a los dueños de los establecimientos y tenían prohibido trabajar en otro lugar.
Uno de los establecimientos se llamaba Reinas de la noche y el otro Gitanas.
Las habilitaciones de los locales
En lo que va del año, la Intendencia de Montevideo negó el permiso de viabilidad para ocho centros de este tipo, informó este miércoles el diario El País. En 25 años, han sido 90 los prostíbulos y whiskerías clandestinas que fueron clausuradas por la municipalidad. Uno de los motivos más recurrentes para clausurar estos centros es que se camuflan bajo la modalidad “casa de masajes”, cuando en realidad también ofrecen servicios sexuales.

“La clausura o el no otorgamiento de permisos puede ser por falta de habitabilidad de lugar (no cuentan con habilitación de Bomberos, con condiciones edilicias seguras o viabilidad de uso), o por falta de higiene”, detalló la Intendencia de Montevideo.
En Montevideo hay 20 prostíbulos habilitados y en funcionamiento. Pero, a pesar de esto, la Comisión de Apoyo al Trabajo Sexual ha detectado 121 lugares en los que se ejerce la prostitución, en su mayoría en condiciones precarias, según los datos informados por el medio uruguayo.