Javiera Ortiz, una reconocida influencer y diseñadora de vestuario, falleció en un accidente mientras practicaba surf en las costas de Chile. El incidente ocurrió en la playa Rinconada de Taucú, ubicada en Cobquecura, una zona costera conocida por su fuerte oleaje.
Javiera, de 34 años, fue embestida por un barco pesquero que navegaba a alta velocidad cerca de la orilla, lo que provocó heridas de extrema gravedad que resultaron fatales según publicó la revista HOLA.
La influencer que se dedicaba a la fotografía y al tejido, murió a pocos días de casarse.
De acuerdo con la información proporcionada, la creadora de contenido fue trasladada de inmediato al centro médico más cercano tras el impacto. Sin embargo, las lesiones sufridas eran demasiado severas, y los esfuerzos médicos no lograron salvar su vida. Este trágico suceso ha generado conmoción entre sus seguidores y la comunidad local, quienes lamentan la pérdida de una figura tan influyente y creativa.
El accidente, que tuvo lugar hace aproximadamente una semana, ha llevado a las autoridades chilenas a abrir una investigación para esclarecer los hechos. La Brigada de Homicidios de la Policía de Investigación de Chile (PDI) está a cargo de las indagaciones, recopilando testimonios de testigos y del conductor de la embarcación involucrada.
El responsable del barco pesquero declaró que no vio a Javiera en el agua antes del impacto. Aunque inicialmente fue detenido para rendir su declaración, posteriormente quedó en libertad mientras el Ministerio Público continúa con las diligencias para determinar responsabilidades. Este proceso busca arrojar luz sobre las circunstancias que llevaron a este trágico desenlace y evaluar si hubo negligencia por parte del conductor o de otros involucrados.
Una playa peligrosa marcada por el fuerte oleaje
La playa Rinconada de Taucú, donde ocurrió el accidente, es conocida por sus condiciones marítimas desafiantes. Los residentes locales y pescadores de la zona han señalado que el fuerte oleaje obliga a las embarcaciones a navegar a altas velocidades cerca de la costa para poder llegar a tierra. Esta práctica, aunque común, representa un riesgo significativo para quienes disfrutan del agua, ya sea nadando o practicando deportes acuáticos como el surf.
Los vecinos también han advertido sobre la necesidad de que los visitantes estén atentos a su entorno mientras se encuentran en el agua, ya que la combinación de oleaje intenso y tráfico marítimo puede derivar en situaciones peligrosas. Este contexto pone en evidencia los riesgos inherentes a la convivencia entre actividades recreativas y comerciales en zonas costeras.
El fallecimiento de Javiera Ortiz ha dejado un vacío entre sus más de 64.000 seguidores en redes sociales, quienes la conocían por su contenido creativo y su amor por el mar. Además de ser una apasionada del surf, Javiera era diseñadora de vestuario y fotógrafa, y utilizaba sus plataformas digitales para compartir sus creaciones y su estilo de vida.
Una de sus especialidades era el crochet, técnica que dominaba con maestría y que le permitió desarrollar un estilo único en la confección de prendas. Javiera ofrecía tutoriales, patrones y cursos en línea, donde enseñaba a sus seguidores a crear piezas originales. Entre sus métodos más destacados estaba el “Tejido XL”, una técnica innovadora que utiliza los brazos como herramientas para elaborar prendas de gran tamaño.
Su legado como creadora de contenido y diseñadora ha sido ampliamente reconocido por su comunidad, que ahora lamenta la pérdida de una figura que inspiraba a través de su creatividad y su conexión con la naturaleza.
Mientras las autoridades avanzan en la investigación, la comunidad local y los seguidores de Javiera recuerdan su legado como una mujer apasionada, talentosa y comprometida con su arte. Su trágica partida deja una profunda huella en quienes la conocieron y admiraron su trabajo.