El jueves 6 de junio de 2019, una jovencita de 17 años, que marchaba en el número 51 del ranking WTA, saltó al estadio Philippe Chatrier para dar el zarpazo ante la gran favorita que había quedado en Roland Garros. Hasta este jueves, había sido la mejor victoria de su carrera: 6-2 y 6-4 ante la N° 3 del mundo, Simona Halep, para pasar a las semifinales del Grand Slam. Dos meses después de ese triunfo, Amanda Anisimova recibió un cross al mentón que reconfiguró su trayectoria. La muerte de su padre la empujó a una espiral negativa que la llevó a dejar el tenis. Hoy, acaba de clasificarse a la final de Wimbledon tras imponerse 6-4, 4-6 y 6-4 a la N°1 Aryna Sabalenka.
Sus padres se mudaron de Moscú a los Estados Unidos en 1998 junto a su única hija, María. Tres años después, Anisimova nació en Nueva Jersey. El traslado al estado de Florida generó el acercamiento más directo de la familia con el tenis. El cariño de Amanda al deporte nació imitando las posturas de su hermana mientras jugaba diferentes torneos. Su padre, Konstantin, fue también su primer entrenador.
Su etapa juvenil estuvo marcada por el título logrado en el US Open 2017 a sus 16 años. ¿Su rival? Coco Gauff, una niña de 13 abriles, que perdió 6-0 y 6-2. A contramano de la lógica generacional, Gauff ya ganó el US Open 2023 y el Roland Garros 2025 en su etapa como mayor, mientras que Anisimova acaba de llegar a su primera final de un major en la élite. Los caminos de la vida.
Tras levantar su primer título profesional en 2019 (WTA 250 de Bogotá) en Colombia, su triunfo contra la rumana Halep en cuartos de final del Roland Garros de ese año la transformó en la primera del circuito entre hombres y mujeres nacidos en la década de 2000 en avanzar a las semifinales de un Grand Slam, según repasó la WTA. De igual manera, su derrota contra la futura campeona Ashleigh Barty apagó la ilusión de campeonar en aquella edición.
La tenista de 23 años disputó tres torneos más en la previa a su participación en el US Open de aquel calendario. Mientras tanto, el 19 de agosto, la Policía fue hasta la casa de su padre, quien no atendía las repetidas llamadas de su familia, la fuerza de seguridad forzó el ingreso al domicilio y lo encontró sin vida en el suelo. Un día después, la organización del campeonato confirmó la baja de la norteamericana.
“Esto es lo más difícil que he tenido que pasar y lo más duro que me ha pasado en mi vida, y la verdad es que no hablo de ello con nadie”, confesó Amanda Anisimova en un reportaje con The New York Times. Y señaló cuál fue su antídoto para el dolor: “Lo único que me ha ayudado es jugar al tenis y estar en la cancha. Eso es lo que me hace feliz, y sé que a él también le haría feliz”.
Solo sumó un segundo título (Melbourne 2022) y, en su camino por los majors, se destacó un cuarto de final como su mejor performance en Wimbledon 2022. Le siguieron dos eliminaciones en los debuts del US Open 2022 y el Australian Open 2023. El miércoles 26 de abril, la neerlandesa Arantxa Rus, le ganó 7-5 y 6-2 en los 64avos del Madrid Open. Ese fue el último duelo de Anisimova en el calendario.
“He estado luchando con mi salud mental y el agotamiento desde el verano de 2022. Se ha vuelto insoportable estar en torneos de tenis. En este momento mi prioridad es mi bienestar mental y tomarme un descanso durante algún tiempo. He trabajado todo lo que he podido para superarlo. Echaré de menos estar ahí fuera y agradezco todo el apoyo continuo”, comunicó la americana el 5 de mayo de 2023 en una publicación de su cuenta personal de Instagram.
Permaneció alejada del circuito hasta enero de 2024, cuando disputó el ASB de Auckland en los primeros días de ese mes. En una entrevista con WTA Insider, ella explicó qué hizo durante sus más de siete meses sin competencia oficial, en los cuales hizo trabajo voluntario y realizó viajes con amigos: “Ralenticé mi vida y eso es algo que realmente necesitaba”.
En medio de ese nuevo ciclo, la ex número 2 del mundo como juvenil empezó a pintar como una forma de aislarse de su entorno cotidiano, y su hobby escaló hasta el punto de vender sus obras de arte con fines benéficos: “Empecé cuando no me iba muy bien mentalmente. Siempre me gustó el arte cuando era más joven, así que compré lienzos y pintura y pensé en probarlo por diversión. Luego empezó a ser más una cosa semanal y siguió así. Era algo que tenía que hacer por mí misma porque quería encontrar cosas que disfrutara hacer por mi cuenta además de ver gente y pasar tiempo con gente. Fue un buen descanso mental para alejarme del teléfono, alejarme de todo por unas horas. Realmente lo disfruto”. Dejó el tenis siendo la N° 46 del mundo y regresó como la N° 373.
En su retorno a las grandes citas, llegó a los octavos de final del Abierto de Australia, instancia en la que perdió contra Aryna Sabalenka en sets corridos (6-3 y 6-2). Más adelante, cayó en segunda ronda de Roland Garros, quedó eliminada en la ronda final de la Qualy al cuadro principal de Wimbledon y no pasó la primera fase del US Open. De igual manera, se vio favorecida por llegar a una final en Canadá y cuartos de final en Estados Unidos hasta alcanzar la 36° colocación del escalafón.
Además, Amanda Anisimova se quedó con un título en Qatar en febrero pasado (el tercero de su carrera en singles) y solo Sabalenka pudo frenar su ritmo en los octavos de final de Roland Garros. Ahora, la historia fue distinta contra la bielorrusa para quedarse con la historia en tres sets bajo el césped del All England Lawn Tennis Club.
Antes de esta resonante actuación, la protagonista de esta historia habló con ESPN sobre su camino de redención desde su adiós a las canchas hasta su regreso: “Siempre supe dentro de mí que iba a volver al circuito, sin importar el tiempo que necesitase de descanso. Sentía que había muchas cosas que todavía quería lograr en este deporte. Ganar un Slam es una de esas cosas, y no quería marcharme tan pronto después de haber sacrificado gran parte de mi vida y haber trabajado tan duro. Una vez regresé, encontré una nueva pasión por el tenis. Es una pasión que no sentía antes, ni cuando era una adolescente. Cada victoria es mucho más especial ahora”.
“Siento que fue importante que me mostrase tan honesta y tan vulnerable sobre un tema que, quizás, todavía es algo estigmatizado en cierto modo. Conseguí que otra gente vea este tema con una óptica o una perspectiva diferente: puedes sufrir de salud mental. Es tan importante como la salud física, sobre todo cuando hablamos de un deporte y te dedicas a esto profesionalmente. El estilo de vida puede ser muy diferente si no encuentras el equilibrio adecuado. Todo se vuelve muy solitario. Hemos visto a muchos jugadores sufrir, este es un tema muy importante. Muchos equipos de trabajo están empezando a entender qué se necesita para generar más felicidad en la vida de las jugadoras, he visto a muchos equipos hacer un gran trabajo con sus jugadoras. Es muy importante divertirse dentro y fuera de la pista”, profundizó.
La actual número 12 del mundo ya sabe que superará el mejor ranking de su vida para meterse en el Top Ten, y luego de recaudar más de USD 6.500.000 en su trayectoria, según consta en la página oficial de la WTA, se medirá a Iga Światek (4) en busca del botín superior a los USD 3 millones para la campeona en el Reino Unido.